Reseña de Barbie: ¿Una película misándrica?

La película “Barbie” está teniendo un éxito increíble en taquilla, conquistando tanto la opinión de la crítica como de la audiencia en general. El fenómeno más asombroso de esta cinta es que ha tenido un movimiento de marketing orgánico que ha impulsado positivamente la taquilla. Pero no todo es color de rosa con “Barbie”, también ha estado surgiendo la controversia alrededor de esta producción ya que muchas personas han estado criticando el mensaje divisorio de género expuesto en la trama que podría llegar a ser etiquetado como misándrico. A continuación, mis impresiones de la película (advertencia de spoilers).

Margot Robbie es la Barbie perfecta

Luego de ver la película no queda duda alguna que Margot Robbie es la actriz perfecta para encarnar a la Barbie estereotipada. El carisma y la belleza de la actriz le permiten calzar a la perfección los tacones de la famosa muñeca de Mattel.

Su química en escena con Ryan Gosling pudo ser mejor, pero el guion no iba en esa dirección realmente, por lo que tampoco es un factor importante para la trama.

Ryan Gosling se roba el show

La interpretación de Ryan Gosling como Ken destaca por encima de todos los demás personajes de la película, incluyendo a Barbie. Ya Gosling a demostrado tener un gran talento para las películas que incluyen escenas musicales y esta cinta no es la excepción.

La escena musical más memorable de la película para muchos probablemente sea “I’m Just Ken”, interpretada por Gosling.

No es una película para niños

Lo que disfruté de esta película es que no se toma en serio desde un inicio, y aún así, logra plasmar entre sus divertidas escenas de comedia y temas musicales una crítica social con un mensaje a favor del feminismo, mostrando como el mundo real ha sido modelado durate muchos años por el patriarcado.

Sin embargo, los primeros tráiler de la película la mostraban como una cinta disfrutable por el público infantil, y quizá en principio así parezca, pero a partir de la mitad en adelante la trama comienza a tocar más temas serios e incluso chistes más subidos de tono, algo que logra resonar incongruente con su ligero comienzo. Definitivamente, en ese punto ya los niños menores de 12 años podrían estar completamente aburridos con la película. De hecho, en la sala que estuve, había una niña que no paraba de preguntar cuánto faltaba para que terminara el film.

Barbie: Un mensaje misándrico

El mejor trabajo de Greta Gerwig como directora y coescritora de la película junto a Noah Baumbach es haber creado una película de Barbie con un punto de vista feminista que nos explica las razones de origen de la muñeca y de cómo su mundo mágico ha estado siempre en contraposición con una realidad liderada en su mayoría por personajes del género masculino.

La trama logra ubicarse para hacernos sentir identificados con los dilemas feministas de Barbie, pero no es el mismo caso para Ken. Ya que en cierto momento este se convierte en el antagonista de la historia, una vez que conoce el mundo real, intentando convertir Barbieland en Kendome, una ciudad en la que todas las Barbies atienden las necesidades de los Ken.

Todo parece ir muy bien, hasta que el plan de Barbie se convierte en una propaganda feminista radical que parece leída de una panfleto directamente en escena. Que además el guión utiliza reiteradamente para “despertar” a todas las Barbie del lavado de cerebro del Kendome.

El plan final de Barbie se convierte en una venganza deshonesta, en la que todas las Barbies manipulan a sus respectivos Ken haciéndoles creer que los quieren y les interesan sus mismos intereses, para luego provocarles celos “engañándoles” con otro Ken… Este plan para muchos trae a la mesa más que un mensaje feminista, un mensaje divisorio para los géneros o que incluso podría ser catalogado como misándrico. ¿Dónde queda aquello de no hacerle a otros lo que no quieres que te hagan? Quizá Barbie quiere refugiarse en el viejo refrán, “el fin justifica los medios”, pero el resultado se siente un poco fuerte, para una comedia que debería ser más ligera y con un mensaje unificador.

Marketing orgánico

Quizá el fenómeno más destacado de este estreno es el marketing orgánico que ha estado impulsando la taquilla de la película. Personas de todas las edades asisten por voluntad propia con prendas rosadas al cine. Se puede saber desde que estás en la calle todas las personas que van a ver Barbie ese día.

No sólo las personas se han unido a este movimiento, también los locales comerciales han aprovechado el impulso del marketing de la película para promocionar sus propios productos. Comercios de galletas han lanzado sus galletas Barbie, farmacias muestra productos que utilizaría Barbie, tiendas de ropa vendiendo prendas rosadas, franelas, gorras, etc. Todo tipo de productos llevando el emblema de la marca Barbie o tan sólo el color rosado.

Incluso Google ha pintado de rosado su pantalla de resultados cuando realizas las búsquedas de Margot Robbie o Ryan Gosling.

En conclusión, Barbie es una película disfrutable más que todo para adolescentes y adultos. Su mensaje puede ser delicado dependiendo de la persona. Muchos hombres podrían sentirse ofendidos por como ridiculizan a los personajes masculinos de Barbieland e incluso los de la misma realidad dentro de la película. A final de cuentas, es una película feminista que se vuelve un poco extrema en su mensaje final, pero sigue estándo muy bien actuada y producida.

Es comprensible que Barbie tenga una perspectiva en contra de la “cosificación” de la mujer, pero quizá lo más WTF del final de la película sea la humanización de Barbie quien termina visitando al ginecólogo por primera vez. La verdad nunca había imaginado a Pinocho visitando al urólogo una vez que se volvió un niño real, es algo que podríamos llegar a suponer que ocurriría tarde o temprano, pero con qué fin mostrarlo en pantalla. Ese es uno de los grandes secretos que guarda esta adaptación de Barbie dirigida por Greta Gerwig.