Reseña de “Megalodón 2: El Gran Abismo” con Jason Statham

Megalodón 2: El Gran Abismo, dirigida por Ben Wheatley, nos sumerge nuevamente en un mundo de terror acuático lleno de monumentales bestias. Siguiendo la línea de su predecesora, esta película nos presenta un espectáculo de Serie B con la intención de entretener y sorprender al público, aunque lamentablemente no logra cumplir por completo con su cometido. A continuación mis impresiones de la película (advertencia spoilers).

La trama se desarrolla después de los eventos de la entrega original, donde el buzo de la Armada estadounidense Jonas Taylor (interpretado por Jason Statham) ya ha descubierto la existencia del temible megalodonte, un tiburón prehistórico de proporciones colosales. Sin embargo, esta vez el enfoque se centra en la posibilidad de que esta feroz criatura no sea la única de su especie y que existan otras amenazas igualmente peligrosas bajo la superficie terrestre.

Desde un prólogo apresurado, Megalodón 2 explora su universo y plantea preguntas sobre la existencia de un ecosistema submarino desconocido. La película intenta mezclar una historia con tintes ecológicos y el subgénero de enormes monstruos, pero el resultado es una amalgama de clichés que recuerdan a franquicias como King Kong y Godzilla, sin llegar a alcanzar la grandeza de estas.

El guion, escrito por Dean Georgaris, Erich y Jon Hoeber, presenta una narrativa un tanto confusa que se enfoca más en las secuencias de acción exagerada y autoparódicas en lugar de desarrollar un argumento sólido. Curiosamente, el resultado es tan disfrutable como lo podría ser ver las películas de la franquicia de Sharknado, en donde lo absurdo y descabellado de las escenas terminan siendo graciosas y entretenidas de ver.

En esta nueva entrega, la travesía del equipo liderado por Jonas se cruza con una corporación siniestra que busca aprovechar los recursos recién descubiertos, resultando en una batalla entre el equipo de los buenos contra los malos que no logra impactar mucho emocionalmente, sin embargo, las largas escenas de acción bajo el agua a más de siete mil metros de profundidad logran causar un gran suspenso y eso se agradece.

En conclusión, Megalodón 2: El Gran Abismo es una película que no cumple al 100% con las expectativas de presentar una trama interesante y original, pero nos entrega a cambio montones de escenas con mucha adrenalina y suspenso, a un alto costo de justificaciones absurdas (como el personaje de Statham nadando sin traje presurizado a más de cinco mil metros de profundidad). Por último, nos deja un final que deja una puerta abierta para seguir dándole continuidada la franquicia.

¿Cuál es el significado del final de Megalodón 2?

El significado del final de Megalodón 2 adquiere una relevancia crucial al considerar la información proporcionada a lo largo de la película. Desde su inicio, se nos muestra a Haiqi, una Megalodón criada en cautiverio y que comienza a comportarse de manera extraña, desobedeciendo las órdenes de entrenamiento y mostrando un comportamiento errático. Haiqi termina escapando de su jaula al mismo tiempo que Jonas y Jiuming se aventuran en una nueva expedición hacia las profundidades abismales del océano. A medida que avanzan, se topan con Haiqi y deciden seguir sus rastros, lo que los lleva hasta la base secreta de los mercenarios.

Es aquí donde la revelación cobra sentido: Haiqi se ha estado portando mal porque está en la temporada de apareamiento de los megalodones. La película sugiere que existe una alta probabilidad de que Haiqi se haya apareado con un macho de su especie y que ahora esté embarazada.

También vemos al final como Haiqi se enfrenta al pulpo gigante para salvar a su entrenador, un hecho que nos muestra que los megalodones no son simplemente feroces bestias marinas, sino que también pueden tener un comportamiento inteligente y crear vínculos afectivos con otras especies. Esto añade una capa de complejidad a su naturaleza, algo que se puede explotar en futuras entregas de la saga.