Reseña de “Back to Black”: Marisa Abela le hace justicia a Amy Winehouse

Sam Taylor-Johnson nos entrega una película biográfica que no llega a explotar los bochornos a los que se sometió la talentosa, pero a la vez atormentada cantante. En ese sentido, el director supo respetar la memoria de Amy Winehouse y al mismo tiempo retratar lo suficientemente bien los últimos años de la artista, mostrándonos cómo fue cayendo en una espiral de autodestrucción a medida que perdía el control de su vida sin poder hallar un balance emocional para soportar el peso de la fama y sobreponerse de las tragedias amorosas y familiares que atravesaba.

Una posible nominación al Oscar para Marisa Abela

Marisa Abela lleva la película sobre sus hombros definitivamente. No sólo por su compromiso en entregar una interpretación fiel a lo que fue Amy en vida, sino también por atreverse a interpretar ella misma sus canción, logrando cantar a un nivel excepcional que de verdad le hace un hermoso tributo a la cantante.

Esperemos que la academia sepa reconocer el arduo trabajo de Marisa Abela, así como lo hizo en un pasado al otorgarle el Oscar a Rami Malek por su interpretación como Freddy Mercury en Bohemian Rhapsody en 2019.

Sam Taylor-Johnson no señala a Blake Fielder-Civil como culpable de las adicciones de Amy Winehouse

Uno de los aspectos que está causando controversia alrededor de esta película es el hecho que la adaptación de Sam Taylor-Johnson no expone a Blake Fielder-Civil como un responsable directo de la intensificación de las acciones de Amy Winehouse, cosa que irrita a gran parte de los fanáticos de la cantante que han ido a ver la cinta. De hecho en una escena Amy llega a mencionar entre las líneas del guion en una conversación con Blake que “ella no hizo nada que no quisiera”, cuando él le muestra su preocupación acerca de que luce como el culpable de sus problemas de alcoholismo y drogas.

Jack O’Connell en el papel de Blake luce mucho más corpulento y carismático de lo que era en realidad el personaje en la vida real. Habría sido deseable poder transmitir mejor ese aspecto desaliñado y carente de musculatura, junto al aura de junkie característico de Blake Fielder-Civil. Aún así, O’Connell trabaja muy bien sus líneas del guion en escena para mostrar lo decadente de su personaje.

Análogamente al caso de Blake, los fanáticos se sienten un poco ardidos porque tampoco se muestra al padre de Amy, Mitch Winehouse, como el padre miserable que muchos le acusan de haber sido por no presionar más a Amy en reahabilitarse. Por el contrario, Mitch le hacía creer a Amy que se encontraba bien y en control de la situación. Algo que sabemos que no era cierto, ya que Amy terminó siendo encontrada sin vida el 23 de julio de 2011 por la policia, junto a tres botellas de vodka vacías y un nivel de alcohol en sangre de 416 miligramos de alcohol por cada decilitro de sangre en su menudo cuerpo, cuando ya unos 300 miligramos son considerados una medida mortal.

Una historia de adicciones químicas y codependencia de la vida real

Taylor-Johnson termina siendo benévolo con Mitch y el mismo Blake en su adaptación. Sin embargo, en mi opinión. el director expone lo necesario como para que cada quien pueda sacar sus propias conclusiones al respecto. Mostrar mayor incapié en señalar culpabilidad en estos dos personajes podría haber sido quizá más justo para reflejar la injusticia del abuso emocional, la manipulación y el abandono que sufrió la cantante, aspectos que la mantuvieron deprimida y más aferrada al alcohol y las drogas.

En conclusión, Back to Black es una hermosa biopic que te permitirá conocer la lamentablemente breve historia de Amy Winehouse en este mundo y el por qué su música pasará sin duda a la eternidad, ya que Amy sólo le hicieron falta 27 años para revolucionar la industria de la música y crear todo un movimiento que sirvió de inspiración para futuros cantantes. Sin duda, es una película biográfica impelable de la que todos podemos aprender muchísimo acerca del peligro de las adicciones químicas y la codependencia.