“Aguas Siniestas”: El terror inunda las salas de cines

No correr. No zambullirse. No hay salvavidas de guardia. No nadar por la noche… Atomic Monster y Blumhouse, los productores de M3GAN, se sumergen en las profundidades del horror con el nuevo thriller sobrenatural titulado Aguas Siniestras, ya estrenada en salas de cines.

Basada en el aclamado cortometraje homónimo de 2014 creado por ROD BLACKHURST y BRYCE McGUIRE, la película la protagoniza WYATT RUSSELL (The Falcon and the Winter Soldier, Overlord) como Ray Waller, un exjugador de béisbol de las grandes ligas que se vio obligado a retirarse de forma prematura debido a una enfermedad degenerativa que se muda a una nueva casa con su inquieta esposa Eve (la actriz nominada al Óscar, KERRY CONDON; The Banshees of Inisherin, Three Billboards Outside Ebbing, Missouri), su hija adolescente Izzy (AMÉLIE HOEFERLE, The Hunger Games: The Ballad of Songbirds and Snakes) y su joven hijo Elliot (GAVIN WARREN, Fear the Walking Dead).

Con la secreta esperanza, contra todo pronóstico, de volver al béisbol profesional, Ray convence a Eve de que la resplandeciente piscina del patio trasero de la nueva casa será divertida para los chicos, y él podrá hacer terapia física en ella. Pero un oscuro secreto del pasado de la casa desatará una fuerza malévola que arrastrará a la familia a las profundidades de un terror ineludible.

El estelar elenco de reparto está conformado por JODI LONG (Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings); NANCY LENEHAN (Catch Me If You Can); EDDIE MARTINEZ (Justified: City Primeval); el novato ELIJAH ROBERTS; y por RAHNUMA PANTHAKY (Modern Family).

Aguas Siniestras es escrita y dirigida por BRYCE McGUIRE (escritor de la película Baghead, que estrenará en los cines en el 2024); y es producida por JAMES WAN, el cineasta detrás de las franquicias de Saw, Insidious y The Conjuring, y por JASON BLUM, el productor de las películas de Halloween, The Black Phone y The Invisible Man. Los productores ejecutivos son MICHAEL CLEAR (M3GAN)y JUDSON SCOTT (M3GAN) representando a Atomic Monster, la compañía fundada por James Wan; y RYAN TUREK (The Exorcist: Believer), de Blumhouse.

El director de fotografía de la película es CHARLIE SARROFF (Smile, Relic). La diseñadora de producción es  HILLARY GURTLER (Dave de FX, Do Revenge); y el editor es JEFF McEVOY (M3GAN, Project Power). La diseñadora de vestuario es CHRISTIE WITTENBORN (Hunters, Dirty Grandpa), y la música la compuso MARK KORVEN (The Black Phone, The Witch).

La historia

Una piscina en el patio trasero de la casa.

Un símbolo de juventud, estatus y deseos cumplidos; la quintaesencia estadounidense, pero universal en su resplandeciente atractivo. Un lujo que mejora la vida de quienes pueden permitírselo; una necesidad absoluta para las pobres almas que viven en los lugares más infernalmente calurosos. Un patio de recreo paradisíaco para personas de cualquier edad; un peligro diabólico para aquellos tentados por sus frescas aguas azul celeste, pero que carecen de la capacidad para recorrer sus zonas más profundas y oscuras.

Especialmente por la noche

Escrita y dirigida por Bryce McGuire, Aguas Siniestras toma el placer más banal de la vida suburbana y lo transforma en una fuente de maldad demoníaca, en una película que combina el estilo, la picardía y la perversa construcción del mundo que el público espera de las potencias del cine de terror Jason Blum y James Wan, con las inquietantes vibraciones y la resonancia emocional de clásicos del cine de terror de los ochenta como Poltergeist y Pet Sematary. Las alusiones y ecos de la cultura pop de los ochenta no sólo reflejan las inspiraciones de McGuire, sino que tienen un propósito temático. “Ambientamos la secuencia introductoria en los años ochenta, en parte porque quería evocar la nostalgia de películas antiguas como Poltergeist, Christine, Burnt Offerings, o Jaws, que inspiraron Aguas Siniestras”, explica McGuire. “La mayor parte de la película tiene lugar en un presente no especificado, pero en muchos sentidos la película trata de dejar atrás el pasado, por lo que me pareció bien dar rienda suelta a ese sentimiento de nostalgia al principio”.

La película conecta con la propia infancia y adolescencia de McGuire y, quizá no resulte sorprendente, las inspiraciones de Aguas Siniestras tienen algo de acuafobia. “Siempre he tenido el agua en la cabeza”, dice McGuire. “Al crecer en Florida, rodeado por el océano por tres lados, en un clima en el que sólo se puede sobrevivir participando en rituales acuáticos, conociendo amigos que se ahogaron, viviendo huracanes que inundaron casas, accidentes de navegación y ataques de tiburones, llegas a tener una especie de miedo y reverencia por el agua”.

Cuando McGuire empezó a interesarse cada vez más por el cine cuando era niño, su cautela por el agua desembocó de forma natural en un interés por los thrillers que se desarrollan en el agua. “Probablemente la primera película de terror que vi fue Creature from the Black Lagoon, y no he dejado de pensar en ella desde entonces: tengo un tatuaje de la criatura en el bíceps derecho”, dice McGuire, quien también cita Night of the Hunter y The Abyss como experiencias formativas. “Y, por supuesto, está Tiburón. Vi esa película cuando tenía diez años. En ese entonces teníamos una piscina, y recuerdo estar flotando solo en el agua por la noche, cuando mi hermano menor apagaba las luces. Y aunque sabía que la piscina sólo tenía 2.7 metros de profundidad y 5.5 metros de ancho estaba seguro, más allá de toda duda, de que el agua era un abismo y que algo horrible se elevaba hacia mí desde las profundidades”.

Otros clásicos del género del horror también influyeron en su estética emergente, incluyendo The Shining, The Sixth Sense y The Exorcist. “Son historias aterradoras y de alto concepto, pero en el fondo hay un hilo conductor muy humano”, afirma McGuire. Las novelas de Stephen King también dejaron huella, sobre todo las que convertían aspectos cotidianos de la vida —el perro de la familia; un auto; un juguete— en talismanes y recipientes del mal sobrenatural. “La idea de que un objeto o un lugar inanimado fuera una fuente de misterio, de terror, un crisol de los deseos más íntimos de alguien, se grabó en mi imaginación. Siempre las cosas que son más bonitas por fuera son las que más daño pueden hacernos”.

Todos los terrores y gustos de McGuire encuentran una expresión potente y conmovedora en Aguas Siniestras. “La piscina representa estatus, distracción, diversión”, señala McGuire. “Es sexi, seductora, y eso es lo que la hace mortal. Los colores son ricos y vibrantes; el agua turquesa, fresca y brillante, nos invita como un canto de sirena. Pero en el agua, cuando se apagan las luces, se siente grande. También me encantaba la idea de aprovechar los recuerdos universales que todos tenemos de la piscina desde nuestra infancia —meter la mano en la tapa del desagüe, sacar los insectos muertos de la superficie, dejar atrapada la pierna en el tubo del limpiafondos, jugar a ‘Marco Polo’— y convertir esos recuerdos en sustos únicos. En el set, yo siempre decía: ‘Quiero oler el cloro’. Espero que la gente huela el cloro cuando vea esta película en la pantalla grande”.

Hay otros que ya han capturado un indicio del mordaz enfoque de horror de Aguas Siniestras. En 2014, McGuire realizó un aclamado cortometraje de cinco minutos titulado “Aguas Siniestras”, en colaboración con su buen amigo, el cineasta Rod Blackhurst (Blood for Dust; el documental de Netflix nominado al Emmy, Amanda Knox). Filmado en el patio trasero de la cantautora y música Michelle Branch, ganadora de un Grammy, y con la actriz Megalyn Echikunwoke (Almost Family, de Fox) en el papel de una joven que desaparece en su propia piscina mientras se bañaba en ella por la noche, y eso la conduce a un encuentro cercano con algo espeluznante. El corto causó sensación en YouTube y ayudó a McGuire a iniciar una exitosa carrera como guionista. Entre los muchos fans del corto se encontraba Judson Scott, vicepresidente ejecutivo de Atomic Monster y uno de los productores ejecutivos de Aguas Siniestras, quien recomendó el corto al fundador de Atomic Monster, James Wan. “Cuando vi el corto quedó muy claro que Bryce era un cineasta dotado con un gran dominio de la técnica y el tono”, afirma James Wan. “La historia que contaba era tan misteriosa y evocadora, y Bryce tenía una visión convincente de cómo podría convertirse en algo más grande, extraño y aterrador, a la vez que emocionalmente resonante”. 

Para convertir el cortometraje en un largometraje hubo que crear una mitología épica y sobrenatural con un trasfondo gótico de cuento de hadas para la siniestra piscina de la historia. McGuire brindó a su malvado pozo de agua capas de dimensión, tanto en sentido literal como figurado. Lo más importante, por supuesto, era crear personajes con arcos narrativos convincentes y motivaciones —y tentaciones— creíbles que pudieran mantenerlos nadando en la proverbial piscina del infierno. El núcleo de la película es la familia Waller: Ray y Eve, una pareja leal que ha pasado la mayor parte de su vida matrimonial mudándose de ciudad en ciudad debido a la carrera de él como jugador de béisbol profesional; y sus hijos Izzy, una estudiante de primer año de preparatoria y nadadora competitiva en ciernes; y su hermano menor Elliot, un estudiante de secundaria brillante, sensible y raro. Cuando a Ray le diagnostican una enfermedad degenerativa que lo fuerza a retirarse del béisbol, la familia Waller echa raíces y compra una sencilla casa de dos pisos con un gran patio trasero que tiene el potencial de convertirse en un oasis revitalizante, siempre y cuando puedan limpiar adecuadamente su sucia piscina alimentada por un manantial, que misteriosamente no se ha utilizado durante muchos, muchos años.

“En cuanto empiezas con la icónica piscina del patio trasero como escenario central y antagonista, ya estás rodeado de ciertas ideas e imágenes”, afirma McGuire. “¿Qué representa la piscina? ¿Qué significó en la cultura? ¿Qué significa para mí? ¿Cómo se ha utilizado en otras películas? Puede que la piscina sea el símbolo más icónico del sueño americano. Así que empezamos a pensar en quién era esta familia y cuál era su sueño. Aunque esta es la historia de un jugador de béisbol profesional que se enferma y debe replantearse toda su identidad, lo que la familia quiere cuando se muda a esta casa es algo de carácter universal. Salud, estabilidad, comunidad, la búsqueda de la felicidad. Y la piscina promete esto a cada uno de los miembros de la familia de diferentes maneras. Cada personaje fue elegido para representar algún deseo o anhelo fundamental en cada etapa de la vida: la infancia, la adolescencia, la edad adulta y, por último, alguien que médicamente representa la vejez. Está más cerca de la muerte, y el deseo de juventud, fuerza y salud es el más fuerte. Al igual que el propio sueño americano, la película plantea la misma pregunta: ¿Qué necesitas para ser feliz y qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo?”.

Los socios de McGuire en Atomic Monster estaban emocionados con el libreto de McGuire. “Cumplía todos los requisitos del tipo de películas que nos encanta hacer”, dice Scott. Entre las muchas escenas que captaron su imaginación por el potencial de Aguas Siniestras estaba la forma en que McGuire había escrito una secuencia en la que un juego de “Marco Polo” da un giro siniestro y lleno de suspenso. “Me pareció al instante una escena icónica del cine de terror con la que todo el mundo se volvería loco”, señala Scott, comparando la escena con la forma en que James Wan escenificó la famosa secuencia de ‘jugando a las escondidas con aplausos’ en The Conjuring. Me encantó cómo tomó este juego infantil con el que casi todo el mundo se siente identificado y lo convirtió en algo que el público nunca había visto en una película de terror”.

Otro cortometraje escrito y dirigido por McGuire, “Every House Is Haunted”, sobre una pareja joven que compra una casa con una historia turbulenta, contribuyó a impulsar la producción de Aguas Siniestras, con temas y un estilo que sirvieron para demostrar el talento de McGuire como director y los conceptos centrales de Aguas Siniestras. También ha contribuido a la causa el éxito de taquilla M3GAN, una iniciativa conjunta de los gigantes del terror Atomic Monster, fundada por James Wan, y Blumhouse, fundada por el productor nominado al Óscar® y director ejecutivo, Jason Blum. Con la intención de repetir el éxito de M3GAN con otra asociación similar, las empresas pusieron en marcha Aguas Siniestras para que la producción iniciara en la primavera de 2023.

“Lo que me gustó del guion de Bryce fue cómo desarrollaba la premisa de una ‘piscina espeluznante’ de una manera creíble, identificable y emotiva que se sentía contemporánea y cercana, pero clásica al mismo tiempo”, explica Jason Blum. “Da miedo; es emocional; te mantiene atrapado y te hace preguntarte constantemente: ‘¿Qué harías si esto te pasara a ti?’”.

Los personajes

Ray Waller (Wyatt Russell)

Ray Waller, un atleta natural nativo de Georgia que cumplió su sueño de niño de ser jugador profesional de béisbol parecía destinado al estrellato después de liderar las Grandes Ligas en carreras impulsadas durante su temporada de novato. En lugar de ello, se asentó en una carrera sólida, aunque poco espectacular, como jardinero con una potencia decente en su bateo. Parecía estar a punto de resurgir cuando le diagnosticaron esclerosis múltiple, lo que puso fin a sus días como jugador y al estilo de vida itinerante de Waller. Aunque le dice a Eve, su esposa, que se conforma con centrarse en su salud y apoyar la carrera de ella, lucha contra la depresión y los problemas de identidad y propósito. Después de que su médico le aconseja que la terapia acuática podría ayudar a mitigar los efectos de la esclerosis múltiple, Ray empieza a nadar en su nueva piscina. Y a medida que empieza a sentirse misteriosamente bien de nuevo, una brillante obsesión empieza a apoderarse lentamente de él: Después de todo, tal vez mis días de gloria no han quedado atrás.

Ray es interpretado por Wyatt Russell, conocido por los fans del Universo Cinematográfico de Marvel como el imperfecto aspirante a Capitán América, John Walker, en The Falcon and the Winter Soldier; y por su actuación en la serie Monarch: Legacy of Monsters, un derivado de la popular franquicia cinematográfica de Godzilla. Su larga carrera en Hollywood (cuando era niño apareció en la comedia de 1987 Overboard, protagonizada por sus padres, Kurt Russell y Goldie Hawn) incluye también las películas 22 Jump Street y Overlord; y los aclamados programas de televisión Lodge 49 y The Good Lord Bird. Además de sus habilidades interpretativas, Russell también aportó su experiencia deportiva al papel; durante seis años jugó al hockey a nivel amateur y profesional, hasta que las lesiones lo obligaron a dejarlo. “Desde nuestra primera conversación me di cuenta de lo mucho que él comprendía la psicología de un atleta y su lucha por dejar el deporte al que ha dedicado gran parte de su vida”, anota el director Bryce McGuire. “Para mí fue un placer trabajar con Wyatt porque no tenía ningún miedo. Sin decir demasiado tiene que ir a lugares extremos en la película, y nunca se sintió cohibido. Sabe cómo conectar con el público y prueba cinco versiones diferentes de algo para darte opciones. Eso es el sueño de un director. Él estaba dispuesto a cualquier cosa, era muy generoso y siempre pensaba en la película”.

Mientras escribía el guion de Aguas Siniestras, McGuire le pidió consejo a DANIEL MYERS, un amigo y compañero de estudios en el American Film Institute y primer asistente de edición de la película, para saber cómo retratar la lucha de Ray contra la esclerosis múltiple. A Myers le diagnosticaron esclerosis múltiple durante sus años de estudiante. “Daniel fue sumamente amable y solidario; nos brindó observaciones sobre el guion y nos habló de su experiencia con la enfermedad”, relata McGuire.

Russell explica que se sintió atraído por Aguas Siniestras por la riqueza temática de la historia que McGuire había construido a partir de la premisa diabólicamente simple de la piscina. “Me encanta todo lo que representa la piscina —cómo da vida y cómo la quita; cómo alberga el bien y el mal— y cómo aporta un enfoque refrescantemente diferente a una historia de género”, comenta Russell, y agrega que también apreció la trayectoria del arco narrativo cada vez más oscuro de Ray y cómo el verdadero mal que amenaza a Ray y a su familia no es sobrenatural, sino sus propios defectos. “Me gustó cómo su egoísmo y sus estrategias equivocadas para hacer frente a todo lo que conlleva la esclerosis múltiple termina siendo la fuerza que lo impulsa. Él es un buen tipo con una familia normal y agradable que se enfrenta a dilemas humanos muy reales, pero hay un pequeño núcleo de narcisismo que lo hace vulnerable a la corrupción, que puede apoderarse de su alma. Fue un papel divertido de interpretar”.

Poder recurrir a su propia experiencia como atleta lo ayudó en su interpretación. “Hay aspectos de este personaje que obviamente he sentido antes, o visto en gente que conozco, en los que estás perdiendo tu habilidad y tu sentido de la identidad a causa de una lesión”, puntualiza Russell. “Conozco la sensación de querer hacer cualquier cosa, aunque sea perjudicial para uno mismo o para la familia, con tal de seguir jugando; es una droga difícil de dejar. Había ese elemento que sé que Bryce quería, y pude hacerlo porque había vivido aspectos de esa clase de vida”.

Igualmente vital para su interpretación fue desarrollar una relación y una camaradería entrañables con su coprotagonista Kerry Condon, que interpreta a Eve, la esposa de Ray. “Colaborar con una actriz tan genial y amable como Kerry fue muy divertido”, dice Russell. “Poder ensayar con ella antes del rodaje nos ayudó a construir una relación y a aprender a apoyarla, porque el personaje de Eve es fundamental en la película: la historia se desarrolla, en su mayoría, a través de su perspectiva. Kerry es divertida; está muy presente; es extremadamente inteligente con la historia; es abierta y no se guarda nada. Todo lo que imaginas que es Kerry Condon cuando la ves en cualquier cosa en la que la hayas visto, ella lo es”.

Eve Waller (Kerry Condon)

Eve, una chica cuyo padre servía en la Marina y que solía temerle al agua antes de convertirse en una experta nadadora, ha estado casada con Ray desde que éste llegó a las grandes ligas a los veintitantos años y se ha encargado de criar a sus dos hijos durante toda la carrera de él. Ahora que han sentado la cabeza ha aceptado un trabajo como administradora escolar y sigue su vocación de ser profesora de educación especial. Su matrimonio es puesto a prueba a prueba cuando la salud de Ray mejora —y su personalidad cambia— debido a las extrañas propiedades de su piscina, aparentemente sobrenatural, y Eve emerge como la heroína de la historia cuando su búsqueda de respuestas se convierte en una lucha para salvar a su familia y a su marido.

Para interpretar a Eve, McGuire eligió a la aclamada actriz irlandesa Kerry Condon, cuyo variado trabajo en el cine incluye colaboraciones con los directores Paolo Sorrentino (This Must Be The Place) y Martin McDonagh (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri), y su actuación en Better Call Saul. Su actuación en el célebre drama de 2022 de McDonagh titulado The Banshees of Inisherin la hizo acreedora a varios reconocimientos, incluyendo una nominación al Premio de la Academia® en la categoría de mejor actriz de reparto. Al igual que Russell, ella es una veterana del Universo Cinematográfico de Marvel; prestó su voz al papel de la leal asistente de Inteligencia Artificial de Iron Man, F.R.I.D.A.Y.; y también brindó al papel el valor agregado de una experiencia atlética excepcionalmente relevante: Condon es una nadadora consumada y nadó a nivel de competencias cuando era niña.

 “El día que conocí a Kerry ella había sido nominada al Globo de Oro por su actuación en Banshees of Inisherin, y esa mañana había nadado una milla en el océano —no era un mal día”, relata el director Bryce McGuire. “Tuvo que hacer un trabajo bajo el agua realmente exigente, sobre todo al final de la película, que la mayoría de la gente simplemente no habría podido hacer. Es una actriz extremadamente fuerte y física. Con Kerry pasa algo especial cada vez que corre la cámara. Ella me exigió mucho a mí y al material, y está fantástica en la película”.

De hecho, Condon señala que la oportunidad de actuar en el agua fue una razón importante por la que quiso participar en Aguas Siniestras. “Siempre me interesó nadar ante la cámara y combinar esos dos grandes intereses para mí”, dice Condon, y añade, riendo, que le gustan especialmente las películas ambientadas en el mar: “cualquier película con olas” —incluyendo Master and Commander: The Far Side of the World, y The Abyss. “Pero la otra gran razón por la que pensé que esta era una gran oportunidad para mí fue que nunca había hecho una película de horror y siempre había querido una carrera que me permitiera interpretar personajes en todo tipo de géneros”.

El papel de Eve trajo a Condon por su heroísmo realista e identificable. “Por lo general, en las películas, el héroe es un superhumano fuerte y atlético”, dice Condon. “Pero a veces los héroes son gente normal, y Eve es precisamente eso, una mujer normal que cría a dos hijos cuando su marido está trabajando, lo cual es un trabajo duro y, con demasiada frecuencia, ingrato. Ella siempre ha sido la que mantiene las cosas unidas, pero no se lleva toda la gloria en la familia. Su matrimonio tampoco es perfecto, y eso también me atrajo mucho. Hay verdadero amor entre Eve y Ray, pero también hay fricciones entre ellos. Sus vidas habían girado en torno a su carrera y a mudarse de ciudad, e incluso ahora que se ha retirado, hay un narcisismo en él que no le permite abandonar ese sueño, porque siente que no es nadie sin su carrera. Imagino que estar casado con alguien así debe ser bastante solitario y tiene sus retos; realmente me interesaba interpretarlo. Hay mucho pensamiento continuo que no se dice; mucho silencio. Combinado con la dinámica entre padres e hijos que existe entre Eve y los chicos, se consigue un personaje y una familia muy arraigados, lo cual es importante para la película. El horror debe basarse en algún tipo de realidad para que el público crea en él”.

Condon anota que actuar junto a Wyatt Russell y compartir un espacio cercano con él ayudó muchísimo a su interpretación. “Con el horror hay que estar dispuesto a ir a lo grande, a establecer el tono más extremo de una actuación, y luego controlarlo para encontrar lo correcto”, dice Condon. “Eso puede ser difícil para algunos. Pero Wyatt es excelente para dar el cien por ciento, para lanzarse por todo y ser muy bueno en ello, lo que a su vez hace que sea más fácil que los demás reaccionen ante ello de una forma muy auténtica. También nos reímos mucho, porque durante la producción compartimos un remolque y eso prácticamente es como compartir un baño. En otras palabras, al compartir la caravana, nos llevábamos como un matrimonio, los dos nos reíamos y nos volvíamos locos, lo cual fue perfecto para nuestros personajes en la película”.

Izzy Waller (Amélie Hoeferle)

Según la tradición de la familia Waller, Izzy, de 15 años, nació en el momento exacto en que Ray bateó un jonrón durante sus días de gloria como jugador profesional de béisbol. Al igual que su padre, ella es atlética (sus héroes son Serena Williams y Jordan Larson), y ahora que su familia por fin ha echado raíces, está deseando tener una vida adolescente normal y estable —llena de amigos, tal vez un novio, posiblemente competir en el equipo de natación— y no quiere que nada se lo arruine, especialmente Elliot, su ansioso hermano menor. Por eso, cuando Elliot empieza a decir que hay extraños aterradores merodeando por el patio trasero durante la noche acechando alrededor de la piscina, Izzy piensa que está inventando y tratando de arruinar la buena nueva de la familia. Pero a medida que se hace evidente que Elliot no está viendo cosas, la mejor hermana mayor de Izzy comienza a emerger.

A Izzy la interpreta la joven actriz Amélie Hoeferle (The Hunger Games: The Ballad of Songbirds and Snakes), quien, al igual que su director, capturó la atención de Hollywood con su actuación en un premiado cortometraje de horror titulado “The Boogeywoman”. “Vi la película cuando estábamos haciendo el casting y pensé que Amélie estuvo brillante en ella”, dice el director Bryce McGuire. “Y posteriormente y por casualidad, me enteré de que se había presentado al casting para el papel de Izzy, así que fue una elección fácil”.

Hoeferle, quien tiene 20 años, dice que las vibras del horror le resultan fáciles. “Es curioso que me sigan atrayendo estas historias de miedo; lo encuentro divertido”, afirma Hoeferle. “Solía ser una niña ansiosa. Todavía lo soy en cierto modo. Me daban miedo muchas cosas. Así que hacer películas de horror es una forma de recuperar ese miedo y tomar el control sobre él”.

Hacer esta película de terror, sin embargo, significó primero leer el guion de Aguas Siniestras, que resultó ser una experiencia escalofriante en sí misma. “Cuando recibí el guion, me asusté mucho mientras lo leía”, comenta Hoeferle. “Era de noche, las luces de mi casa eran tenues, y recuerdo haberlo leído en mi escritorio y sentir como si alguien estuviera detrás de mí. En general, el guion captura esa sensación aterradora de que hay algo acechando en las sombras, cazándote, y más específicamente en la película, captura ese pavor que sientes cuando estás en el agua, ya sea en el océano o en una piscina, y te haces la pregunta: ¿Hay algo debajo de mí? Es un miedo tan potente y primario que pensé que sería una película muy entretenida y aterradora si podíamos plasmar eso en la pantalla”.

Hoeferle dice que pudo conectar fácilmente con el personaje de Izzy. “Me recuerda mucho a mí misma cuando tenía 15 años”, explica. “Yo también soy la mayor de la familia, así que conozco ese sentido de responsabilidad hacia tus hermanos menores; de ser un modelo a seguir para ellos. Izzy es deportista y yo también lo fui durante mi infancia. Jugaba al fútbol, practicaba artes marciales y me encantaba nadar. Cuando era niña, quería estar en el agua todo el tiempo. Me veía reflejada en ella de muchas maneras”.

También vio algo de su propia familia en Gavin Warren, que interpreta Elliot, su hermano en la pantalla. “Gavin es el hermano menor que nunca tuve”, dice Hoeferle. “Tuvimos un vínculo de hermanos inmediato, tanto que pensé: Dios mío, este chico podría ser mi hermano de verdad. ¡Debería hacerme una prueba de ADN! Él era tan divertido. Cuando nos conocimos, me contó de un video de TikTok. Yo no sabía de qué estaba hablando y él empezó a burlarse de mí, preguntándome si siquiera sabía lo que era un meme. Nuestra relación de hermanos despegó a partir de ese momento y siempre estábamos bromeando entre nosotros. Fue genial”.

Elliot Waller (Gavin Warren)

Elliot, de 12 años, es el preadolescente por excelencia, atrapado en la zona de transición entre ser un niño pequeño dependiente de sus padres y un adolescente que desea independencia. Cuida al gato de la familia, Cider, y le gusta jugar con muñecos de acción, pero sobre todo quiere conectar con su padre héroe de acción. Elliot aspira a estar en un equipo de béisbol, pero aún está esperando un estirón, algo de confianza en sí mismo y el derecho de nacimiento de la familia de tener una habilidad atlética natural para conseguirlo. Elliot siempre la pasa mal cuando la familia se muda a una nueva ciudad, así que nadie le cree cuando afirma que está sufriendo una forma muy peculiar de acoso en su propio patio trasero, en la forma de siniestros fantasmas que se han interesado por él de forma amenazadora.

Para interpretar a Elliot, el director Bryce McGuire seleccionó a Gavin Warren (12 Mighty Orphans; Fear The Walking Dead), quien hizo su debut en el cine en 2019, a los 11 años, en la película de Damien Chazelle, First Man. “Elliot fue probablemente el más difícil de elegir”, explica McGuire. “Vimos a muchos chicos y ninguno encajaba. Elliot tenía que ser sensible, un poco frágil, todo lo contrario de un deportista como su padre. Necesitábamos esa desconexión entre ellos. En la primera audición, me gustó mucho Gavin, pero era un poco mayor que el personaje que yo había concebido. Así que reescribí el guion para poder contratarlo, porque sabía que era perfecto para el papel. Captó a la perfección la sensible pureza de este personaje. Además, Gavin era un pez, un nadador increíble al que le encantaba el agua. Incluso cuando no estábamos rodando sus escenas, no podíamos mantenerlo fuera de la piscina”.

Warren quería quedarse en la piscina por una buena razón. “Odiaba salir de la piscina, sobre todo por la noche, porque entre toma y toma, ¡me congelaba porque estaba mojado!”, dice Warren, que ahora tiene 15 años. “Pero me encanta nadar y siempre me gustó estar en el agua durante la película, ya fuera haciendo escenas o pasando el rato con el equipo de dobles de acción; me enseñaron mucho”.

Pero el trabajo en el agua no siempre le resultó fácil, sobre todo si las escenas implicaban interactuar con las entidades macabras de la piscina. “Siempre que Elliot entra en la piscina, las cosas se ponen espeluznantes”, dice Warren. “Parece que es capaz de ver las cosas raras y monstruosas que acechan en la piscina y que nadie más puede ver. Pero a mí ver a esos monstruos me daba bastante miedo, porque el maquillaje que llevaban era muy bueno. No quería meterme en el agua con ellos”. La experiencia de Warren en el mundo posapocalíptico de The Walking Dead le sirvió de mucho. “Me lo pasé genial haciendo esta película”, expresa Warren. “Me encantan las películas y los programas de televisión de miedo, y me encanta hacerlos, ya sea escenas con monstruos o ser arrastrado por ellos; y me encanta hacer mis propias escenas que requieren dobles de acción, cuando me lo permiten”.

Warren agrega que el apoyo de sus compañeros de elenco y la clara visión y liderazgo de McGuire lo hicieron aún más divertido. “Bryce es un gran director”, anota Warren. “Es muy simpático y tiene mucha energía. Es excelente tener a alguien que sea bueno hablando con los niños y que sabe cómo explicar las cosas y hacerlas más sencillas”.

La piscina

El mayor desafío del casting de Aguas Siniestras fue encontrar a su monstruo: la piscina de la familia Waller. El director Bryce McGuire quería construir su letal lido en un estudio de Hollywood, pero la inusualmente húmeda temporada invernal de 2022-2023, con su récord de precipitaciones, echó por tierra ese plan. Así comenzó una búsqueda épica por los patios traseros del Sur de California. “Buscamos casas con piscina en casi todos los barrios de Los Ángeles”, relata McGuire. “Necesitábamos una piscina grande con mucho espacio a su alrededor, porque quería que pareciera que estabas en una isla rodeado de oscuridad cuando un personaje estaba solo en el agua. También quería grandes árboles en la propiedad, pero no palmeras; quería que la película pareciera que podría tener lugar en cualquier lugar de Estados Unidos. Pero rodamos en Los Ángeles, así que eso no es fácil de conseguir. Había tantas opciones que casi intentamos ‘hacerlas funcionar’ juntando la fachada de una casa con la parte trasera de otra y la piscina de otra, pero eso se convirtió en un dolor de cabeza a la hora de preparar el cronograma”.

McGuire finalmente encontró el combustible de su pesadilla acuática en Altadena, California, una comunidad suburbana de clase media y diversidad étnica situada a unos 21 kilómetros al noreste de Los Ángeles, cerca de Pasadena. “La casa tenía todo lo que queríamos”, dice McGuire. “El jardín estaba rodeado de enormes robles que tenían tal profundidad que casi parecía una boca abierta a punto de tragarte entero. La piscina tenía más de 2.7 metros de profundidad y 13.5 metros de largo; tenía un trampolín, y una silueta interesante. Cuando vi la piscina desde la ventana del segundo piso, me quedé sin aliento. Era todo lo que había imaginado”. (Algunas escenas requerían aguas más profundas, por lo que McGuire rodó durante cuatro días en una piscina olímpica de 4 metros de profundidad en Chatsworth, California).

Si bien McGuire utilizó la pantalla azul en algunas tomas, Aguas Siniestras se rodó principalmente con la técnica “wet for wet” en lugar de “dry for wet”, lo que significa que no se recurrió a la animación por computadora para generar una simulación del agua. McGuire y su director de fotografía, Charlie Sarroff (Smile), utilizaron lentes antiguos y gran angulares para hacer que la piscina pareciera tan aterradoramente inmensa como el océano cuando entra en modo sobrenatural. En las secuencias submarinas, trabajaron con dos especialistas: el cineasta IAN TAKAHASHI (The Suicide Squad, de James Gunn; el álbum “Lemonade” de Beyoncé) y el coordinador de dobles de acción MARK RAYNER (Underwater, Inception, Baywatch), cuyo equipo de trabajo húmedo incluía artistas que acababan de terminar de trabajar en Avatar: The Way of Water. “Rodar en el agua es el doble de lento, caro y peligroso que hacerlo en tierra”, afirma McGuire. “Fue un enorme reto logístico. Todo, desde mantener el agua lo suficientemente clara para tener visibilidad y disponer de la iluminación adecuada durante el tiempo que el talento podía aguantar la respiración sin peligro, requería una resolución de problemas y unas estrategias específicas en las que nunca pensarías hasta que estás rodando una película llamada Aguas Siniestras”.

Para los dobles de acción que nadaban, eso implicaba algo más complicado que un estilo de natación de remo para perro; el elenco primero estudiaba las imágenes de acción creadas por el dibujante de storyboards JOHN MCKEY (M3GAN, The Black Phone) y luego observaban a los buzos de Rayner demostrar la coreografía —lo que a veces requería que los actores se pusieran los goggles y permanecieran bajo el agua para observarlos antes de hacerlo ellos mismos. Cada miembro del elenco tuvo que pasar una prueba básica de natación antes de iniciar la producción, y a diferencia de sus atormentados personajes, el elenco siempre contó con salvavidas que los cuidaron en cada una de las tomas.

Para las primeras escenas en las que los Waller descubren la piscina abandonada, llena de hojas y cubierta de algas (y para el momento en el que Ray se resbala accidentalmente sobre ellas), la diseñadora de producción Hillary Gurtler (The Craft: Legacy) y el equipo del departamento de arte crearon grandes impresiones de vinil que se colocaron en el fondo de la piscina para crear la ilusión de agua sucia a fin de evitar dañar la piscina y ahorrarle al actor Wyatt Russell la desagradable sensación de tambalearse sobre la mugre. Como la piscina tenía que arrojar burbujas de regiones subterráneas indetectables, al capataz de efectos especiales ZAK KNIGHT (The Forever Purge, Insidious: The Last Key) le correspondió modificar la piscina real para que escupiera agua oscura y maligna. Para lograr este efecto, el equipo trasladó los más de 27 000 galones de agua a tanques de almacenamiento en la calle y los mantuvo calientes para devolverlos a la piscina al día siguiente. Posteriormente, el técnico de efectos especiales CADE FALL (Black Panther, Based on a True Story) instaló mangueras y boquillas especiales que podían filtrar distintos patrones y tamaños de burbujas sobrenaturales de las cuales nuestras entidades malignas emergerían y regresarían.

Locaciones, efectos especiales con maquillaje y la música

  • Aguas Siniestras fue filmada en locaciones de Altadena, California, y en la región de Los Ángeles a lo largo de 34 días, en el 2023.
  • Para crear las prótesis de los demonios empapados de la película, el diseñador de efectos especiales con maquillaje JUSTIN RALEIGH, de la empresa Fractured FX, utilizó técnicas y materiales que fueron desarrollados mientras trabajaba en Aquaman y el programa de televisión Swamp Thing; y tuvo que fabricar piezas que pudieran absorber el agua y, de ser necesario, ocultar y disimular el equipo de buceo que llevaban los artistas. 
  • La música la compuso Mark Korven. “Mark ha compuesto la música original de algunas de mis películas de terror favoritas de la última década”, señala el director Bryce McGuire, haciendo alusión a la música de Korven para The Witch, The Lighthouse y The Black Phone. “Le escribí una carta a Mark diciéndole que su música está en todas mis listas de reproducción y le expuse mi visión de la música como algo que sólo podía surgir del agua, como un coro ahogado surgiendo de las profundidades, y él aceptó. Es un tipo tan dulce y talentoso. Sólo Mark podría crear sonidos tan extraños y escalofriantes”.
  • Del mismo modo que Aguas Siniestras hace referencia a clásicos de género cinematográfico de los ochenta, también lo hace la banda sonora de la película. El personaje de Wyatt Russell, Ray Waller, tiene afinidad por el metal de los ochenta. “La banda sonora de canciones pop de los ochenta —Def Leppard, Poison, Quiet Riot, Sabbath, White Snake— siempre estaba relacionada con los momentos en que Ray se sentía atraído por el pasado”, dice McGuire. “Probablemente era la música que escuchaba con su padre en el auto camino al entrenamiento de béisbol”.