¿Cómo sobrevivir a una película de terror?
¿Cuántas veces, sea Halloween o no, te has encontrado viendo una película de terror y has pensado que todas esas muertes podrían haberse evitado si los protagonistas hubieran actuado de manera diferente? Salvar sus vidas y hacerse cargo del guión es tan fácil como actuar con coherencia y mantener la cabeza fría.
¿Qué hubiera pasado si la familia de Poltergeist (1982) hubiera comprado una casa más típica basada en un lote sencillo y sin historia en lugar de la que se construyó sobre un cementerio porque era sorprendentemente asequible?
La película no se habría hecho. Muchas veces, sobre todo en el subgénero slasher (ya sabes, los de adolescentes asesinados por un psicópata sin motivo aparente, como la serie Halloween o La Matanza de Texas (1974)), los personajes fallecen como consecuencia de una mala elección.
¿Qué hacer para sobrevivir en una película de terror?
Podemos poner fin a decenas de películas de terror con la ayuda de esta guía rápida y sus sencillos puntos porque la lógica entra en escena.
Sin embargo, también ayudamos a muchos personajes de ficción, si sabes cómo, sobrevivir a una película de terror es sencillo.
Prevenir riesgos
El curso de acción más seguro es detenerlo si cree que es peligroso, puede parecer obvio, pero ¿estás seguro de que quieres hacer esa tabla Ouija? ¿Los extraños sucesos que siguen sucediendo en tu casa no te hacen querer irte sin mirar atrás? Si sientes miedo, ponle atención porque es una forma de defensa.
Mantén tu smartphone cargado en todo momento
En las películas de terror, las tecnologías modernas podrían haber evitado muchas muertes, considera cuántos informes policiales o carreteras podría haber marcado Google Maps. Me gustaría una batería que esté siempre llena.
Asegúrate de que tu auto esté preparado (y que el tanque esté lleno) si tienes uno
¡Ay!, ese auto que no arranca porque el personaje principal ignoró las inspecciones legales o porque funciona con combustible de reserva por mucho tiempo.
Un coche averiado es una trampa mortal porque puedes quedarte atrapado dentro sin ningún lugar adonde ir mientras el monstruo actual se cuela dentro y rompe una de las lunas.
Evita subir escaleras
Todos los personajes de Scream y de muchas otras películas ya han demostrado que subir a los dormitorios o bajar al sótano (donde no hay salida) sólo le facilita las cosas al asesino.
Ni se te ocurra bajarlos. Tu mejor amiga es la puerta de salida, preferiblemente la delantera porque la trasera puede dar a un patio o a un jardín cerrado.
El baño no es el lugar ideal para esconderse
O no tienen ventanas, o tienen pequeñas aberturas de ventilación que no encajaban ni siquiera en la actriz más estilizada de Hollywood.
Al menos trata de esconderte en el dormitorio si ya nos ignoraste y subiste las escaleras al menos ve al dormitorio porque la ventana allí probablemente sea más grande y quizás puedas salir por ahí.
Evita todo lo que obviamente esté maldito
Similar a las tablas Ouija, que aparecen en numerosas películas de terror donde los personajes principales intentan comunicarse con los muertos, pero, en cambio, abren accidentalmente puertas infernales.
Esa desconfianza crece si su uso va acompañado de nuevos amigos imaginarios con nombres inequívocamente atractivos para los niños, como el Capitán Howdy, el demonio disfrazado utilizado en El Exorcista (1973) para apoderarse de Regan MacNeil.
Finalmente, la experiencia ha demostrado que todas estas mesas son igualmente efectivas para atraer demonios, independientemente de su edad o nivel de construcción casera.
Janet Hodgson de El Conjuro 2 (2016), cuya tabla Ouija dibujada en papel le dio acceso a una variedad de horrores, sirve como prueba de ello.
Todos pueden parecer sospechosos
Comencemos con todos los libros que supuestamente fueron sacados de lugares encantados, para evitar horrores como los que Stella Nicholls encontró en Historias de miedo para contar en la oscuridad (2019). Es mejor ser escéptico que arriesgarse.
La dulce melodía de las cajas musicales de origen desconocido suele ir acompañada de varios tipos de fantasmas, por lo que es mejor mantenerse alejado de ellos.
Por último, están los muñecos, también de origen desconocido, cuya inocencia los hace vulnerables a todo tipo de malvados que buscan la inmortalidad, como fue el caso de Charles Lee Ray en Chucky: El Muñeco del Diablo (1988) o la Bruja de Vacaciones del Terror (1989).
Quien inculcó el miedo a las muñecas en toda una generación de niños mexicanos. Más preocupante aún es que los demonios puedan utilizar esos mismos juguetes para encontrar nuevas víctimas, como demuestra el mítico caso Annabelle (2014), que se convertiría en uno de los más conocidos de los Warren.