Reseña de “Drácula: Mar de Sangre”, un thriller sangriento y oscuro sin lograr hacer justicia

“Drácula: Mar de Sangre” se aventura en el vasto océano del horror con la intención de transformar la bitácora del capitán del barco mercante Demeter en un viaje comparable a la claustrofóbica tensión de “Alien, el octavo pasajero”. Esta producción abraza el gore y el suspenso, llenando la trama con escenas oscuras que despiertan un entusiasmo macabro. Sin embargo, a pesar de su valiente esfuerzo por crear una experiencia escalofriante, el guion no coopera en la tarea de generar un interés duradero en la historia.

“Drácula: Mar de Sangre” da vida a una versión monstruosa del Conde Drácula, que parece estar más animalizado que nunca. Sin embargo, la película peca al no profundizar en las motivaciones de este icónico personaje, dejando al espectador con preguntas sin respuesta. Esta elección limita la comprensión de sus acciones y reduce la conexión como un simple tributo que la película rinde al personaje original de Bram Stoker.

Una característica destacada de la película es su valiente crudeza al presentar escenas en las que personajes indefensos no son salvados, diferenciándose así de otras producciones que buscan aumentar el suspenso a través de la esperanza de los más vulnerables. En este sombrío relato, nadie está a salvo y el tercer acto se sumerge en una sensación abrumadora de desesperanza. Aunque esta decisión contribuye a la atmósfera opresiva, no logra ser exitosamente resuelta, ya que el personaje de Clemens (Corey Hawkins) no logra demostrar una lucha que realmente pueda rivalizar de manera creíble contra la fuerza sobrenatural del vampiro.

Origen de la historia

La producción se basa en un inquietante episodio de “Drácula”, la icónica novela de Bram Stoker. La trama sigue el aterrador viaje del barco mercante Demeter, que transporta en secreto 50 misteriosas cajas de madera desde Carpatia hasta Londres. A medida que la tripulación lucha por sobrevivir en alta mar, son acosados por una presencia despiadada durante cada noche. Cuando finalmente el Demeter llega a las costas de Inglaterra, solo queda un naufragio carbonizado y abandonado, sin rastro alguno de la tripulación.

El reparto cuenta con actores como Corey Hawkins en el papel de Clemens, un médico unido a la tripulación; Aisling Franciosi como una miembro de la tripulación; Liam Cunningham como el capitán del barco; y David Dastmalchian como el primer oficial del Demeter. El elenco también incluye a talentos como Jon Jon Briones, Stefan Kapicic, Nikolai Nikolaeff y Javier Botet.

Dirigida por el maestro del terror noruego André Øvredal, conocido por películas como “Historias de miedo para contar en la oscuridad”, la película es una colaboración de Dreamworks Pictures y los productores de éxitos como “Zodiaco” y “El Cisne Negro”. El guion se nutre de la pluma de Bragi F. Schut, Stefan Ruzowitzky y Zak Olkewics, basándose en el capítulo “The Captain’s Log” de la novela “Drácula” de Bram Stoker.

En conclusión, “Drácula: Mar de Sangre” es una película que cautivará a los amantes del gore y la caza de monstruos, sumergiéndolos en un mundo de oscuridad y violencia. No obstante, a pesar de sus valientes esfuerzos, la película no logra honrar adecuadamente el capítulo de la obra maestra de Bram Stoker. La historia lucha por encontrar un equilibrio entre su visión macabra y el legado literario que busca homenajear.