¿Qué es el Forex y cuáles son sus riesgos?

La inversión en los mercados internacionales continúa creciendo, gracias a un mayor acceso a apps que permiten comprar y vender instrumentos financieros en cuestión de segundos. Con la crisis económica y la alta inflación producto de la guerra, muchos ahorradores están intentando encontrar alternativas que les permitan preservar el valor de su dinero, ahora que el sueldo tiene un poder de compra cada vez menor.

Entre ellas, las que han llamado más la atención de los inversores novatos locales son el mercado Forex y las criptomonedas, especialmente por su gran difusión en las redes sociales y los medios de comunicación masivos. No obstante, pocas personas que no provengan del mundo de las finanzas tienen claro qué es el Forex, su origen y funcionamiento. Esto está teniendo serias consecuencias, ya que muchos ahorradores terminan perdiendo sus fondos de toda una vida por apostar a un mercado muy complejo.

El Forex o mercado de cambios

Cuando se habla de Forex, se hace referencia al mercado internacional de divisas. En este ámbito se compran y venden las monedas que emiten los gobiernos soberanos, lo que permite conseguir un rendimiento a partir de las diferencias de cotización de las divisas a lo largo del día y en los diferentes mercados.

El trading Forex está deslocalizado, esto quiere decir que no se comercia en un lugar fijo sino que las transacciones se dan entre una compleja red de intercambios electrónicos entre bancos, instituciones y actores privados.

¿Por qué es tan arriesgado invertir en Forex?

La forma en que un inversor intenta obtener un rendimiento en este sistema es a través de los cambios de valor entre pares de monedas durante una jornada o en distintos países. Por ejemplo, un particular que compra dólares con euros cree que la divisa estadounidense se apreciará, para así poder venderlos y conseguir más euros a cambio que los invertidos inicialmente. La diferencia de cotización suele ser de unos pocos céntimos, pero cuando el capital en juego es grande, esta podría generar una rentabilidad importante.

Esto hace de estas operaciones algo muy arriesgado, porque así como una moneda puede apreciarse, también puede perder valor por políticas económicas de los países o eventos excepcionales. En estos casos, en lugar de obtener un beneficio, el inversor puede perder miles de euros de un momento a otro.

Los errores más comunes de los principiantes

Invertir en Forex no es una actividad apta para cualquiera. La cotización de las divisas puede cambiar muy rápidamente durante el transcurso de un día, en los diferentes mercados bursátiles, por lo que es muy fácil sufrir fuertes pérdidas por un cambio de tendencia. Expectativas que no se cumplen, el aumento del déficit fiscal o el endeudamiento suelen impulsar grandes variaciones del tipo de cambio, que inversores amateurs no están capacitados para prever. El error fundamental de los ahorradores principiantes es no dedicar tiempo a la formación en finanzas antes de poner en juego su dinero.

Otra mala decisión usual de los novatos es apostar un gran capital a un único par de monedas. De está forma, cuando se produce un cambio brusco, las consecuencias son tan graves que podrían hacerles perder todo su dinero. Los brókers experimentados cuentan con un cartera de inversiones diversificada que les permite contrarrestar buena parte de los vaivenes de precios y estar mejor cubiertos ante imprevistos. Si bien las crisis generalizadas hacen sentir su efecto en todo el mercado Forex, el contar con otras alternativas de inversión, como los bonos o las criptomonedas, ayuda a amortiguar el impacto para el ahorrador.

Por último, otra equivocación grave que cometen los inversores que apuestan fuerte sin saber qué es el Forex es el abuso del apalancamiento. Este problema tiene que ver con la propia naturaleza de este mercado: como el márgen de compra y venta de una divisa es tan estrecho, un inversor necesita poner en juego un gran capital para hacer una diferencia significativa. El apalancamiento funciona como un préstamo, permitiendo cubrir esa necesidad de dinero, pero exponiendo a un pequeño inversor a pérdidas de una magnitud tal que podrían llevarlo a la bancarrota.