¿Es sano revisar el teléfono de tu pareja? ¡Pues NO! Y aquí te explicamos algunas razones
Todos, absolutamente TODOS, hemos pasado en algún momento por esa situación extraña en la que te dan unas inaguantables ganas repentinas de tomar el celular de tu pareja y revisarlo. Como dice el dicho, “el que busca, ¡encuentra!”, aunque a la mayoría pareciera no importarle ese sabio refrán.
Esto hace que nos planteemos una pregunta bastante interesante: ¿Es correcto que revisemos el teléfono de nuestra pareja? Y la respuesta, evidentemente, es NO.
Todo el que haya tenido la tentación, así haya sido mínima, de hacerlo lo sabe. Cuando sospechamos que algo está ocurriendo, es mejor obtener los datos de otra manera que no sea vulnerando e irrespetando el espacio de intimidad que necesita cada uno de los miembros de la pareja. Mantener espacios personales es fundamental en una relación sana.
La curiosidad, más que todo, y querer conocer y “controlar” a nuestra pareja es un impulso muy humano y comprensible, pero tener la necesidad de revisar su teléfono es una muestra clara de inseguridad personal, afirma Susana de Cruylles, psicóloga clínica del Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Cuando una relación es honesta y sincera, y la comunicación es buena, no hay necesidad alguna de estar espiando.
Revisar el teléfono de tu pareja se presta igualmente a malas interpretaciones. Mensajes como “disfruté mucho, me gustaría repetirlo”, “lo pasamos muy bien anoche” o “cada vez estás mejor”, pueden parecer comprometedores, pero tal vez sean sencillos e inocentes. OJO, tampoco es bueno confiarnos y tomar todo a la ligera, recuerden que así como pueden ser inocentes, también pueden tener su gato encerrado. ;)
¿Qué hacer si encontramos algo sospechoso?
Si se tiene la tentación de revisar el teléfono de la pareja y se hace una vez, habrá una segunda, una tercera y pare de contar de veces que lo harás y no será sano para ti, ni para la relación. Si se encuentra una evidencia sutil, o contundente, se debe replantear la relación y dar el paso siguiente que, en algunos casos, consiste en poner las cartas sobre la mesa y que la pareja hable claramente hasta llegar a una decisión racional para ambos con la que están conformes.
Revelar que lo hemos revisado, causará gran enfado y una futura desconfianza por parte del agraviado, causando una pelea aún mayor, pero tampoco es bueno callar cuando se descubre algo, a menos que se quiera indagar un poco más acerca de la situación hasta que llegue el momento de afrontarlo, aunque esta no sea una vía sana.
Lo que ocurra después en la relación de pareja depende mucho del carácter y la personalidad de cada uno. Hay quienes no necesitan más pruebas y echan directamente a su pareja fuera de casa y terminan la relación. Otros prefieren pasar por una discusión fuerte pidiendo explicaciones. Unos discuten sin pedir mayores explicaciones. Los más relajados postergan la conversación al respecto para el momento que se logre encontrar la calma, disimulan mientras tanto e intentan obtener más información de otras maneras.
Ninguna de esas posiciones realmente es la mejor frente a la situación y lo más probable es la pareja pueda reprochar, y estará en su derecho, porque se le ha vulnerado un espacio personal.
Así que desde un principio la mejor opción es NO revisar el teléfono de tu pareja. Si hay una sospecha, es mejor enfrentarle directamente con preguntas directas.
Consecuencias al hacerlo
1. Estás invadiendo su privacidad, ¿estás consciente de eso?
Esta consecuencia es básica: hacer esto, bajo la excusa que sea, no es una buena muestra de afecto. Cada uno merece su propio espacio, sobre todo en su teléfono, y al invadir su espacio, le das una buena excusa para invadir el tuyo.
2. Falta de respeto, de ambas partes
Revisar su celular podría llevar a una discusión en la que, probablemente, no se traten con respeto. Él o ella, de hecho, podría tomar esta acción como una falta tanto privacidad, como de respeto.
3. Celos. Celos, celos, y más celos
¿Qué podría pasar si lo haces? ¿Qué podrías encontrar? Una sola cosa: CELOS. No necesariamente porque tengas razones para sentirte de esa manera, sino porque hasta el mensaje que le envío a su prima te parecerá comprometedor.
Por eso mi opinión personal, es que preferiblemente no lo hagas. Causará problemas mayores y no te permitirá vivir sanamente tu relación. Confía en tu pareja, pero primeramente CONFÍA EN TI, lo que eres, lo que vales y lo que es más sano para ti.