Reseña de “Wish: El Poder de los Deseos”, no hace justicia a los 100 años de Disney

La recepción de los estrenos más recientes de Disney no ha sido la que el estudio hubiese deseado. Una vez más esto ocurre con la película animada “Wish: El Poder de los Deseos”, una cinta con la que Disney buscaba hacer tributo a sus 10 años, pero que a final de cuentas se siente como una entrega a la que le hizo falta el sentimiento y la creatividad de historias como Coco o Moana.

Desde su estreno el pasado 22 de noviembre, Wish ha recaudado unos 106.9 millones de dólares a nivel mundial, lo que la mantiene a mitad de camino de su presupuesto de producción de 200 millones de dólares, sin contar gastos promocionales de la película.

Una trama no explotada

Un rey que secuestra los deseos de las personas del pueblo con la promesa de hacérselos realidad algún día, suena como algo interesante si en esa comunidad se vive bajo algún problema socio-político o bajo alguna crisis económica que mantenga a la mayoría luchando por sobrevivir el día a día. Sin embargo, en el pueblo que vemos en Wish todos se ven muy felices y sus sueños, al menos los pocos que logramos ver representados en las burbujas, se ven bastante sencillos: como ser una costurera de hermosos vestidos, o un cantautor reconocido en el pueblo, etc.

Desde ese punto de vista, la trama no es lo suficientemente explotada como para generar un mayor drama que capte la atención de la audiencia. La única injusticia es que básicamente el rey decide qué sueños cumplir a su conveniencia.

Una resolución predecible

No es de extrañarse que con lo básico de la trama, se termine llegando a una resolución esperada. Asha (Ariana DeBose) salva el día porque una estrella mágica la elige por el poder del guion para ayudarla a derrotar al rey mago Magnífico (Chris Pine).

En ningún momento Asha debe aprender a utilizar magia, ni hace ningún esfuerzo que le lleve a poder igualar el poder de Magnífico para contrarrestarlo. Ella simplemente salva el día. Es una heroína porque sí. No hay un desarrollo real del personaje.

Lo mismo ocurre con Magnífico. Sabemos muy poco de él y de cuáles fueron realmente sus motivaciones o causas para corromperse.

Musicales olvidables

Aún cuando las escenas musicales son bastantes melodiosas, la audiencia abandona la sala sin estar repitiendo algún coro de las letras de las canciones que han escuchado. No es como el caso de “Libre soy” de Frozen o “Bajo el mar” y “Bésala” de la Sirenita. Ninguna de las canciones de Wish termina haciendo eco en la audiencia. Un detalle lamentable para una película que celebra los 100 años de Disney.

En conclusión, Wish: El Poder de los Deseos es una película entretenida, pero básica. La historia sirve para atrapar a los más pequeños de la casa, pero puede resultar un tanto floja o aburrida para los más grandes. Se agradecen los cameos de personajes como Peter Pan y Bambi, entre otros guiños, pero que por la sencilles de la historia, no llegan a ser de relevancia o memorables, incluso algunos pueden pasar desapercibidos.