Primer fin de semana de estreno del film “Candyman” (notas de la producción)

El cineasta ganador del Óscar, Jordan Peele, da rienda suelta a una nueva versión de una escalofriante leyenda urbana: Candyman. La cineasta, Nia DaCosta (directora de Little Woods, y próximamente de The Marvels), dirige esta representación contemporánea de este clásico de culto. A continuación, encuentra toda la información acerca de la producción de “Candyman”, el thriller de terror recién estrenado este fin de semana.

Desde que tienen memoria, los residentes de la unidad habitacional del barrio Cabrini-Green de Chicago estaban aterrorizados por una historia de fantasmas que pasaba de boca en boca acerca de un asesino sobrenatural con un gancho en la mano. Aquellos que se atrevieran a invocarlo sólo tenían que repetir su nombre cinco veces frente a un espejo. En la época actual, una década después de la demolición de la última de las torres Cabrini, el artista visual Anthony McCoy (papel que interpreta el ganador del Emmy YAHYA ABDUL-MATEEN II, actor en Watchmen y Us) y su socia Brianna Cartwright (papel que interpreta TEYONAH PARRIS, actriz de las series WandaVision e If Beale Street Could Talk) que es directora de una galería de arte se mudan a un lujoso loft en Cabrini, que ha sufrido una gentrificación que supera lo concebible y ahora sus residentes son millennials en ascenso.

Cuando la carrera de pintor de Anthony está a punto de estancarse, un encuentro casual con un antiguo residente de Cabrini-Green (papel que interpreta COLMAN DOMINGO que actuó en Zola, Ma Rainey’s Black Bottom e If Beale Street Could Talk), Anthony descubre la horrible historia real detrás de Candyman. Como se siente ansioso por mantener su estatus en el mundo del arte de Chicago y alentado por Anthony, su comerciante blanco de arte, empieza a indagar sobre estos macabros detalles en su estudio a manera de una nueva inspiración para sus cuadros, y sin saberlo abre una puerta hacia un pasado complejo que pone en peligro su propia cordura y desata una aterradora ola de violencia que lo hará enfrentarse al destino.

En Candyman también actúan NATHAN STEWART-JARRETT (actor en la serie Generation de HBO y en la película The Kid Who Would Be King) quien interpreta a  Troy Cartwright, el hermano de Brianna; BRIAN KING (Widows) es Clive Privler, el dueño de la galería de arte; CARL CLEMONS-HOPKINS (Hacks de HBO) es el artista conceptual Jameson; REBECCA SPENCE (Utopia de Amazon) es la crítica de arte Finley Stephens; KYLE KAMINSKY (DriverX) es Grady Greenberg, el novio de Troy; VANESSA ESTELLE WILLIAMS, quien actuó en la cinta Candyman de 1992 interpreta el papel de Anne-Marie McCoy; y TONY TODD como Daniel Robitaille.

Universal Pictures y Metro Goldwyn Mayer Pictures presentan la película Candyman en asociación con BRON Creative, Jordan Peele y WIN ROSENFELD de Monkeypaw Productions. La directora es Nia DaCosta y la producen IAN COOPER (Nope, que estrenará en 2022 y Us), Rosenfeld y Peele. El guión lo escribieron Peele & Rosenfeld y DaCosta. Los productores ejecutivos de la cinta son DAVID KERN, AARON L. GILBERT y JASON CLOTH.

El director de fotografía es JOHN GULESERIAN (Love, Simon); su diseñadora de producción, CARA BROWER (The Marvels en 2022); y la edición corrió a cargo de CATRIN HEDSTRÖM (Little Woods). ROBERT AIKI AUBREY LOWE (colaborador musical de It Comes at Night) compuso la música original de Candyman y la diseñadora de vestuario es LIZZIE COOK (The Chi de Showtime).

LA HISTORIA

Una leyenda urbana, la verdad estadounidense

La historia de Candyman  

Estrenada en el otoño de 1992la película Candyman de Bernard Rose marcó un momento trascendental en la historia del género de horror. Por primera vez un hombre afroamericano interpretó el rol antagónico principal en una importante película estadounidense de terror. Él era un “monstruo” cinematográfico diferente a todos los que habían existido anteriormente en la cultura pop occidental. Jordan Peele tenía 13 años en esa época. “Yo era un fanático del horror cuando era un niño, pero no teníamos un Freddy Krueger o un Black Jason Voorhees que fueran afroamericanos”, comenta. “Por lo tanto, cuando Candyman salió, fue una cinta muy atrevida y catártica. Además era aterradora. A pesar de que hay muchos ejemplos de gente negra en las cintas de horror, este personaje en particular me parecía un auténtico renegado”.

Basada en la novela gráfica “The Forbidden” de Clive Barker, el largometraje de 1992 narra la historia de la estudiante de posgrado Helen Lyle (Virginia Madsen), quien está haciendo una investigación para su tesis sobre las leyendas urbanas. Ella está interesada en un mito que ha sobrevivido en la deplorable unidad habitacional Cabrini-Green en la ciudad de Chicago. 

La creencia de la gente de Cabrini-Green, es que, si alguien pronuncia el nombre de Candyman cinco veces ante un espejo, este personaje aparecerá armado con un gancho en vez de mano para matarlo. Mientras la indagación de Helen continúa, varias muertes atroces surgen a su paso y ella descubre el origen de la historia tras la leyenda: Un artista negro que vivió en el siglo XIX, Daniel Robitaille (Tony Todd), se enamoró de una joven blanca a quien él estaba retratando. Por este crimen, una turba formada por gente de raza blanca lo linchó. Le cortaron la mano, lo untaron con miel y le soltaron un enjambre de abejas encima antes de quemarlo vivo. Sus cenizas fueron esparcidas en lo que entonces era el terreno del desarrollo urbano Cabrini-Green. Desde entonces, su fantasma ha aterrorizado a los habitantes de esa zona. 

En la época en que la película era considerada una cinta de culto y gozaba de popularidad, Peele y su amigo (su ahora productor asociado) Ian Cooper crecían juntos en el Upper West Side de Manhattan en Nueva York. A través de los años, ellos verían esta película una y otra vez. 

“Cuando estudiaba el segundo año de preparatoria, Jordan había acumulado una impresionante colección de películas en VHS (ordenadas alfabéticamente y por género) que ocupaba todo el espacio en los estantes de su habitación”, comenta Ian Cooper. “Ahorrábamos y juntábamos nuestro dinero y así nos alcanzaba para comprar películas. Casi todas las cintas que fueron significativas en mi formación y que influyeron en mí como cineasta, las vi por primera vez sentado en la cama de Jordan”. 

Juntos vieron Candyman muchas veces. “Nos encantaba esa película”, dice Cooper. “En la representación que hace Tony Todd de Candyman, atestiguamos el surgimiento de un villano dominante, seductor, complejo, romántico, dinámico y aterrador, encarnado con regocijo por un actor de color. Solíamos recitar los parlamentos palabra por palabra, nos obsesionaban los personajes con muy poco tiempo en pantalla, y generalmente hacíamos un análisis concienzudo de cada detalle. Este tipo de estudio minucioso se convirtió en la piedra angular de nuestra amistad y sigue siendo el territorio en común sobre el cual jugamos y creamos cuando trabajamos juntos”. 

A pesar de sus admirables cualidades, el largometraje de 1992 fue complicado, aún para su tiempo. Entre sus deficiencias destacaba la pregunta de por qué un hombre afroamericano que había sido víctima de la violencia blanca ahora aterrorizaba a la comunidad afroamericana, y por qué una mujer blanca era el centro de esta historia. “La película original exploraba la leyenda de Candyman desde la perspectiva de Helen”, señala Peele. “Pero esa película me parecía como si fuera una película para gente afroamericana. Era una película para mí. Por lo tanto, quería hacer un largometraje que recreara esta historia fantasmagórica desde una perspectiva afroamericana”.

EL GUIÓN Y LA DIRECCIÓN

La resurrección de Candyman

Una nueva perspectiva y un nuevo director

Desde que inició el proceso de resucitar a Candyman para una nueva generación, Jordan Peele y sus colegas productores de Monkeypaw Win Rosenfeld y Ian Cooper decidieron que ellos contarían la historia con una voz nueva y fresca. En Nia DaCosta encontraron a su cineasta ideal, ya que su primer largometraje, Little Woods, los había impresionado con su impecable narrativa y sus complejos temas del mundo real. 

“Cuando nos dimos a la tarea de buscar un director, queríamos a alguien que pudiera sumergirse en el mundo que estábamos creando y fuera capaz de trabajar con lo que finalmente se estaba convirtiendo en una pieza de carácter”, subraya Win Rosenfeld.  “El trabajo de Nia en Little Woods  lograba exponer aspectos de problemas sociales incisivos en una forma no didáctica que al mismo tiempo le permitía al público estar muy cerca de los personajes que estaban inmersos en situaciones desesperadas. Ella era la elección perfecta para Candyman. La vida que ella le inyectaba y la manera en que le dio forma a la película no se pueden pasar por alto”.

Para DaCosta, la conexión con Peele fue orgánica e inmediata. “Jordan es muy bueno para traer los conflictos sociales al terreno del género de horror”, asevera Nia DaCosta. “Nos identificamos por la forma en que percibimos el horror y por nuestro amor por ese género. Analizar qué es el horror, cómo se representa, qué significa y porqué es importante. Sobre eso trataban muchas de nuestras conversaciones”.

Peele y Rosenfeld ya habían comenzado a trabajar en el guión y sabían que el largometraje se sumergiría en aguas profundas, confrontando a la vieja historia norteamericana de violencia blanca con la gente negra y exploraría temas como la gentrificación, el arte y el poder, tanto destructivo como transformador, de la narrativa. “El trabajo de Jordan y todo lo que hacemos en Monkeypaw se basa en la idea de que el público es inteligente”, explica Rosenfeld. “A los espectadores les gusta ser desafiados e involucrarse con la historia. No les molesta que se les exija más; les gusta abandonar la sala de cine con algo para reflexionar y discutir. El público puede divertirse con una película a la vez que son estimulados intelectualmente. A veces Hollywood puede simplificar sus producciones en exceso en un intento desesperado para lograr que más gente vea sus películas, pero la filosofía de Jordan es todo lo contrario. Si seguimos desafiando al público con un cine de arte trascendente y entretenido, ellos seguirán regresando”. 

Con DaCosta en el equipo, el libreto entró en una nueva fase en la que Peele, Rosenfeld y ella empezaron a trabajar juntos para terminarlo. “Win, Nia y yo desarrollamos una auténtica sinergia en la película; cada uno de nosotros aportó algo diferente al proyecto”, asegura Peele. “Yo estuve al alcance de Nia por si necesitaba mi ayuda, pero fue sencillo apoyar sus decisiones y el hecho de que ella asumiera el control como directora”. 

Las ideas detrás de la cinta son tanto atemporales como oportunas, pues son adecuadas para los tiempos que corren actualmente.“Candyman es una emocionante historia que puede ser narrada en cualquier época porque es una leyenda inmortal”, afirma DaCosta. “La crónica de violencia se repite en ciclos y los seres humanos solemos procesar el trauma y el duelo, en una forma colectiva, a través de los relatos; era como si la historia de Candyman pudiese ser contada en cualquier momento. Es también un largometraje que apela directamente a la vida y la cultura afroamericana. En cierta forma, el personaje de Candyman es un mito y un monstruo, pero ya sabemos que, con frecuencia, Estados Unidos fabrica monstruos a partir de los hombres afroamericanos. No es necesariamente lo que realmente son… o por qué lo son. Me interesaba decir la verdad acerca del dolor que existe en el centro de la vida de la gente afroamericana en Estados Unidos, pero también quería mostrar la esperanza y el poder que emanan de la creatividad y de la comunidad afroamericana”.

Violencia blanca, dolor negro

La urgencia vívida de Candyman 

Candyman es, en esencia, una alegoría sobre el racismo en los Estados Unidos”,  señala Jordan Peele. “En esta película Nia ha explorado el aspecto racial en sus múltiples niveles, desde lo incómodo que puede ser el tema hasta niveles totalmente devastadores. Cuando el público asiste a ver una cinta de horror, en cierta manera ellos se embarcan en un contrato que dice: ‘Estoy aquí para que me maten del susto. Estoy aquí para que me traumaticen y me desafíen’. Lo trascendente y especial acerca del género es que nos permite explorar los horrores que existen en la vida real. En Candyman, Nia expone el horror seminal relacionado con la violencia racial en este país”.

 En el largometraje de 1992, Candyman secuestra a un bebé, Anthony McCoy, del departamento de su madre, Anne-Marie McCoy (Vanessa Estelle Williams), ubicado en Cabrini-Green. En la nueva película, situada 30 años después, Anthony McCoy (Yahya Abdul-Matten II) el personaje principal y ha crecido sin recordar y sin saber de dicho incidente de su infancia. Ignorante de su propia historia, él se muda al ahora aburguesado vecindario, donde alguna vez estuvo Cabrini-Green. Cuando él conoce a William Burke (Colman Domingo), un viejo sabio y experto, Burke le cuenta la leyenda de Candyman; sin embargo, Anthony aún no entiende cuál es la conexión que su propia historia tiene con Candyman. 

Mientras los cineastas desarrollaban la historia también definieron la identidad de Candyman. Ya no sería solamente la encarnación sobrenatural de Daniel Robitaille, sino un ente mucho más poderoso, peligroso y cargado de dolor. “No es meramente el caso de un hombre afroamericano que ha sido víctima de la violencia injustificada”, comenta Ian Cooper. “Se han suscitado un ciclo interminable de actos violentos en contra de los hombres afroamericanos en este barrio y en este país”. En esta película, Candyman es la encarnación del dolor, la ira y la rabia de muchos hombres afroamericanos que han muerto debido a la violencia blanca. O como dice William Burke en la película, “Candyman no solamente es un individuo. Candyman representa a toda una comunidad”. 

Esa decisión creativa logra conectar a la cinta no solo con la historia de un hombre del pasado, sino con millones de historias, del pasado y del presente. “Candyman es un personaje eterno”, observa Peele. “Va más allá de la vida de un hombre específico, pues es un concepto y un arquetipo. Candyman es el Coco, el hombre de la bolsa o del costal; la idea trasciende las fronteras del tiempo y el espacio. Tomamos como base la película original pero le agregamos un  mayor sentido de apremio, para contar que este monstruo llevaba un largo tiempo escondido debajo de la alfombra”. 

La película no solo descubre a este personaje, sino que arranca esa alfombra del piso para liberarlo. “Candyman aborda el tema de la muerte de un hombre afroamericano causada por la violencia blanca”, acota DaCosta. “Cuando la gente escucha la palabra ‘linchamiento’ piensa en algo que pertenece a otros tiempos, al pasado; lo que esta cinta rescata es que los linchamientos no son algo del pasado; son incidentes están pasando en la actualidad”.

Es digno de mencionar que la violencia en contra de los individuos afroamericanos en la película no se muestra explícitamente, sino que se exhibe a través de un poderoso e inquietante teatro de sombras con títeres. “Quise ser muy cuidadosa con la forma de mostrar los actos violentos en contra de la gente afroamericana en la cinta”, explica DaCosta. “En el primer largometraje había muertes a diestra y siniestra;  en el nuevo no pasa eso. La creación de sombras con los títeres, que es una antigua forma de contar historias, fue muy útil para expresar las agresiones; además ésta lograba conectar con el aspecto mitológico de Candyman”.

Leyendas urbanas

El poder de la narrativa 

Las historias que contamos —y las que no— definen cómo percibimos al mundo y a nosotros mismos. Las historias pueden salvar, empoderar y sanar; sin embargo también pueden matar cuándo la verdad se distorsiona”, algo que Jordan ha señalado frecuentemente: ‘El Monstruo de Candyman es narrativa pura’”, añade Ian Cooper. “Nos conmovía pensar en Candyman como la manifestación de la narrativa colectiva. Iba de la mano con la naturaleza cíclica de la violencia en contra de la comunidad negra en los Estados Unidos. Era el proceso de contar a un amigo una historia que es producto de la mala interpretación de datos y de información poco confiable; posteriormente este amigo va y le cuenta la misma historia a su primo y luego el primo se la cuenta a una amiga. Este proceso de comunicación constituye el origen de las leyendas urbanas y frecuentemente es un factor que promueve los ciclos de violencia en la vida cotidiana de los Estados Unidos”.  

Candyman, añade Peele, casi puede ser considerado como el santo patrono de las leyendas urbanas. “Él es un compendio de todas ellas —el fantasma del espejo, el gancho, las navajas en los dulces”, dice Peele. “Todas esas cosas que hemos escuchado, pero que no sabemos si son ciertas. La belleza de las leyendas urbanas es que cambian con el tiempo, pero lo esencial, los detalles finos, permanecen inamovibles. Es difícil definir cuál es la función de los mitos urbanos; tal vez son fábulas o la expresión de los miedos reprimidos de toda una comunidad, pero en el caso de la leyenda de Candyman más bien se trata de la interacción con la comunidad y de saber de lo que uno debe protegerse”.

Los mitos urbanos también pueden revelar verdades ocultas de los lugares y culturas en un momento determinado. “Las leyendas urbanas son un medio para empatizar con las comunidades y para acercarlas”, explica Win Rosenfeld. “Las leyendas urbanas existen para asustarnos y para que gocemos, con otras personas, la emoción de ser asustados. Pero si los analizas detenidamente, casi todos estos mitos dicen algo sobre la época en que se originaron y sobre la naturaleza humana. No es necesario pensar demasiado para entender por qué es emocionante y terrorífico decir la palabra ‘Candyman’ cinco veces mientras te miras al espejo. Claro que es espantoso que un demonio pueda aparecer de la nada, pero también implica hacer un alto para verte a los ojos y preguntarte: ‘¿Cuál es el demonio que vive en mí?’”

Las leyendas también son una herramienta para que las comunidades puedan sobrellevar la realidad cuando ésta es muy difícil de soportar. “Transmitir las leyendas y cuentos de generación en generación es una manera de enfrentar los horrores que vivimos hoy en día”, asevera DaCosta. “Es un modo de proteger a nuestras familias y a nosotros mismos de las infamias que existen al interior de nuestras comunidades. Mientras hacíamos a película tomé la decisión de ser muy cuidadosa para trazar una línea entre el horror que entretiene al público y los traumas de la realidad. La cinta apela a las situaciones terribles que los individuos pasan en la vida real y al hecho de que las comunidades guardan luto y se afligen juntas. Trata sobre los cuentos que nos contamos para sobreponernos y entender dichas situaciones”.

La narrativa en la historia conforma a los personajes en modos inesperados. El personaje protagónico, Anthony McCoy, atestigua como su carrera en el arte despega solamente cuando su identidad es relacionada con un evento que atrapa la imaginación del público. “Tal vez Anthony comienza como un artista mediocre, pero cuando un comerciante de arte es asesinado brutalmente en la noche de la inauguración de su exposición, instantáneamente Anthony se torna interesante para el mundo del arte”, señala Peele. “Hay algo en Anthony que lo hace más importante que el propio arte”.

La gentrificación y la destrucción 

Borrando a Cabrini Green

Desde un principio, los cineastas ubicaron al largometraje en el viejo barrio Cabrini-Green de Chicago y se esforzaron por incorporar la evolución del vecindario dentro de la historia que contarían. Cabrini- Green era un enorme centro habitacional construido entre 1942 y 1958 en un área de 70 hectáreas de la zona norte de Chicago; durante su máximo esplendor, este complejo habitacional albergaba a más de 15,000 personas distribuidas en sus 23 altos edificios y 586 casas adosadas de una planta. Hacia1970 el complejo de viviendas se había transformado en un símbolo nacional de pobreza urbana, del crimen, la violencia, las drogas, la desigualdad racial y la desesperanza. Este era el escenario de la primera versión de Candyman que se filmó en 1992.

“En Candyman de 1992, Cabrini-Green es un lugar aterrador”, explica Win Rosenfeld. “La cinta narra la historia de una académica blanca que investiga este ‘terrorífico’ sitio; cuando reflexionamos sobre esta anécdota, consideramos que ofrecía una visión muy simplista de las relaciones raciales en los Estados Unidos. Por lo tanto, decidimos darle la vuelta. En esta película de Candyman, Cabrini-Green ya se ha gentrificado. El barrio ha cambiado mucho, y con el cambio llega el flujo de dinero fresco; parte de lo que queremos expresar a través de la película es que el dolor no se puede borrar tan fácilmente. No se puede borrar toda una tradición de opresión con tan solo demoler edificios y construir otros nuevos encima. Ese pesar permanece ahí; para nosotros Candyman representa esa verdad, y debajo de todo eso yace un secreto sin resolver”.

En 1995, los viejos edificios de Cabrini-Green fueron arrasados. Hacia 2011, ya no quedaba evidencia alguna de su existencia. “Un aspecto que discutimos durante la fase de desarrollo fue el proceso de gentrificación del lugar, que tiene muchas facetas y complejidades”, sostiene Ian Cooper. “Llegamos a la conclusión de que la mejor manera de hacer la película era abordando las intrincadas capas de dicha gentrificación. Debido a que la cinta está situada en el mundo artístico contemporáneo, aprovechamos la oportunidad para integrar las relaciones de los artistas en proceso de transformación en el estatus social y económico del vecindario”.

Filmar en el barrio fue inquietante y conmovedor para los actores. “Este no es el Cabrini-Green que los espectadores conocieron en Candyman de 1992”, comenta Yahya Abdul-Mateen II. “Las torres fueron demolidas y reemplazadas por bellos departamentos. También abandonaron las casas. Al caminar por las calles vacías era inevitable pensar en todas las familias desplazadas. ¿A dónde fueron a parar? Ahora parece un pueblo fantasma”.  

Ese cambio en el vecindario dio forma al relato que Nia DaCosta y sus colegas cineastas deseaban contar. “La gentrificación nos ayudó a recrear la historia, pues Cabrini-Green ya no existe”, añade DaCosta. “En el largometraje hablamos sobre los fantasmas que permanecieron allí”. William Burke, el personaje de Colman Domingo, presta su voz a esos espectros, asegurándose de que los demás personajes y el público los escuchen. “El objetivo de Burke es asegurarse de que todos aquellos que gentrificaron el barrio carguen con el pasado del lugar”, expresa Domingo. “Su mantra es que ellos no pueden llevarse solamente la mitad del paquete: tienen que llevárselo todo. Deben tomar lo que hay en la tierra, en los árboles, todo el malestar acumulado en el lugar donde ahora se yergue la nueva sucursal del Whole Foods, el supermercado de productos orgánicos”.

LOS PERSONAJES

Anthony McCoy

Yahya Abdul-Mateen II 

El ganador del Emmy Yahya Abdul-Mateen II interpreta a Anthony McCoy, un artista de Chicago cuya carrera no está pasando por un buen momento y se muda con su novia Brianna Cartwright (Teyonah Parris) al viejo vecindario de Cabrini-Green para recuperar su estabilidad artística y mejorar su perfil en la competitiva escena artística. Él va a buscar inspiración a los viejos edificios que se encuentran en las orillas de la comunidad a donde la gentrificación no ha llegado aún. Cuando se encuentra con William Burke (Colman Domingo) y escucha la leyenda de Candyman, su interés por esta historia comienza, lentamente, a transformarse en obsesión, mientras que su mente y su cuerpo comienzan a deshacerse. “Cuando vemos por primera vez a Anthony, él está un poco deprimido”, dice Yahya Abdul-Mateen II. “Él había sido muy popular como el nuevo y rutilante artista, pero ahora esa popularidad se ha enfriado”. 

La leyenda de Candyman orienta la visión artística de Anthony hacia un camino más oscuro y más político que su predecesora. “Anthony crea una pieza llamada ‘Say My Name’ (Di mi nombre), que le entusiasma mucho”, relata Abdul-Mateen. “Ha encontrado, por primera vez en mucho tiempo, una obra de arte que le interesa porque tiene algo que decir. A través de esta pieza expresa la brutalidad policial, los traumas, la victimización y la opresión. Le emociona crear una obra de arte que fuerce a la gente a mirarse en el espejo, a confrontar la brutalidad policíaca, a enfrentar los temas de su arte. Está muy optimista y emocionado por compartir su creación con el mundo.”

Para interpretar a Anthony, Abdul-Mateen se inspiró en la muerte de Eric Garner en 2014. Garner murió después de que la policía de Nueva York lo inmovilizó mientras lo estrangulaba en Staten Island, cuando lo arrestaron por vender cigarrillos sueltos. Su insistente súplica, “No puedo respirar”, se convirtió en el grito de guerra del movimiento por los derechos civiles y en contra del uso excesivo de la fuerza y de la brutalidad policíaca. 

“El caso de Eric Garner muestra cómo las víctimas son transformadas en algo que no son; cómo una víctima es convertida en un monstruo”, precisa Abdul-Mateen. “Él fue una víctima, pero en sentido figurado, su nombre se convirtió en un arma. Eric Garner se volvió parte de una cultura, de una movilización que transformó su victimización en un movimiento anti policía”.

Esta película es el segundo proyecto de Abdul-Mateen con Jordan Peele después de su papel de reparto en Us, la exitosa película de horror del 2019. “Me llegó la oportunidad de participar en Us y pude actuar en ese set por un par de días”, señala Abdul-Mateen. “En ese momento Jordan estaba buscando a alguien que hiciera el papel de Anthony; considero que mi cercanía con Jordan, Ian Cooper y el equipo de Monkeypaw me ayudó a obtener ese rol. Me reuní con Nia DaCosta y ella fue increíble. Cuando vi su película Little Woods, pude notar que ella sabe cómo dirigir a los actores para lograr interpretaciones notables”.

 DaCosta y el equipo Monkeypaw encontraron en Abdul-Mateen a un actor capaz de conferir profundidad y complejidad a un personaje sin dejar cabos sueltos. “Yahya tiene la habilidad de un camaleón y al mismo tiempo, él es único y singular”, observa Peele. “Es uno de esos tipos que pueden alcanzar matices interpretativos insospechados”.

El rol de Anthony requería a un actor con el que el público pudiera identificarse, pero que también fuese capaz de llegar a lugares emocionales peligrosos. “Yahya es muy dinámico”, dice Win Rosenfeld. “Puede expresar muchas emociones diferentes a la vez en una forma muy auténtica. Vaya, no hay manera de que sea tan apuesto y simpático. Puede ser considerado y amenazante; un nerd o un individuo carismático, todo ello en la misma película. Eso ya es mucho pedir, pero Yahya es muy talentoso”.

Nia DaCosta está de acuerdo. “Era lógico incluir a Yahya en el reparto”, asegura DaCosta. “Cuando lo vi actuar en Us me pareció que era un actor muy convincente. Yahya puede interpretar cualquier papel, aunque sea pequeño, y lograr un personaje completo. Él es un gran actor; en alguna ocasión pudimos conversar y percibí que nuestras opiniones sobre Anthony coincidían, y eso me permitió darle mayor autonomía”.

Para el papel, Abdul-Mateen buscó en sí mismo y encontró conexiones muy personales con el personaje. “Anthony se parece mucho a mí”, afirma Abdul-Mateen. “Yo también soy un artista. Soy sensible y ambicioso; he experimentado ser popular en un momento y después caer en el olvido, para posteriormente crear algo especial en el siguiente papel. También he sido el novato que busca inspiración. He pasado por todas esas facetas en carne propia. Anthony se refleja en mi personalidad, mi propia naturaleza, por eso fue divertido buscar dentro de mí y permitir que mi faceta más suave, sensible y curiosa emergiera ante la cámara”.

El viaje de Anthony en la película toca ideas universales, como el hecho de que nadie escapa totalmente de sus propias historias y traumas, por mucho que lo intentes. Anthony es un intruso en Cabrini-Green, pero él decide saltar la cerca para ver qué hay del otro lado, por decirlo de alguna forma”, dice Abdul-Mateen. “Lo vemos buscando cosas con las que ya está conectado, pero que él aún no lo sabe. Es un hombre caminando hacia su propio destino. La moraleja de Anthony es que no se puede escapar del pasado. Ahí hay una lección muy valiosa —marcharse de casa, regresar y encontrar tu hogar. ¿Qué significa el hogar y qué tan lejos podemos alejarnos del mismo?”

En la película, la única persona en la vida de Anthony que está consciente y preocupada por el viaje que decide emprender es su compañera de vida, Brianna (Teyonah Parris). “Anthony y Brianna tienen una relación muy especial,” opina Abdul-Mateen. “Anthony es un artista brillante. Es optimista y espontáneo. Brianna es más una mujer de negocios; ella es la líder en su relación. Ellos se complementan y se motivan el uno al otro para lograr su mejor versión. Anthony sabe que Brianna quiere llegar tan lejos como le sea posible en el mundo de la curaduría de arte. Brianna sabe que Anthony debe soñar en grande, ser creativo y nunca estancarse. Él necesita volar. Anthony y Brianna crean raíces comunes para apoyarse mutuamente”.

Brianna Cartwright

Teyonah Parris

Interpretada por la actriz Teyonah Parris, Brianna Cartwright es una experta curadora de arte y la compañera de vida de Anthony McCoy; ella lo conoce mejor que nadie. Brianna es una pensadora estratégica y la defensora de las obras de Anthony;  lo apoya y motiva, pero cuando sus creaciones, inspiradas por la leyenda de Candyman toman un camino más oscuro y su salud mental y física se comienza a deteriorar, Brianna se preocupa mucho.

“Brianna es una joven muy inteligente que trabaja en una galería de arte y lucha por crearse un nombre propio en el campo del arte”, explica Teyonah Parris. “Esa galería de arte es muy vanguardista y el propietario es un hombre blanco. Ella se vale de su conocimiento y habilidades de comunicación para abrir ese espacio a los artistas afroamericanos. El sueño de Brianna es tener su propio espacio, ser una autoridad en la comunidad artística y exhibir creaciones brillantes, nuevas y frescas”.

Brianna y Anthony ven al mundo desde diferentes perspectivas. “No fue fácil para ella salir con Anthony porque ella proviene de un entorno privilegiado, donde ‘te comes al mundo’”, comenta Parris. “Por el contrario, Anthony no proviene de esa clase de entorne, pero se está familiarizando con la buena vida y de hecho ya probó sus ventajas en sus tiempos de bonanza temprana”.

Al principio de la película, Anthony lucha para impulsar su carrera. También busca inspiración para la siguiente etapa de su obra. “En ese momento Anthony se encuentra en una etapa de bloqueo creativo”, dice Parris. “Le cuesta trabajo crear, está bloqueado, igual como le pasa a los escritores. Brianna y él se encuentran en un momento muy tenso dentro de su relación, pues ellos están en el proceso de definir cómo se visualizan en el futuro. A Brianna le encantaría que Anthony asumiera su sitio en el mundo del arte como una voz fresca e innovadora”.

Brianna también lo motiva para que mantenga una buena relación con su madre, Anne-Marie, ya que él está un poco distanciado de ella; por su parte, Brianna tiene una dolorosa historia: su padre, quien era un artista, padeció una enfermedad mental. Así que cuándo Anthony comienza a cambiar y a mostrar una personalidad diferente, Brianna teme que la historia de su padre se repita en Anthony.

 “Brianna era la niña de papá,” añade Parris, “y ella lo amaba entrañablemente. Su papá se volvió un artista atormentado. Hay una conexión entre Gil y Anthony que vamos descubriendo conforme avanza la película. Brianna es atraída por estos artistas conflictuados. ¿Que significa esto para ella?¿Qué trata de probar y que características de su padre ve en Anthony? Yo me hice todas estas interrogantes mientras analizaba este personaje”.

Nia DaCosta escogió a Parris para personificar a Brianna antes de que Parris supiera que ese rol existía. “Nia me vio en una obra de teatro en el centro de Nueva York”, relata Parris. “Ella me buscó y me comentó que estaba haciendo una película y que deseaba que yo participara en ella. Tomamos un café y me contó sobre la cinta unos meses antes de que comenzara a filmarse. Yo estaba muy interesada en trabajar con ella, a sabiendas de que ella acababa de dirigir Little Woods con Tessa Thompson, con quien yo había trabajado anteriormente. Definitivamente estaba interesada en trabajar con ella y con Monkeypaw”.

DaCosta percibió en Parris la energía y fuerza que ella deseaba para el personaje de Brianna. “Teyonah es un portento de actriz y yo deseaba que ella interpretara a  Brianna,” dice DaCosta. “Cuando hice la presentación de la película, dije ‘Y Teyonah Parris debe interpretar a Brianna’. Afortunadamente el equipo de Monkeypaw apoyó mi decisión. Ella le confirió autoridad y humanidad al personaje”. Ellos no se decepcionaron. “Teyonah es una actriz fantástica y una profesional”, afirma Jordan Peele. “En el set ella lograba hacer todas sus escenas con éxito. Interpretó un personaje con el que el público podía identificarse y comprender”.

Para Parris, trabajar con DaCosta fue muy emocionante. “Adoré a Nia”, comenta la actriz. “Tener la oportunidad de trabajar con una inteligente y joven mujer negra que sabe lo que quiere y que tiene un magnifico control del set y sobre la forma en que se comunica con los actores fue increíble. Ella tiene la capacidad de transmitir sus ideas visuales al equipo de rodaje y también discute con los actores acerca de los personajes y todas las cosas que son importantes para nosotros los actores. Estoy muy agradecida de poder experimentar esto con ella. Ella es maravillosa”.

Troy Cartwright

Nathan Stewart-Jarrett

El sofisticado hermano de Brianna Cartwright, Troy, es personificado por Nathan Stewart-Jarrett. Gay y un poco snob, Troy tiene devoción por su hermana y piensa que Anthony no es un buen partido para ella. Tampoco aprueba del todo su adquisición del loft en Cabrini-Green. “Troy es muy sincero con Brianna y siente que Anthony es una elección bastante rara para Brianna”, puntualiza Nathan Stewart-Jarrett. Debido a que la carrera de Anthony se ha estancado, Troy lo aprecia cada vez menos. “Toda vez que Anthony deja de pintar y de producir creativa o monetariamente, Troy lo mira con desdén”.

Cuando conocemos a Troy en las primeras escenas de la película él está con su novio Grady (Kyle Kaminsky) en una fiesta que organizaron Anthony y Brianna para celebrar el estreno de su departamento. Mientras avanza la velada, Troy les cuenta la historia de Helen Lyle, la estudiante de posgrado, y lo que sucedió en Cabrini-Green hace 30 años. De acuerdo con la versión de Troy, Helen era una loca que aterrorizaba y asesinaba a los residentes antes de intentar sacrificar a un niño en una hoguera “Troy cuenta la historia para divertirse y estremecer a sus oyentes”, señala Stewart-Jarrett. “Narra ese cuento para asustarlos y no se imagina que Anthony irá a investigar sobre el tema”. Y menos aún podría sospechar que Anthony se encontraría con William Burke, quien le contaría acerca de la leyenda de Candyman. Cuándo Anthony transforma esa historia en arte, Troy se siente traicionado. “Troy piensa que esa historia le pertenece y considera que Anthony la ha monetizado, y eso le desagrada. Además piensa que la calidad de la obra no es buena”, explica Stewart-Jarrett.

A pesar de sus críticas hacia Anthony, Troy es encarnizadamente leal y dedicado a su hermana. “Troy es Shirley y Brianna es Laverne”, dice Teyonah Parris. “Brianna  es más tranquila, centrada y práctica mientras que Troy es muy animado, atractivo y amoroso. Es notorio el amor que se profesan; ellos comparten además sus recuerdos de infancia y aquellos de sus padres. Al ser el hermano menor, Troy no creció en el mismo entorno que Brianna, ni experimentó las tragedias ni los asuntos familiares que vivió su hermana. Ahí es donde yace la línea que los divide”.

William Burke

Colman Domingo

William Burke, personaje interpretado por la aclamada estrella de la serie Fear the Walking Dead, Colman Domingo, no es lo que parece. Él es un antiguo residente de Cabrini-Green y ha presenciado el proceso de gentrificación del lugar. Cuándo Anthony McCoy (Yahya Abdul-Mateen II) lo conoce, él parece un amistoso vecino que desea compartir la historia del lugar con el joven artista afroamericano. Es un narrador del pasado que conecta a Anthony con su propio legado y lo lleva por un recorrido aterrador. “La relación de Anthony con William Burke comienza cuando éste entra ilegalmente a o que queda de Cabrini-Green, un lugar al que él no pertenece”, explica Yahya Abdul-Mateen II. “Cuando se encuentran, William lo ve como un intruso, ya que Burke sí es de Cabrini-Green, un lugar que nunca ha abandonado. Burke descubre a Anthony cuando está tomando fotos del lugar y le grita. Así es como comienza su relación. Más tarde se sabrá que existe algo más que lo que podría indicar su primer encuentro”.

Aunque Troy, el hermano de su novia Brianna le cuenta la leyenda de Helen Lyle al comienzo de la película, William Burke se convierte en su guía personal en lo que queda de Cabrini-Green. Y lo que es más importante, Burke constituye un puente hacia una historia que, unas décadas antes, afectó las vidas de ambos.

Burke es en más de una forma el receptáculo de los traumas en la comunidad negra. “El público se encuentra con Burke dos veces en la cinta”, señala Colman Domingo. “Primero, cuándo es Billy Burke, un jovencito quien queda conmocionado después de que Candyman asesina a su hermana. Este shock se queda incrustado en él. Por otra parte, el William Burke adulto es un tipo peculiar que tiene una lavandería en la calle Hudson, en el viejo barrio de Cabrini. Burke conoce los secretos del vecindario y Anthony quiere conocerlos: le proporciona muchos datos sobre la leyenda de Candyman y de cómo esta historia ha permeado en Cabrini-Green. Es el depositario de todo ese legado de conmoción ligado a la comunidad negra”.

 Domingo conoció a Jordan Peele el 5 de marzo de 2018. Él se acuerda muy bien de la fecha exacta porque su encuentro se dio un día después de que Peele ganase el Premio de la Academia® por Get Out, haciendo historia en la industria al ser la primera persona afroamericana en ganar un Óscar® al mejor guión original. Habían acordado su cita antes de que recibiera el Óscar® y Domingo esperaba que Peele re-agendara su reunión para poder celebrar el premio. Para la sorpresa de Domingo, Peele acudió a la cita tal y como habían acordado.

“Nuestra reunión fue muy agradable; pudimos conversar y conocernos”, comparte Domingo. “Conversamos sobre arte, activismo, sobre la identidad de la raza negra y lo que significa ser afroamericano; hablamos sobre asuntos de género y muchos más temas. En fin, aprovechamos la ocasión para conocernos”. Un año más tarde el productor Ian Cooper contactó a Domingo para informarle que Peele había pensando en él para un papel que estaba escribiendo para Candyman.

“Para mí, con eso era suficiente”, expresa Domingo. “Me enamoré de Burke en cuanto leí el guión. Comprendí los problemas que lleva a cuestas; además yo estoy muy interesado en las historias que abordan el tema del trauma que recae sobre la gente afroamericana y cómo nos afecta. A los hombres afroamericanos en Estados Unidos nos perciben como víctimas que se convierten en monstruos. Incluso cuando vas caminando por la calle te ven como un criminal. Esta película muestra este fenómeno social, que es un hecho y que nosotros entendemos bien”.

Burke ha vivido ese trauma y está decidido a hacer todo lo necesario para que los nombres de todas las personas afroamericanas que han muerto a causa de la violencia blanca, no sean olvidados. “Burke has esperado por mucho tiempo la oportunidad de decir, ‘No podemos olvidar los nombres de aquellos a los que han matado’. Hay que recordarlos para poder seguir con nuestras vidas”.

       Domingo encontró, cerca de su hogar, la inspiración necesaria para construir el personaje de Burke. “Burke me recuerda a mi hermano Rick, quien es un pintor talentoso y que en una época trabajó en el departamento de limpieza en Filadelfia”, comenta Domingo. “Él es la sal de la tierra, el clásico hermano con un corazón de oro. Cuando hablas con él, es un filósofo; está muy interesado en la comunidad y es un padre de familia. Posee una risa espectacular, una gran pasión y un enorme potencial. Pero debido a las circunstancias, él desempeña un trabajo muy simple en este mundo. Esa fue la forma en que visualicé a Burke”.

Anne-Marie McCoy

Vanessa Estelle Williams

Retomando el papel que interpretó en la película de 1992, Vanessa Estelle Williams interpreta a Anne-Marie McCoy, la madre de Anthony. “Candyman vive en cada sitio especial de mi carrera”, sostiene Williams. “Fue la primera película que hice cuando me mudé a Los Ángeles y mi segundo largometraje. Cuándo me enteré que volverían a filmar Candyman, yo deseaba ser parte de ese proyecto. Finalmente, me llamaron, veintisiete años después de la primera cinta. Cuándo averigüé que Anthony, el hijo de Anne-Marie, sería el protagonista, me dije: ‘Mmm…aquí van a necesitar a una mamá’”, ríe la actriz. “Estaba emocionada por la oportunidad de regresar”.

En la película original Anne-Marie era una trabajadora de la salud con un hijo pequeño que vivía en Cabrini-Green. Después de enterarse de que Candyman asesinó a su vecino en el departamento contiguo, el espectro también comienza a aparecer en el suyo, antes de secuestrar a su hijo Anthony. A pesar de que recuperó a su hijo, ella nunca logró superar el shock que ese traumático evento le causó.

“Algo tan aterrador y espantoso como la desaparición de un hijo no puede olvidarse y permanece contigo”, dice Williams. “Esa traumática experiencia todavía vive dentro de Anne-Marie. La forma en que ella es capaz de moverse en ese espacio, siendo madre, su perspectiva del mundo y sentirse a salvo en él –todo ha sido afectado por ese incidente”.

Actualmente la relación con su hijo se encuentra estancada. Nunca le contó a Anthony lo que sucedió cuándo era niño. En una conmovedora escena entre Williams y Yahya Abdul-Mateen II, Anthony la confronta y le pregunta: “¿Quién soy yo?”, y ella le contesta, “A veces, la verdad es la cosa más peligrosa en este mundo”.

Ambos sintieron el impacto de la escena. “Ella había ocultado la verdad para protegerlo”, explica Williams. “Había escondido los hechos porque nunca pensó que tendría que decirle la verdad. Ella hubiese preferido ser la única que cargara con ese peso. Pero se da cuenta de que algo no anda bien con Anthony. Alguien no ha respetado el pacto. De alguna forma, Candyman ha regresado a sus vidas”.

Para Abdul-Mateen, ese momento refleja la forma en que han vivido muchas generaciones de padres e hijos afroamericanos en los Estados Unidos. “Esa escena refleja las conversaciones que se suscitan en los hogares de los jóvenes afroamericanos en este país hoy en día”, dice Abdul-Mateen. “Podemos pensar en la brutalidad policíaca como ejemplo de esas conversaciones. ¿Cómo puede un padre proteger a sus hijos de situaciones que la sociedad considera inevitables? ¿Por qué los padres de familia tendrían que desmantelar sus hogares para mudarse a otros barrios sin querer mirar atrás? Es cuestión de ofrecer un mejor futuro, pero esa decisión conlleva un desfase. En realidad nunca podremos escapar de nuestro pasado.

LAS LOCACIONES

El regreso a Cabrini-Green

Filmando en Chicago

Candyman fue rodada por completo en locaciones de Chicago en el verano de 2019. La filmación incluía varias locaciones en la ciudad, principalmente en el barrio donde la leyenda comenzó —el ahora gentrificado Near North Side, en donde se situaba el notable centro habitacional Cabrini-Green. A pesar de que la mayoría de los edificios fueron destruidos entre 1995 y 2011, Nia DaCosta, el elenco y el equipo de filmación pudieron rodar en las edificaciones que aún existen: las casas adosadas de Cabrini-Green. Las casas adosadas son un conjunto de unidades de dos pisos conformado por 586 viviendas que fueron construidas en 1942. Ahora clausuradas por el departamento de vivienda de Chicago, este conjunto de casas es lo único que queda de Cabrini-Green, el proyecto habitacional constituido originalmente por 3,607 viviendas.

Entre las locaciones claves de la película está el North Park Village de Chicago, un centenario asilo de ancianos; y el distrito de parques de esa ciudad, que alguna vez funcionó como el misterioso y tristemente célebre sanatorio para tuberculosos que el director Bernard Rose usó para su largometraje de 1992. La producción también filmó durante dos días en la iglesia bautista Northside Strangers Home, una capilla abandonada que data de los años 20 que ha estado vacía por más de una década, y es también una de las pocas estructuras antiguas que quedan en el sitio de Cabrini-Green.

El gerente de locaciones NICK RAFFERTY (The Trial of the Chicago 7, Lovecraft Country) fue el responsable de conseguir las locaciones para filmar. “Cabrini-Green es propiedad de las Autoridades de vivienda de Chicago”, comenta Nick Rafferty. “Siempre ha sido reconocido como parte de los ‘centros habitacionales’ de la ciudad y es un espacio vital para nuestra historia, porque aquí es donde nació Candyman. Cuando comencé la exploración en la comunidad me di cuenta de que Candyman tiene seguidores entre los oriundos de Chicago y ocupa un lugar especial en el corazón de mucha gente de la comunidad de Cabrini-Green”. 

 Muy pronto también ocuparía un lugar especial en los corazones de los cineastas.

Déjennos pasar’

Cabrini-Green se levanta

Desde un inicio los cineastas querían rodar en Cabrini-Green, pero el barrio  adquirió mayor significado después de que Rafferty llevó a la directora Nia DaCosta y a  Jordan Peele en sus recorridos de exploración por el área.

“Chicago es una ciudad llena de barrios, pero Cabrini-Green significa algo diferente para cada persona”, asevera Rafferty. “Del otro lado de las casas abandonadas, en el desarrollo más reciente hay gente que ha vivido allí su vida entera; algunos nacieron y crecieron ahí. Es una comunidad con mucha historia y orgullo y Candyman es parte de su historia”. Cuando estábamos en el tour de exploración con Peele y DaCosta, dice Rafferty, “ vinimos a este lugar donde había una reja alrededor. Y Jordan parecía decir, ‘déjennos pasar’”.

Rafferty y los cineastas trabajaron con la autoridades de vivienda de Chicago para obtener los permisos y asegurar las locaciones para el rodaje. “No es fácil entrar al Departamento de vivienda de Chicago. Tienes que pasar por una burocracia al estilo de Fort Knox”, asegura Rafferty. “Pero ellos se dieron cuenta de inmediato que seríamos honestos y auténticos, y que mostraríamos la esencia de Cabrini-Green; la esencia de Chicago. Se dieron cuenta de que íbamos en serio. Nia les ofreció una excelente presentación y Jordan Peele fue muy auténtico. Y bueno, ¡henos aquí”!

En uno de los primeros borradores, se mostraba a Cabrini-Green solamente en las escenas iniciales. Después de que Peele y DaCosta revisaron la zona bardeada donde están las casas adosadas, cambiaron el libreto para capturar de una manera más exacta cómo el abandono del complejo afectó a los habitantes del vecindario. “En la cinta de 1992, los personajes ya mencionaban los nuevos edificios que se estaban construyendo, de cómo estaban poniendo espejos entre las viviendas, y de cómo los crímenes podían estar sucediendo debido a esas cosas”, expone DaCosta. “Hablamos mucho sobre esos temas”.

En el guión revisado, las casas adosadas adquirieron un mayor protagonismo en la película. “Fue un enorme privilegio filmar en Cabrini-Green”, comenta DaCosta. “Poder rodar en las auténticas casas de Cabrini-Green fue muy emocionante. Genera la sensación de que no solamente estamos siendo honestos con el espacio y la gente que aún vive aquí, sino que también nos preocupamos por continuar con el legado en la forma correcta”.

Sonido y pasión

La inspiración que trajo Cabrini-Green

La locación de Cabrini-Green inspiró elementos de la película de otras formas menos esperadas. Al principio de su carrera, el compositor musical Robert Aiki Aubrey Lowe vivió 13 años en Chicago. “Cuando me mudé a esa ciudad tenía veintitantos años y vivía muy cerca de Cabrini-Green, así que ya existía una relación previa”, dice Lowe. “Cuando recibí la llamada del productor Ian Cooper para componer la banda sonora, volví a mirar la película original y escuché de nuevo la banda sonora de Philip Glass”.También visitó el set, algo que los compositores no suelen hacer, y se quedó varias horas en la locación de las casas adosadas de Cabrini-Green y en el set de grabación, deambulando por el complejo vallado con su grabadora de campo en mano. “Fui a las casas adosadas en Cabrini-Green y grabé sonidos ambientales del lugar”, señala Lowe. “Entré en algunas viviendas para captar el sonido natural de los espacios vacíos, así como de los insectos, del viento, hasta el de los helicópteros que sobrevolaban. Para mí era importante y necesario poder incorporar el sonido ambiental real de las locaciones como elementos que le ofrezcan textura en la partitura”.

A los actores, la locación de Cabrini-Green los hizo reflexionar sobre el significado de la comunidad de forma personal y política. “Quise ser deliberadamente consciente sobre lo que decíamos en la película no sólo sobre esta comunidad, sino también sobre las personas que han habitado en ella,” expresa Teyonah Parris. “Todo el equipo creativo estaba realmente consciente de darle voz a los residentes y a la comunidad dentro de la historia que estamos contando”. La producción se asoció con un programa de cine de la Autoridad de vivienda de Chicago orientado a mujeres jóvenes afroamericanas. “El programa consigue autorizaciones para que estas jóvenes vayan a los sets de filmación, hagan preguntas y se integren en el proceso”, dice Parris. “Eso fue importante: asegurarnos de que, como artistas, no solo tomemos de la comunidad, sino que también le retribuyamos de una manera tangible y real”.

Colman Domingo se puso a pensar en las muchas décadas en las que las comunidades negras en Estados Unidos han sufrido desplazamiento. “Empecé a investigar sobre Cabrini-Green; cuándo construyeron los edificios y cuándo y por qué fueron demolidos”, señala Domingo. “En Chicago reconoces la ubicación de la locación de Cabrini y la relacionas con el centro de la ciudad y la Costa de Oro. Reconoces la verdadera razón que tuvieron para derribarla y crear algo nuevo”. Es fácil olvidar que se trataba de hogares, de una comunidad, no sólo de inmuebles. “Entonces te preguntas: ‘¿A dónde se fueron todas estas personas desplazadas’”?, advierte Domingo. “No se puede construir viviendas asequibles y luego desplazar a todas las personas a lo largo y ancho de la ciudad. Es como si le hicieras un agujero a la ciudad. No importa lo que se haya dicho sobre Cabrini-Green, de la delincuencia o las drogas: son personas que forman parte del tejido de la ciudad. Y, de repente, lo arrancan todo. Es un problema sistémico en Estados Unidos”.

“James Baldwin habla mucho a ese respecto —¿quién es el dueño de nuestras ciudades?”, continúa Domingo. “Nos hacen sentir constantemente que no pertenecemos a nuestras propias ciudades. Construir nuevos proyectos de vivienda asequible y luego derribarlos dice exactamente que estás en manos de los caprichos del gobierno, de las empresas y del comercio. Y tu modo de ganarte la vida se hace añicos. Este es un problema sistémico que creo que estamos explorando en la película”.

EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN

Terror de color caramelo

El look de Candyman

En lo relativo al diseño, la película Candyman de Nia DaCosta no se parece a ninguna película de horror que el público haya visto antes. En sus primeras reuniones con la diseñadora de producción Cara Brower, DaCosta se inspiró en fuentes significativas e inesperadas.

“Nia trajo consigo algunas fotografías impresionantes de Gordon Parks para usarlas como referencia para la paleta de colores —hermosas fotos con rayas finas de colores suaves sobre fondo blanco, de la época de la lucha por los derechos civiles. Pensé que era un punto de partida muy interesante para el look de la película, ya que a veces la paleta de colores de las películas de horror pueden ser muy grises, taciturnas y poco saturadas. Consideramos interesante que tuviera mucho color”.

“Otra parte de la inspiración para la paleta de colores provino de las torres Cabrini-Green”, expresa Brower. “Encontré una imagen de las torres cuya fachada estaba derruida, dejando al descubierto una colmena de apartamentos en su interior. Sorpresivamente, tenía los mismos colores apagados que Nia me había mostrado en las fotografías originales de Gordon Parks. Gran parte de la inspiración para la paleta de colores de la película provino de estas imágenes”.

La reconstrucción de Cabrini-Green

El pasado y el presente convergen

Poder filmar en Cabrini-Green agregó una reverberación emocional e histórica al diseño de producción de la película. “Fue realmente increíble que lográramos rodar en Cabrini,” dice Brower. “Sin esa locación, creo que no habríamos logrado hacer una película tan auténtica.” Las escenas situadas en 1978 y las del presente las filmamos allí.  “Para las de 1978 nos ubicamos en el piso de arriba de una casa adosada y la devolvimos a su época original”, comenta Brower. “Pintamos las paredes y le dimos color. Trajimos todo lo necesario para decorar el set. La parte de abajo sólo era un cascarón y estaba destinado a representar el presente, así que acentuamos su decadencia trabajando con BENJAMIN ACUNA, un artista local de grafiti. Dado que las torres originales ya no existen, construimos la lavandería del sótano en un set de filmación”.Brower y su equipo también crearon dos sets para la galería de arte de Candyman. “La galería Night Driver la construimos en un set situado en una bodega”, indica Brower. “Desde el principio supimos que iba a ser muy difícil rodar en una galería de arte real. Incluyendo el trabajo de preparación, necesitábamos estar en ese espacio durante tres semanas y además teníamos muchas escenas con dobles de acción y el consiguiente cableado. Queríamos hacer algo realmente específico con la geografía del lugar para adecuar la historia. Así que decidimos que sería mejor construirlo desde cero”.

“Quería encontrar una bodega y construirla dentro del lugar para que sintiéramos que estábamos en una galería de verdad”, continúa Brower. “Me esforcé por encontrar una bodega que estuviera situada en el distrito de las artes, y encontramos una justo a la vuelta de la esquina de algunas de las galerías de arte más destacadas de Chicago. Para conceptualizar el diseño fui a muchas galerías de Chicago, tomé pequeños fragmentos de cada una para inspirarme, y luego las fusioné para crear nuestro propio espacio, que se siente muy al estilo de Chicago”.

El arte y los artistas

Un homenaje al escenario artístico de Chicago

El escenario artístico contemporáneo de Chicago es un elemento central de la trama, los temas y los personajes de la película. Los cineastas y Brower trabajaron con algunos renombrados curadores y artistas de Chicago para dar vida a la próspera comunidad artística de la ciudad. “El mundo del arte en Chicago es un escenario fascinante y dinámico, y está lleno de oportunidades para contar historias divertidas”, comenta el productor Win Rosenfeld. “El arte y la forma en que se expone también tienen que ver con la representación. Literalmente, se trata de representar y contar historias de forma visual. Candyman, en apariencia, es un juego con el que los niños se divierten y que tiene como base una leyenda, y el mundo del arte también se basa en leyendas. Se trata de contar una historia a través de la simbología y los medios materiales para generar provocación”.

Nia DaCosta y el productor Ian Cooper tienen conocimientos formales y profesionales en historia del arte. Ambos se graduaron en la Universidad de Nueva York (en la Escuela Tisch de las artes y en la Escuela Steinhardt de cultura respectivamente), al igual que otros tres integrantes del equipo de producción de Candyman. Cooper dedicó más de una década a impartir clases en el estudio de arte de su facultad. Es un artista visual en ejercicio con un enfoque en la escultura de técnica mixta; sus obras figuran en colecciones permanentes del Whitney Museum of American Art y del Pérez Art Museum de Miami. Brower, que trabajó por primera vez con Cooper en la película Us, no podría haber encontrado un mejor colaborador en su intento de crear una galería de arte contemporáneo realista en un set tan relevante para la película.

“Cuando llegamos a Chicago, Cara y yo hicimos una lluvia de ideas sobre cómo íbamos a retratar el mundo del arte contemporáneo de esa ciudad de una manera creíble y realista”, expresa Cooper. “Ambos lamentamos que, durante demasiado tiempo, el mundo del arte haya sido representado con una serie de inexactitudes significativas, e hicimos todo lo posible para asegurarnos de que la gente con la que nos relacionábamos mientras investigábamos para nuestra película fueran personas que realmente vivían y trabajaban dentro del escenario artístico de Chicago. Inspirados por nuestra conversación con el artista Arnold J. Kemp, decano de estudios de posgrado de la Escuela del Instituto de arte de Chicago, decidimos que queríamos incluir la obra de artistas reales con sede en Chicago en las exposiciones ficticias que montamos en la película, además de involucrar a artistas locales para que crearan obras de arte atribuibles a nuestros personajes”.

No se trataba de hacer una parodia intencionada o un cliché accidental del mundo del arte. “Desde el principio conversé con Nia y el productor Ian Cooper sobre la autenticidad”, afirma Brower. “Me gusta que todo se sienta lo más real posible. También queríamos evitar algunos de los errores que habíamos visto en otras películas, donde el arte o la galería de arte no son creíbles. Pasé mucho tiempo investigando a los artistas y las galerías de Chicago”.

Brower también trabajó en colaboración con el decorador de sets, RYAN WATSON (A Star Is Born, Queen & Slim) para vestir ambos sets de la galería de arte de la película con pinturas e imágenes artísticas reales. “Crear el arte de Anthony fue una de las tareas más abrumadoras porque necesitábamos crear un estilo artístico único que cualquier artista pasaría décadas perfeccionando”, observa Brower. “No teníamos décadas, si acaso, semanas”.

Paso 1: Encontrar al artista o a los artistas que crearan el mundo artístico de Anthony McCoy.

Pintura y dolor

Spratley y Ovid se convierten en Anthony McCoy

Uno de los proyectos más importantes para la película Candyman fue encontrar artistas afroamericanos de Chicago que pudieran crear las pinturas de Anthony McCoy, nuestro personaje principal. “Mi relación con el mundo del arte contemporáneo data de mucho tiempo atrás”, señala el productor Ian Cooper. “Por eso sabía que para producir esta película de forma correcta, tendría que ser lo más honesto y humano posible sobre lo que supone ser un artista emergente que intenta abrirse paso en ese mundo. Nia y yo pasamos mucho tiempo integrándonos en el mundo del arte de Chicago. Visitamos galerías y nos reunimos con coleccionistas y artistas en sus propios estudios. Fue una experiencia emocionante y reveladora. Nia y yo desarrollamos un vínculo de colaboración similar al que tienen los hermanos a lo largo de todo este proceso”.

Finalmente encontraron a dos artistas afroamericanos para crear el trabajo artístico de Anthony. “Conseguimos a dos artistas para que hicieran los cuadros de Anthony para la película porque queríamos que dicho arte reflejara la evolución que vive este personaje”, comenta Nia DaCosta. “Queríamos que el arte lo acompañara durante el recorrido hacia su deterioro psicológico. Sus primeros trabajos son un poco nerviosos, frescos y abstractos. También representan de forma directa el dolor y el trauma de los afroamericanos. Eso es algo que despertaría el interés de un galerista. Para la creación de esas piezas acudimos a CAMERON SPRATLEY, un artista brillante. Poder aprovechar parte de su talento para la película fue increíble. Y para los retratos queríamos encontrar un artista que fuera realmente bueno con los rostros. Nos encontramos con el trabajo de SHERWIN OVID y nos encantó la forma en que capturaba la humanidad en sus pinturas. Sabíamos que era el elegido. Chicago tiene un escenario artístico impresionante y sentimos que era la oportunidad perfecta para encontrar artistas dentro de la comunidad”.

“Say My Name” (Di mi nombre)

Cameron Spratley

 Al artista Cameron Spratley lo había recomendado Arnold J. Kemp, decano de  posgrado en la escuela del Instituto de arte de Chicago, donde además imparte clases de pintura y dibujo. “Anthony McCoy, el protagonista de nuestra película, es un artista contemporáneo de 29 años que vive en Chicago y que realizó su primera exposición individual poco después de terminar sus estudios de posgrado hace dos o tres años”, explica Ian Cooper. “Cuando conversamos con Arnold sobre quién sería un artista interesante para ayudarnos a producir obras que habrían estado de moda en el mercado del arte contemporáneo hace dos o tres años, inmediatamente sugirió un artista que había sido su estudiante en la Universidad Commonwealth de Virginia cuando él era el presidente del departamento de pintura y al que llegó a conocer bien: Cameron Spratley”.

 Invitaron a Spratley para que creara las primeras obras de Anthony que simulaban haber lanzado su carrera poco después de terminar su posgrado, así como la primera pieza de Anthony inspirada en la leyenda de Candyman que se llama “Say My Name” (Di mi nombre, nota del traductor). Esa obra de arte le permite conseguir un codiciado lugar en una exhibición colectiva de una galería. Esa pieza desencadena un asesinato espantoso que causa sensación y es el comienzo de un cambio importante en el arte y la cordura de Anthony.

“Era la primera vez que trabajaba en una película y fue un proceso muy interesante”, dice Cameron Spratley. “Encontré muchas similitudes entre Anthony y yo. Lo primero que hice fue pintar todas sus primeras obras en un estilo que fue popular hace un par de años”.

Para la pieza “Say My Name” Spratley recurrió a referencias visuales de las recientes golpizas que los policías le han propinado a hombres afroamericanos. “Nia DaCosta fue muy específica sobre lo que quería”, señala Spratley. “Le presenté un montón de bocetos y la dejé elegir antes de intentar hacer las mejores pinturas posibles. El cuadro “Say My Name” es interesante porque es el último que pinta Anthony antes de empezar a pintar rostros. Estas obras fueron realizadas por otro artista, Sherwin Ovid. Parte del desafío que se presentaba fue fusionar el estilo de esos cuadros anteriores que hice sin pensar mucho, con los nuevos que Sherwin hizo para la película”.

“Say My Name” explora las historias que hay detrás de los infames asesinatos en el centro habitacional Cabrini-Green y el surgimiento de la leyenda de Candyman. Sus dos protagonistas son Helen Lyle, la estudiante de posgrado de Chicago cuya obsesión por la leyenda de Candyman la llevó a la muerte en una hoguera en Cabrini-Green; y Sherman Fields, un trabajador de la fábrica de dulces de Cabrini-Green acusado injustamente de poner hojas de afeitar en los caramelos que repartía a los niños y que fue encontrado muerto a golpes. En la película, el cuadro “Say My Name” invita a los espectadores a participar en la leyenda por su cuenta: mirándose en el espejo de la instalación y diciendo el nombre de Candyman cinco veces.

Si bien Spratley estaba pintando esta pieza para un personaje de ficción en una película, el proceso dejó un impacto personal en él. “El desafío de todo artista al trabajar en un tema es mantenerse fiel a sí mismo”, dice Spratley. “Ser un joven artista afroamericano, crear trabajos sobre la gentrificación, la brutalidad policial y todos estos temas delicados es algo difícil de plasmar en las obras de arte en particular. Para mí representó un desafío moral mirar el sufrimiento de otra persona a costa de mi propio progreso como pintor y artista”.

Seis retratos de Candyman

Sherwin Ovid

Para la creación de las últimas obras de Anthony McCoy los cineastas encontraron al artista Sherwin Ovid a través de un galerista de la Galería Goldfinch de Chicago. Ovid se reunió una hora con la diseñadora de producción Cara Brower, Nia DaCosta e Ian Cooper antes de leer el guión. Se inspiró en ello para crear, por encargo, algunos bocetos rápidos que compartió con los cineastas.

“Querían que representara ese momento después de la última exposición de Anthony, cuando hay un pequeño declive en su carrera”, dice Ovid. “Está en un momento en el que no se siente muy seguro sobre qué dirección artística va a tomar. Hay mucha incertidumbre. Los cineastas querían que hiciera seis cuadros que representaran el lento cuesta abajo de Anthony. La primera pieza fue un retrato de Daniel Robitaille, el Candyman original, que podía ser reconocida con cierta facilidad. A medida que la serie continua, se volvería mucho más difícil reconocer el verdadero rostro del personaje”.

Durante el proceso de Ovid para la creación de esta serie de retratos (que medían 1.20m por 1.50m de altura, y su creación llevaba entre 7 y 10 días), comenzó poniendo manchas sobre el acrílico. “El pigmento que fluye por el fondo provoca un ligero desvanecimiento del color que permite que las figuras se destaquen contra ese fondo”, afirma Ovid. “Luego empecé a pintar al óleo con un estilo muy empastado, con  pinceladas gruesas y pesadas que forman una especie de relieve. Es un poco más escultural. Si observaran estos cuadros de costado, notarán que sobresalen de la superficie del lienzo entre tres milímetros y 1.25cm. Son muy voluminosas y viscerales”.Puesto que Yahya Abdul-Mateen parece estar pintando estas piezas ante la cámara, el actor practicó con Ovid durante varios días antes de filmar sus escenas pintando. “Aprendí mucho sobre cómo apoyar el pincel en el lienzo, sobre los colores, los detalles. sobre cómo los artistas prestan tanta atención al mundo que están creando y al mundo en el que viven y usan una terminología muy amplia para el color y la expresión”, afirma Abdul-Mateen. “Para mí fue muy divertido porque tengo experiencia en arquitectura. Sé lo que es estar despierto toda la noche dibujando y trabajando en maquetas y cosas por el estilo. Esto se parecía mucho a mi antigua vida y fue agradable volver a experimentar esa sensación de crear algo a partir de nada. Mi trabajo como actor es hacer eso mismo pero con mi cuerpo, así que fue genial estar en un espacio y hacerlo con pintura y colores. Incluso estando en casa pinté algunos retratos en mi tiempo libre sólo para recordarme lo que era lanzar pintura al lienzo y hacer que algo cobrara vida”.

Los alcances artísticos de Chicago

Una muestra del talento local

 Además de Sherwin Ovid y Cameron Spratley, varios artistas y educadores de Chicago prestaron su orientación, talento y experiencia a la producción, además de sus propias obra de arte. Estos artistas negros y mulatos eran un grupo diverso tanto en edad como en su origen. Sus obras, ya fueran piezas independientes que ya tenían hechas  o trabajos creados específicamente para la película, contribuyeron a la producción para “vestir” las paredes de la galería. “Fue una excelente manera para presentar a algunos de estos otros artistas locales”, dice la diseñadora de producción Cara Brower.

HAMZA WALKER, ex curadora de la Renaissance Society de Chicago por mucho tiempo y que ahora es directora ejecutiva de LAXART, una organización sin fines de lucro de Los Ángeles, fue la curadora fantasma de la exposición colectiva ficticia en la Galería Night Driver titulada “A Fickle Sonance”. Los artistas reales incluidos en la muestra son ARNOLD J. KEMP, TORKWASE DYSON, THEASTER GATES y el artista de grafiti TUBSZ. Brower descubrió al artista local JULIAN E. WILLIAMS, maestro de dibujo y pintura en los barrios Hyde Park y Evanston de Chicago y conductor de un autobús de la Autoridad de tránsito de Chicago, para que creara las pinturas que aparecen en una escena retrospectiva de Gil Cartwright, el padre fallecido de Brianna.

Otro elemento clave de la interacción de la producción con el escenario del arte contemporáneo de Chicago fue la posibilidad que tuvieron algunos miembros específicos del elenco, de conversar con sus contrapartes del mundo real. En preparación para su papel como aspirante a curadora, Teyonah Parris conversó con la curadora del Museo de Arte Contemporáneo (MCA por sus siglas en inglés) NAOMI BECKWITH, quien recientemente fue nombrada directora adjunta y curadora en jefe del Museo Guggenheim de la ciudad de Nueva York. Adicionalmente, Candyman es la primera película de la historia en filmarse en las galerías del MCA. El equipo de producción tuvo el privilegio de rodar una escena en la galería donde se exhibe la famosa obra de VIRGIL ABLOH “Figures of Speech.” Abloh es un reconocido artista visual y es el director creativo de la marca Louis Vuitton.

Vamos a la iglesia

Un espacio interior crucial

La pintura también ocupó un lugar destacado para la creación del interior de una iglesia abandonada donde se rodó la escena culminante de la película, cuando Anthony McCoy cae en un trance espectral y se sienta frente a un mural a gran escala creado por Cameron Spratley. El rodaje de esta escena llevó dos días y se hizo durante la última semana de la producción. Los cineastas eligieron la iglesia bautista Northside Strangers Home que está cerrada, ubicada en los antiguos terrenos de Cabrini-Green, para representar este lugar tan crucial en la historia.

“Northside Strangers Home es una iglesia con mucha tradición en la comunidad Cabrini-Green”, afirma el gerente de locaciones Nick Rafferty. “Los habitantes de Chicago la conocían porque si pasabas por la avenida Clybourn, era notorio un hermoso mural pintado en el exterior. Todos sabían de este lugar, pero estaba descuidado y abandonado. Nos sentimos atraídos hacia él de inmediato, pero entrar allí no fue nada fácil. Creo que había sido puesta en subasta un par de veces y terminó en manos de un desarrollador inmobiliario. Finalmente, buscamos por toda la propiedad y obtuvimos el código de la caja de seguridad”.

La diseñadora de producción Cara Brower se quedó cautivada con ella. “En cierto momento, la iglesia estuvo apostada en el corazón de las torres y había sido un lugar de reunión para la comunidad”, comenta Brower. “La fachada presentaba murales de William Walker, un venerado muralista afroamericano. La comunidad y los historiadores se mostraron indignados cuando pintaron encima de los murales. La fachada, cuya forma ha sido alterada, está pintada con un triste color gris pálido. El efecto que causa cuando pasas por el frente es realmente inquietante”.

Rodar allí requirió de mucho trabajo. “Cuando finalmente entramos, encontramos este hermoso y casi sereno espacio que no había sido usado en diez años”, señala Rafferty. “Era la pequeña capilla perfecta. Pero como comentó Cara, el sitio había sido descuidado e ignorado durante tanto tiempo que el agua había comenzado a filtrarse y había moho. La naturaleza se había apoderado de ella y había más moho que en un trozo de queso azul. Contratamos una empresa de saneamiento ambiental, desinfectamos todo el lugar y lo volvimos seguro para filmar. Es una elemento vital del final de la película”.

EL DISEÑO DE VESTUARIO

Overoles blancos y el abrigo de Candyman

Detrás del diseño de vestuario

La pieza del guardarropa más icónica de la película de 1992 fue la gabardina con cuello de piel que Candyman usó en dicha película. El arte de su rediseño recayó en Lizzie Cook, la diseñadora de vestuario de Candyman. “El abrigo original  del Candyman de Tony Todd era muy grande y tenía un voluminoso cuello de piel de oveja”, señala Cook. “Quería una reminiscencia de ese look, pero con base en una silueta de los años 70, para situar a nuestro Candyman en la época adecuada. Le pedí a un sastre muy talentoso que hiciera un abrigo de cuero. Es impresionantemente específico tanto desde el punto de vista creativo como funcional”.

Para el resto del guardarropa de la película, Cook se inspiró en el propio ambiente artístico de Chicago. “Anthony McCoy tiene casi 30 años y está entrando al auténtico mundo del arte y las galerías”, señala la diseñadora. “Así que generalmente es taciturno. En cuanto a los tonos, él usa colores más bien oscuros. Viste colores apagados, una especie de versiones embarradas de grises, marrones y vino tinto. Anthony no proviene de una familia con dinero. Es un tipo sencillo, común. Usa unos tenis Converse, una camiseta y una sudadera con capucha. Como parte de su personalidad, siempre lleva puesto un gorro. Estos pequeños detalles me ayudan a diferenciarlo de otros personajes”.

El guardarropa de Anthony cuando está pintando es sorprendentemente diferente. “Quería que diera la sensación de que está ‘metido’’ en su armadura de pintor”, declara Cook. “Tenía que verse como algo que cuando se lo pusiera se convirtiera en parte de él mientras pintaba. Terminamos basando ese diseño en overoles vintage: encontramos la tela perfecta y nuestra talentosa costurera hizo ocho piezas que fueron envejecidas y teñidas hasta conseguir la perfección”.

Para la escena del flasback, Cook también tuvo que recrear el vestido blanco que usaba el personaje de Helen Lyle cuando ella muere quemada en la película de 1992. “Traté de encontrar capturas de pantalla o imágenes de la película original, pero lo único que se ve es su hombro”, relata Cook, “así que me tomé algunas licencias creativas. Quería mantener una sensación de ligereza etérea del vestido, pero utilizando la imagen del hombro como hilo conductor. El resultado fue simple, fluido y fantasmal”.

EL MAQUILLAJE

Picaduras de abejas y necrosis

Los horrores de Candyman

A lo largo de la película, Anthony McCoy empieza a transformarse de formas repugnantes cuando una picadura de abeja en su mano comienza a extenderse y, con el tiempo, distorsiona su apariencia. Para la apariencia decadente de Anthony, la directora Nia DaCosta se inspiró, en parte, en el clásico de horror de David Cronenberg de 1986: la película The Fly. “En la anterior película de Candyman, la monstruosidad corporal es una parte muy importante de la historia”, dice DaCosta. “Creo que el horror corporal es perfecto porque conecta directamente con el personaje y con el terror psicológico. Miré detenidamente esa película en busca de inspiración, porque mezclaba magistralmente el horror corporal con el declive psicológico”.

Para crear este asqueroso arte visual, al frente del equipo de efectos con maquillaje de la película estuvo J. ANTHONY KOSAR (Lovecraft Country, Fargo). Kosar utilizó los diseños conceptuales creados por el experimentado creador de efectos visuales de la industria AARON SIMS (It, The Wolverine) quien “interpretó y esculpió las prótesis para aproximarnos lo más que pudiéramos a los conceptos originales”, señala Kosar. “Fue muy divertido esculpirlas. El diseño de Aaron era genial, y mi equipo estaba muy entusiasmado por hacerlas”.

Todo ello fue meticulosamente creado por Yahya Abdul-Mateen II. “Cuando Anthony va por primera vez a Cabrini-Green lo pica una abeja”, revela Abdul-Mateen. “Esa lesión pronto hace que todo lo demás caiga en espiral. Empieza con un pequeño y desagradable sarpullido que a él no parece importarle mucho. La pincha y se la rasca durante toda la película. Comienza como una hinchazón y evoluciona hasta convertirse en algo completamente monstruoso”.

Kosar y su equipo tuvieron que mapear el deterioro de la piel de Anthony. “Empieza con un sarpullido que luego se extiende por el brazo, y termina generando una necrosis de la piel de todo el brazo… todo el tejido se muere”, indica Kosar. “A medida que se propaga, empieza a formarse un panal de abejas debajo de su piel y finalmente empieza a subir hacia la cara. Era un efecto grande, divertido y desafiante de lograr, porque había que seguir de cerca las muchas etapas de su deterioro a lo largo de la película”. En su punto más álgido, a un equipo de maquilladores experimentados les llevaba cuatro horas aplicar el maquillaje en la piel de Abdul-Mateen.   

Además del maquillaje de Anthony, Kosar Studios creó el gancho de Candyman. “Lo esculpimos digitalmente y lo imprimimos en 3D”, destaca Kosar. “Hicimos varias versiones del gancho. Estaba el gancho del héroe, que era rígido y podía ser peligroso si se usaba en el lugar equivocado. También hicimos varios ganchos para los dobles de acción, que eran muy suaves y no lastimaban a nadie. Las puntas de los ganchos de los dobles de acción se doblaban y eran flexibles. Construimos varios aparejos que funcionaban en paralelo con los ganchos de acuerdo con lo que requería cada una de las escenas, incluidos los que tenían una prótesis del muñón de un brazo y otros aparejos para ganchos diseñados de tal forma que cubrían la mano del actor, que usaba un guante verde que podía eliminarse digitalmente en la posproducción con efectos visuales especiales”.

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Universal Pictures y Metro Goldwyn Mayer Pictures presentan en asociación con Bron Creative una producción de Monkeypaw: Candyman. Los protagonistas son Yahya Abdul-Mateen II, Teyonah Parris, Nathan Stewart-Jarrett y Colman Domingo. La diseñadora de vestuario es Lizzie Cook y la música la compuso Robert Aiki Aubrey Lowe. La edición corrió a cargo de Catrin Hedström; la diseñadora de producción es Cara Brower y el director de fotografía es John Guleserian. Los productores ejecutivos son David Kern, Aaron L. Gilbert y Jason Cloth; y los productores, Ian Cooper, p.g.a., Win Rosenfeld, p.g.a. y Jordan Peele, p.g.a. El guión de Candyman lo escribieron Jordan Peele & Win Rosenfeld y Nia DaCosta. La directora de la película es Nia DaCosta. Un estreno de Universal © 2020 Universal Studios y Metro-Goldwyn-Mayer Pictures Inc. 

ACERCA DEL ELENCO

YAHYA ABDUL-MATEEN II (Anthony McCoy) es uno de los actores más solicitados de la industria con muchos y diversos proyectos en el horizonte. Recientemente Abdul-Mateen ganó su primer Emmy en la categoría de mejor actor de reparto en una serie limitada o película por su actuación en Watchmen, la innovadora serie de HBO en la que interpreta a Cal Abar/Dr. Manhattan. A principios de 2020 fue incluido en la lista Culture Shifters que publica el periódico en línea HuffPost y en 2018 fue uno de selectos actores en formar parte de la prestigiosa lista NextGen que publica The Hollywood Reporter.  

Abdul-Mateen actuó junto a un elenco de estrellas la película del director Aaron Sorkin The Trial of the Chicago 7, en la que interpretó a Bobby Seale, el cofundador del Partido de los Black Panther. La cinta estrenó en Netflix en octubre de 2020 con muy buenas reseñas de la crítica y un reconocimiento unánime a su actuación.

Recientemente concluyó la producción de The Matrix 4 que dirigió la directora y escritora Lana Wachowski; así como la producción de Ambulance, el thriller que dirige Michael Bay en el que actuó junto a Jake Gyllenhaal. En este momento está actuando en la producción de Aquaman and the Lost Kingdom donde repite su papel de Black Manta.

Se publicó que Abdul-Mateen va a actuar en diversos proyectos tales como Furiosa, la precuela de Mad Max, al lado de Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth; y en Emergency Contact en la que además de actuar será el productor ejecutivo. También será el productor ejecutivo de la serie The Scent of Burnt Flowers de Macro TV, creada por Blitz Bazawule.

Actúa en Watchmen, la muy elogiada serie de HBO creada por Damon Lindelof que en su estreno el 20 de octubre de 2019 consiguió el rating más alto de los últimos tres años de la historia de la cadena. El programa fue declarado uno de los mejores de la pasada década y recibió 26 nominaciones al Emmy incluyendo la categoría de mejor actor de reparto: y Abdul-Mateen lo ganó.

Entre sus actuaciones previas se encuentran la interpretación del codiciado papel del villano Black Manta en la película Aquaman del director James Wan, que protagonizó Jason Momoa para DC Comics y Warner Bros. Estrenó en cines el 21 de diciembre de 2018 y rápidamente batió el récord de los mil millones de dólares de ingresos en taquilla. Ese mismo año recibió aclamación de la crítica por su participación en First Match, película basada en el script ganador de premios de Olivia Newman que recibió el premio del público en el Festival SXSW y estrenó en Netflix en marzo de 2018. The New York Times declaró: “En 2018 no creo haber visto mejor actuación en la pantalla que el trabajo que hizo Yahya Abdul-Mateen II en su interpretación de Darrel…”.

Sus anteriores participaciones incluyen el episodio “Striking Vipers” de Black Mirror; un papel en la cinta Us de Jordan Peele; y en The Greatest Showman, en donde actuó con Hugh Jackman, Zac Efron, Michelle Williams y Zendaya para Twentieth Century Fox. Entre sus créditos adicionales tenemos a Boundaries de Sony Pictures Classic; un inquietante papel como actor invitado en la galardonada serie de Hulu The Handmaid’s Tale; una impactante actuación al lado de Dwayne Johnson en la cinta de Paramount Baywatch; en la película de Netflix All Day and a Night; y en la película Sweetness in the Belly donde actúa con Dakota Fanning, cuya premier se llevó a cabo en el Festival de cine de Toronto de 2019. 

En agosto de 2016 obtuvo su primer papel tras salir de la escuela de teatro: interpretó a Cadillac, el príncipe de la música disco en la visionaria serie de televisión de  Baz Luhrmann The Get Down, un drama musical acerca del auge del hip-hop en la década de los setenta. Los primeros seis episodios estrenaron en Netflix en agosto de 2016 y los últimos seis, en abril de 2017. 

Abdul-Mateen nació en Nueva Orleans, pero creció en Oakland, California. Fue un deportista de alto rendimiento mientras estudiaba en la escuela preparatoria y además de ser el gracioso de su clase, participó en los equipos de debate y de ajedrez. Estudió arquitectura en la Universidad de California en Berkeley. Cuando se graduó trabajó en la oficina de vivienda de la alcaldía de San Francisco en las áreas de planificación urbana y desarrollo comunitario. Cuando el mercado se desplomó y el equipo de Abdul-Mateen fue despedido decidió dedicarse a la actuación y lo admitieron en la Escuela de arte dramático de Yale.

En 2015 se graduó en Yale con un máster en arte dramático y recibió el prestigioso premio Herschel Williams que se otorga a un estudiante de actuación que haya mostrado una aptitud sobresaliente: sólo se entrega un premio por generación de graduados. Además ganó el premio Rising Star 2018 en el Festival de cine de Sun Valley.

TEYONAH PARRIS (Brianna Cartwright) se ha consolidado como una actriz versátil que sigue llamando la atención del público en los escenarios y en la pantalla.

En enero pasado Parris se unió al universo cinematográfico de Marvel para interpretar el papel de Monica Rambeau en la muy anticipada serie original de Disney+ WandaVision, donde actuó al lado de Elizabeth Olsen y Paul Bettany. Recientemente esta serie limitada acaparó las nominaciones al premio Emmy recibiendo 23 en el mismo año incluyendo en la categoría de mejor serie limitada o de antología. Hace poco se anunció que va a actuar con Brie Larson en The Marvels, donde volverá a interpretar a Monica Rambeau: la dirige Nia DaCosta y su estreno está programado para el 22 de noviembre de 2022. 

Recientemente concluyó la producción de la película de Netflix They Cloned Tyrone en la que compartió créditos con John Boyega y Jamie Foxx. Fue dirigida por Juel Taylor, que fue el transcriptor de Creed 2 y que hizo su debut como director con esta cinta en la que se relata una serie de acontecimientos que pone a un inaudito trío (integrado por Boyega, Foxx y Parris) a seguir la pista de una nefasta conspiración gubernamental.

Actuó además al lado de Meek Mill en la película de HBO Max Charm City Kings, cuya premier se llevó a cabo en el Festival de cine de Sundance de 2020 y ganó el Premio del Jurado Especial al mejor ensamble actoral. Está basada en el documental 12 O’Clock Boys; la adaptación para cine la escribió Barry Jenkins y la reescribió Sherman Payne.   

Parris ofreció una actuación memorable en la película If Beale Street Could Talk dirigida por el ganador del Premio de la Academia® Barry Jenkins (Moonlight) y que distribuyó Annapurna. La película es una adaptación de la exitosa novela de James Baldwin y resume la vida y los desafíos que enfrenta una joven pareja en Harlem. La premier fue en el Festival internacional de cine de Toronto de 2018 y ese mismo año se exhibió en el Festival de cine de Nueva York. Fue nominada al Globo de Oro en la categoría de mejor película de drama y también fue honrada por el American Film Institute (AFI) como una de las películas del año.

En 2014 compartió créditos con Tessa Thompson en Dear White People, la innovadora película independiente creada por Justin Simien. Su actuación fue galardonada con un Premio Black Reel (que premia a la excelencia en logros cinematográficos afroamericanos) en la categoría de mejor actriz revelación. Al año siguiente fue seleccionada para interpretar el papel principal de Chi-Raq, la película dirigida por Spike Lee y ganó dos premios en la categoría de mejor actriz: el Black Reel y el de la Asociación de críticos de cine afroamericano, así como una nominación al premio Image que otorga la NAACP. Posteriormente interpretó a la cantante Miki Howard en el telefilme Love Under New Management: The Miki Howard Story que dirigió Christine Swanson donde también tuvo el crédito de productora. Otras de sus actuaciones en cine incluyen las cintas How Do You KnowPoint Blank y The Photograph.  

En la televisión actuó con un papel recurrente al lado de Jon Hamm en la serie de televisión aclamada por la crítica Mad Men de la cadena AMC, actuando en este programa durante las cuatro últimas temporadas. En 2013 Parris y sus compañeros actores de Mad Men recibieron una nominación para un premio SAG en la categoría de mejor actuación de un ensamble actoral en una serie de drama. Entre el 2014 y el 2017 participó en todos los episodios de la cuarta temporada de la aclamada serie de televisión Survivor’s Remorse que se transmitió por Starz.

Su debut en Broadway llegó con la puesta en escena de John Guare de A Free Man of Color en la que actuó al lado de Jeffrey Wright y Mos Def; la dirigió George C. Wolfe y se presentó en el Vivian Beaumont Theater. En 2019 Parris interpretó el papel de Kaneisha en la muy comentada obra Slave Play, la producción Off-Broadway del dramaturgo Jeremy O. Harris.  

Parris se graduó en la prestigiosa Escuela Juilliard de la ciudad de Nueva York.

NATHAN STEWART-JARRETT (Troy Cartwright) ya cuenta con un historial por seleccionar proyectos que son socialmente relevantes y que abordan temas como la violencia racial, la gentrificación, la identidad sexual y el cambio climático. En la actualidad interpreta el papel de Sam en la serie que produce Lena Dunham para HBO Max titulada Generation. La serie oscura y lúdica por igual presenta a un grupo de estudiantes de secundaria cuya exploración de la sexualidad moderna pone a prueba creencias profundamente arraigadas sobre la vida, el amor y la naturaleza de la familia en una comunidad conservadora. Su personaje no es el típico orientador vocacional: la fuerza de Sam radica en su autenticidad. Si bien Sam se mueve con esa actitud de “en realidad yo inventé el juego”, una parte de él siempre deseará ser tan audaz e intrépido como sus alumnos.

Antes de ser seleccionado para actuar en Candyman, Stewart-Jarrett fue incluido  en la lista 10 Brits to Watch de 2020 que selecciona y publica la revista Variety.

Recientemente actuó en la obra de teatro ganadora del Tony Angels in America del dramaturgo Tony Kushner. Por su personaje Belize, el ex novio y mejor amigo de Prior Walter (Andrew Garfield) y enfermero de Roy Cohn (Nathan Lane), el actor británico recibió aclamación de la crítica por su actuación como la ex drag queen y la voz de la razón de los dos protagonistas.

Se dio a conocer por su rol estelar de Curtis Donovan en la exitosa serie de E4 Misfits, que relata la historia de un grupo de jóvenes delincuentes condenados a trabajar en un programa de servicio comunitario donde obtienen poderes sobrenaturales tras una extraña tormenta eléctrica. La serie ganó el premio BAFTA de la televisión de 2010 a la mejor serie de drama. Stewart-Jarrett también actuó en un thriller de conspiración: la serie Utopia cuya trama gira en torno a un pequeño grupo de personas que poseen el manuscrito de la secuela de una novela gráfica de culto llamada The Utopia Experiments

COLMAN DOMINGO (William Burke)fue nominado al premio que otorga la Asociación de críticos de Hollywood en 2021 en la categoría de mejor actor por su actuación en la serie Euphoria; y a los premios Independent Spirit, NAACP, SAG y al Critics Choice Award por su actuación en la película Ma Rainey’s Black Bottom. Se siente orgulloso de haber recibido el título de Doctor Honoris Causa en Letras Humanas que le otorgó el Ursinus College. Acaba de incorporarse al cuerpo docente de la Escuela de arte dramático de la Universidad del Sur de California como profesor de actuación, después de haber trabajado como asociado creativo de la Escuela Juilliard y formar parte del cuerpo docente de la Escuela de drama de la Universidad de Yale.

Ha sido nominado a los premios Tony, Lawrence Olivier, Drama Desk, Drama League y NAACP; y ha recibido el OBIE y el Lucille Lortel en sus facetas de actor, dramaturgo, director y productor. Fue galardonado en el Festival de cine de Newport y recibió una distinción por sus treinta años en el mundo de la actuación de parte de The Vineyard Theatre. Además de participar en Candyman, en 2021 ha actuado con Michael B. Jordan en Without Remorse para Paramount; en Zola de A24; y junto a Kelsey Grammer y Julia Stiles en The God Committee. Domingo interpretó el rol de Ali tanto en The Twilight Zone de CBS All Access como en Euphoria de HBO. Ya lleva siete temporadas interpretando a Victor Strand en la exitosa serie de AMC Fear the Walking Dead. Ganó el premio al mejor actor de un drama que otorga la Academia de televisión en el Festival de televisión independiente por su actuación en la cinta Nothingman que dirigieron Eli Kooris y Joshua Shaffer. También se ganó la beca para el programa de cine del Instituto Sundance. Su compañía de producción, Edith Productions, tiene un acuerdo de primera instancia con AMC Studios y se encuentra desarrollando proyectos de cine, teatro y animación para ellos.

En este momento está rodando la cuarta temporada de su serie Bottomless Brunch at Colman’s para todas las plataformas de AMC y está preparando su serie con guión titulada West Philly, Baby, que va a escribir, a dirigir y será el productor ejecutivo para ALLBLK/AMC+.

El exitoso musical de Broadway Summer: The Donna Summer Musical escrito por Domingo fue galardonado con dos nominaciones al Tony y a los premios Drama Desk y Drama League.

Entre sus créditos en cine se encuentran el drama If Beale Street Could Talk del director ganador del Premio de la Academia® Barry Jenkins; Selma, la película de Paramount nominada al Premio de la Academia® en la que interpretó al reverendo Ralph Abernathy; The Butler de Lee Daniels; Lincoln dirigida por Steven Spielberg; las tres películas dirigidas por Spike Lee Miracle At St. Ana, Red Hook Summer y Passing Strange; Freedomland que dirigió Joe Roth; True Crime, película dirigida por Clint Eastwood; The Birth of a Nation del director Nate Parker; Assassination Nation de Sam Levinson; First Match de la directora Olivia Newman; y Lucy in the Sky de Noah Hawley, para Searchlight Pictures. Actuó en Scottsboro Boys en el teatro Young Vic en Londres, una obra de teatro que ganó el premio que otorga la publicación The London Evening Standard en la que interpretó un papel que presentó por primera vez en Broadway y off-Broadway, y posteriormente lo repitió en el West End de Londres.

Domingo siguió los pasos de Zakes Mokae, James Earl Jones y Danny Glover cuando interpretó a Zachariah en la nueva puesta en escena de Blood Knot en Nueva York, obra escrita y dirigida por Athol Fugard y que fue la producción que inauguró el Signature Theater Center en Off-Broadway. Es reconocido por sus interpretaciones de Mr. Franklin y de un actor alemán llamado Mr. Venus of Berlin en el innovador musical de Broadway Passing Strange que dirigió Annie Dorsen y ganó el premio Tony y el Drama Desk. Spike Lee adaptó el guión de esta obra para el cine. También actuó en King of the Bingo Game, la primera adaptación para la pantalla de una historia de Ralph Ellison para la PBS.

Hizo su debut en el teatro británico y australiano con la obra en solitario cuyo guión también escribió: A Boy and His Soul que se presentó en el Tricycle Theater y en el teatro Brisbane Powerhouse. Esta obra la presentó por primera vez el mismo lugar de siempre: el Vineyard Theatre de la ciudad de Nueva York. También actuó en Wild with Happy, cuyo debut se llevó a cabo en el Public Theater. La premier de Dot, su cuarta pieza teatral fue en el Festival humana en el Actors Theater of Louisville; y Off-Broadway se presentó en el Vineyard Theatre y la dirigió la legendaria ganadora del Tony Susan Stroman. Dot tiene producciones regionales por todo el país y la editorial Samuel French publicó el libro.

Domingo y la ovacionada dramaturga en los Estados Unidos Patricia McGregor son los autores del aclamado musical Lights Out: Nat “King” Cole, cuya premier mundial se llevó a cabo en el People’s Light Theatre en octubre de 2017 y sus funciones siempre tuvieron localidades agotadas. El musical fue nominado a los Premios Barrymore a la excelencia en el teatro. En febrero de 2019 la estrenó en el Geffen Playhouse situado en la costa oeste del país y los protagonistas fueron Dulé Hill y Daniel J. Watts; como las funciones también agotaban sus localidades, la temporada se extendió en dos ocasiones. Rompió todos los records de ventas de boletos y se convirtió en el musical más rentable de los 24 años de historia del teatro Geffen.

Este experimentado director de teatro desde hace 30 años recientemente dirigió el drama familiar Dot con un guión de su autoría en el People’s Light Theatre en Malvern, Pensilvania. También dirigió A Guide For The Homesick escrita por Ken Urban, la obra aclamada por la crítica y nominada al premio IRNE (mejor director de una obra de teatro) y cuya premier mundial se llevó a cabo en el Huntington Theatre. Domingo también produjo Pilgrims for the Lark de la dramaturga Claire Kiechel. Su producción de Barbecue, nominada al premio de teatro de la NAACP (mejor dirección) y ovacionada por la publicación StageSceneLA (mejor dirección de comedia y producción de una obra de teatro), terminó su temporada con las entradas agotadas en el teatro Geffen Playhouse. Domingo dirigió la producción Off-Broadway que ganó el premio Alliance al mejor musical familiar de A Band of Angels; y montó Seven Guitars de August Wilson en el Actors Theatre de Louisville. Fue además el director de las producciones Off-Broadway de Exit Cuckoo en The Working Theatre y de Single Black Female en el New Professional Theatre. Ha dirigido en el Berkeley Rep y para el laboratorio de dirección del Lincoln Center. Ha recibido residencias y/o encargos de distintas compañías de teatro tales como The Geffen Playhouse, el American Conservatory Theatre, el People’s Light & Theatre Company, el New York Theatre Workshop, Scott Rudin Productions, Jeffrey Sellar, The Wallace Foundation, San Francisco Cash Fund, el New Professional Theatre y The March of Dimes.

Ha impartido clases, conferencias y tutorías en el  Instituto Nacional de Teatro en O’Neal; en el Instituto de Tecnología de Massachusetts; en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill; en la Universidad de Texas en Austin; en el Savannah College of Art and Design; en la Universidad de Wisconsin; en el Madison OMAI; en The New York Writers Institute, ofreciendo conferencias a los estudiantes de la beca Burian; en la Universidad de Minnesota; en la Universidad del Temple; en el Instituto de Arte de San Francisco; y en el Community College de Filadelfia.

VANESSA ESTELLE WILLIAMS (Anne-Marie McCoy) nació y creció en Brooklyn, Nueva York. Esta talentosa artista llegó a Hollywood en los años 90 con un propósito apasionado y con ganas de quedarse. En diciembre de 2020 esta cotizada artista creativa concluyó la producción del largometraje para BET titulado A Rich Christmas; y recientemente terminó Christmas Family Reunion con la compañía productora The Ninth House.

Williams actúa en la miniserie de seis episodios A Luv Tale que dirige Sidra Smith y que próximamente va a estrenarse en la plataforma digital de Essence Magazine. Viajó a la exuberante Isla Mauricio situada frente a la costa de África Oriental, en el medio del Océano Índico, para actuar al lado de Erica Ash, Rotimi, Stephen Bishop y Tyson Beckford en la comedia independiente Singleholic.

Su debut en cine llegó con la película urbana clásica New Jack City en donde interpretó a Keisha, una jefa de seguridad que maneja armas. Otros de sus créditos cinematográficos incluyen Thriller, disponible ahora en Netflix; Raising Izzie; Imagine That; Like Mike; Punks; Mother; y Candyman.

Fue nominada al premio Emmy por su actuación en Our America, una película original de Showtime. Después de ser nominada seis veces en la misma categoría, Williams ganó el premio Image de 2003 que otorga la NAACP a la mejor actriz en una serie de drama por su brillante interpretación de Maxine Chadway en la exitosa serie de Showtime Soul Food. Actuó en Raising Izzie, la película de GMCTV cuyo estreno en televisión alcanzó los más altos niveles de rating y además recibió una nominación al premio Image de 2013 de la NAACP a la mejor película o miniserie para televisión. Sus créditos en televisión incluyen la muy larga telenovela en horario diurno de la NBC Days of Our Lives; Famous in Love de la cadena Freeform; The Flash; Ward of the State; la serie The Bay; Sugar Mommas; Lincoln Heights; Everybody Hates Chris; Knight Riders; Flirting with Forty; Ice Spiders; Cold Case; cinco temporadas de la serie de televisión Soul Food TV; Our America; The Steve Harvey Show; Chicago Hope; Murder One; Living Single; NYPD Blue; Melrose Place; The Cosby Show; y Law & Order.

Debutó en Broadway en la producción de Sarafina que se presentó en el Lincoln Center Theatre. En 2012 Williams recibió reseñas positivas por su interpretación del rol de Esther en Intimate Apparel, la producción de Lynn Nottage aclamada por la crítica en el Pasadena Playhouse. Otros de sus créditos en el teatro y en Broadway incluyen Mule Bone; Death and the Kings Horseman;las producciones regionales de The Vagina Monologues; Issues; Abyssinia;y la gira por Europa del musical HAIR.

Un extracto de su libro titulado Shine que Essence Magazine publicó en junio de 2004, se convirtió en la base de su presentación en solitario titulada Feet on the Ceiling, una verdadera historia de vida; estrenó en el Festival nacional de teatro negro en 2011 y se presenta con regularidad en ciudades y universidades de Estados Unidos y el Caribe.

Williams, que se desempeña como vicepresidenta de la junta directiva ejecutiva de The Black Aids Institute, además es presidenta de la organización Hollywood Task Force on Aids de BAI. Recluta y dirige a sus colegas en una serie de anuncios de servicio público que hacen las celebridades para generar conciencia sobre el VIH y la prevención del SIDA.

Williams es una estrella reconocida internacionalmente: su atractivo a nivel mundial es auténtico, enérgico y genera una completa conexión. Artista y madre de dos niños de gran talento creativo, Omar y Haile Wiseman, combina la pasión y el entusiasmo juvenil con un encanto atemporal y un sentimiento que conecta profundamente con la gente. Ella es un talento en el que el público confía: la ama y la admira.

ACERCA DE LOS REALIZADORES

NIA DaCOSTA (guionista/directora)es una de las voces más frescas y solicitadas de Hollywood; ha escrito y dirigido proyectos para teatro, cine y televisión.

DaCosta se encuentra en la etapa de producción de la muy esperada película The Marvels, la secuela de Captain Marvel. Esta colaboración la convierte en la primera mujer negra en dirigir una película en Marvel Studios. El estreno de esta cinta de súper héroes estelarizada por Brie Larson, Teyonah Parris y Iman Vellani está programado para el 11 de noviembre de 2022.  

Debutó como directora de cine en la película Little Woods que protagonizaron Tessa Thompson y Lily James. Esta cinta fue desarrollada a través del Instituto Sundance y aborda temas reales y de actualidad como el acceso a la salud, la pobreza y la justicia penal a través de la historia de dos hermanas que viven distanciadas y que deben trabajar al margen de la ley para mejorar sus vidas. Su premier fue en el Festival de cine de Tribeca de 2018 y la distribuidora Neon la estrenó en los cines en 2019 con una calificación de 96% en Rotten Tomatoes. 

En 2019 dirigió dos episodios de la tercera temporada de la nueva versión de Top Boy de Netflix. También escribió el guión la serie de HBO Industry con la compañía productora de televisión británica Bad Wolf.  

Obtuvo una licenciatura en cine y televisión de la Escuela Tisch de las Artes de la Universidad de Nueva York y estudió una maestría en dramaturgia escénica y para medios de comunicación en la Royal Central School of Speech and Drama en Londres. DaCosta vive en Brooklyn, Nueva York.  

JORDAN PEELE, p.g.a.(productor/guionista) es un cineasta que ha ganado un Óscar® y un premio Emmy. Get Out, su primera película que estrenó en 2017 recibió gran aclamación de la crítica. La cinta fue reconocida con cuatro nominaciones al Premio de la Academia® y Peele ganó el Óscar® al mejor guión original. En 2019 escribió, produjo y dirigió su segunda película: Us, que rápidamente fue un éxito y fue elogiada por el público y la crítica. El día que estrenó en los cines logró el mejor resultado en ingresos de taquilla de la historia de una película de horror. Antes de Get Out, Peele fue el coprotagonista y cocreó el programa Key and Peele. A lo largo de cinco temporadas, La visión única del programa de sketches cómicos se convirtió en una sensación viral en línea. En 2012 Peele formó su propia compañía productora de cine y televisión: Monkeypaw Productions, cuyo objetivo es apoyar la narrativa poco convencional a través del género cinematográfico

WIN ROSENFELD, p.g.a.(productor/guionista) es escritor, productor y el presidente de Monkeypaw. Está al frente de las diversas producciones de cine y televisión de la empresa y es productor ejecutivo de The Twilight Zone y de Hunters. Antes de iniciar su colaboración en esta compañía Rosenfeld produjo contenido digital, social y para transmisión en radio, televisión e impresos para varios medios de comunicación incluyendo la NBC, la revista Slate y la cadena de radio NPR, y editó un segmento de entretenimiento de la cadena PBS que ganó un Emmy.

IAN COOPER, p.g.a. (productor) es el socio de Jordan Peele y el director creativo de la compañía Monkeypaw Productions. Está al frente del desarrollo y la producción de todos los proyectos para cine y televisión y define el lenguaje visual de la empresa. Además de producir las películas Candyman y Us va a ser el productor de Nope, el próximo largometraje que Peele va a dirigir.

Cooper también es un dedicado artista visual con un enfoque en la escultura de técnica mixta. Su trabajo forma parte de la colección permanente del Museo Whitney de arte estadounidense y del Museo de arte Pérez de Miami. Sus obras han recibido reseñas positivas en publicaciones de la talla de The New York Times, Artforum, Art in America, Time Out New York y otras. Antes de colaborar en Monkeypaw, Cooper fue profesor de escultura en la Universidad de Nueva York y fue el director de tesis de pregrado para el programa de arte del estudio. Vive y trabaja en Los Ángeles.

AARON L. GILBERT (productor ejecutivo) es el presidente del consejo y director general de BRON Studios, una compañía productora que cofundó con su esposa Brenda Gilbert en 2010. Con sede en la Columbia Británica, la empresa matriz BRON Media Corp. tiene las divisiones globales BRON Studios, BRON Creative, BRON Animation, BRON Releasing, BRON Digital, BRON Life y BRON Ventures. Gilbert es un ex ejecutivo de la industria de la música y las finanzas; ha sido productor y productor ejecutivo de más de 100 producciones y ha trabajado con algunos de los cineastas y creadores más selectos de la industria.

Las películas de Gilbert han recibido ovaciones de la crítica y la impresionante cifra de 27 nominaciones a los Premios de la Academia. Entre los 6 premios en su haber se encuentran el de Viola Davis a la mejor actriz de reparto en la película Fences de Denzel Washington; y el de Joaquin Phoenix por su impresionante actuación en Joker, la película que rompió records de taquilla. En la lista de películas en las que Gilbert ha sido productor o productor ejecutivo encontramos a Judas and the Black Messiah que estelarizaron Daniel Kaluuya y LaKeith Stanfield, ganadora de un Premio de la Academia; Pieces of a Woman, la cinta dirigida por Kornél Mundruczó que fue nominada al Premio de la Academia y cuya protagonista es Vanessa Kirby; Bombshell, la cinta ganadora del Premio de la Academia® que estelarizaron Charlize Theron, Margot Robbie y Nicole Kidman; Denzel Washington hizo el primer papel en Roman J. Israel Esq que también fue nominada al Premio de la Academia; The Mule, película dirigida por Clint Eastwoody protagonizada por él mismo y Bradly Cooper; Leave No Trace, con Ben Foster; The Birth of a Nation dirigida por Nate Parker; Queen & Slim de Melina Matsoukas, con Daniel Kaluuya y Jodie Turner-Smith; The Willoughbys, narrada por Ricky Gervais; The Way Back con Ben Affleck; Greyhound, que protagonizó Tom Hanks; Chris Evans y Michael K. Williams protagonizaron The Red Sea Diving Resort; The Front Runner, cinta de Jason Reitman estelarizada por Hugh Jackman; y Tully con Charlize Theron, entre muchas otras.

Recientemente BRON estuvo involucrado en el proyecto de David Lowery titulado The Green Knight que en este momento se encuentra en exhibición en los cines y que protagoniza Dev Patel. Las próximas películas de Gilbert incluyen Respect, la biografía de Aretha Franklin que estelariza Jennifer Hudson; The Addams Family 2, la secuela del exitoso relanzamiento animado de la franquicia que volverá a contar con las voces de Oscar Isaac y Charlize Theron; Ghostbusters: Afterlife, la tercera colaboración de BRON con Jason Reitman; House of Gucci dirigida por Ridley Scott, que protagonizan Lady Gaga, Adam Driver, Jared Leto y Al Pacino; un proyecto de Paul Thomas Anderson aún sin título en español estelarizado por Bradley Cooper; Journal for Jordan de Denzel Washington con Michael B. Jordan y Chante Adams; Cyrano, una adaptación del director Joe Wright de la obra literaria en la que actúan Peter Dinklage y Haley Bennett; Y The Survivor, con Ben Foster y dirigida por Barry Levinson.

En este momento BRON tiene varios proyectos en etapa de posproducción como la dramática serie de televisión de crímenes Kin en la que actúan Clare Dunne, Aidan Gillen y Charlie Cox, que el próximo otoño estrenará en AMC+; Solitary dirigida por Nate Parker y estelarizada por David Oyelow, actor nominado a los premios BAFTA y Emmy; y Surrounded de Anthony Mandler, con Letitia Wright, Jamie Bell y Michael K. Williams. También tienen proyectos que se encuentran en etapa de producción tales como la muy esperada docu serie de la icónica artista de rap Nicki Minaj que va a estrenarse por HBO Max; la serie de televisión That Dirty Black Bag, un épico spaghetti western con Douglas Booth y Dominic Cooper; y Call My Agent!, la adaptación al inglés de la aclamada comedia francesa cuyas protagonistas son Lydia Leonard, Jack Davenport y Jim Broadbent.

Gilbert trabaja en las oficinas de BRON en Los Ángeles y en Vancouver. BRON también cuenta con oficinas en Nueva York y Toronto y tiene oficinas de operaciones en Londres (Reino Unido) y en Nueva Zelanda.

JASON CLOTH (productor ejecutivo) es el fundador y director del conglomerado de las empresas Creative Wealth Media Lending Inc., Creative Wealth Media Finance Corp. y Creative Wealth Media Advisors Inc. (Creative Wealth Media), un fecundo grupo de empresas dedicadas a la financiación de proyectos de cine y televisión. Cloth ha sido productor ejecutivo de más de 70 películas de BRON Studios, al tiempo que ha otorgado préstamos para la producción por más de $550 millones de dólares a un portafolio de propiedades que incluye éxitos de la crítica, exitosas súper producciones y películas de culto entre las que se encuentran varias cintas nominadas al Óscar como Joker (la película apta para mayores de 18 años con la más alta recaudación de taquilla de la historia); Greyhound (el éxito de AppleTV+ que protagoniza Tom Hanks); Judas and the Black Messiah (Warner Bros.); Pieces of a Woman (Netflix); Bombshell (Lionsgate); e muy esperado estreno de Ghostbusters: Afterlife (Sony); y dos cintas con Kevin Hart: el próximo estreno de The Man From Toronto y la recientemente estrenada Fatherhood, por mencionar solo algunas. Cloth también es director de BRON Media Corp. y se incorporó a BRON Studios en septiembre de 2014, donde juega un papel estratégico clave en la gestión financiera y las inversiones.

El joint venture que hay entre las empresas Creative Wealth Media de Cloth y BRON Studios (división BRON Creative) ha firmado dos acuerdos para cofinanciar varias películas de más de $100 millones de dólares cada uno, con Warner Bros. y MGM. Entre las películas de Warner Bros. Pictures se encuentran Joker, The Mule y The Way Back, así como las cintas de New Line Cinema Isn’t It Romantic, The Kitchen, Superintelligence y la reciente película que protagoniza Angelina Jolie Those Who Wish Me Dead. Entre las cintas de MGM están The Addams Family, Legally Blonde 3, Respect, The Thomas Crown Affair y Robocop Returns; y las de Orion Pictures son Child’s Play, Bad Trip y Gretel and Hansel.

Otros créditos de Cloth en el cine incluye la aclamada película dirigida por Denzel Washington Fences (Paramount); y Roman J. Israel Esq (Sony), que también protagoniza este actor; The Mule dirigida por Clint Eastwood; la sumamente exitosa cinta A Simple Favor con Blake Lively y Anna Kendrick; The Front Runner de Sony, estelarizada por Hugh Jackman; Red Sea Diving Resort con Chris Evans; Isn’t It Romantic, película en la que actúan Rebel Wilson, Priyanka Chopra y Liam Hemsworth; The Good Nurse con Jessica Chastain y Eddie Redmayne; The Spy Who Dumped Me en la que actuaron Mila Kunis y Kate McKinnon; Tully, cuyo primer papel lo realizó Charlize Theron (Focus Features); Birth of a Nation (Fox Searchlight); y Assassination Nation.

Cloth se recibió de economista en la Universidad York de Toronto y fundó Creative Wealth Media Trust (CWM Trust) en 2016. CWM Trust se dedica a la financiación de deuda para la realización de proyectos cinematográficos y mediáticos en la industria del entretenimiento y los medios de comunicación. La oficina matriz de Creative Wealth Media está situada en Toronto, Canadá.

DAVID KERN (productor ejecutivo) fue el productor de línea en las películas The Lincoln Lawyer, The Age of Adaline, Peppermint y The Glorias. Actualmente se encuentra en la fase de producción de Flamin Hot de Searchlight.

JOHN GULESERIAN (director de fotografía) aspiraba a convertirse en cineasta desde que era muy joven. Estudió la carrera de cinematografía en el Columbia College de Chicago y posteriormente se graduó en el American Film Institute (AFI).

Mientras estudiaba en el AFI inició una colaboración duradera con el guionista y director Drake Doremus. Han rodado cinco películas juntos entre las que se encuentran Like Crazy, un drama romántico cuya premier se llevó a cabo en el Festival de cine de Sundance y se llevó el Premio del Gran Jurado. La experiencia que fue ganando lo llevó a rodar su primera película de estudio: la comedia romántica de Universal About Time.

Posteriormente fotografió muchas películas aclamadas por la crítica como The Overnight, dirigida por Patrick Brice; Equals, un romance de ciencia ficción con efectos especiales cuya premier fue en el Festival de cine de Venecia. Kristen Stewart le pidió que fuera el director de fotografía de Come Swim, su ópera prima que estrenó en el Festival de cine de Sundance de 2017 y fue exhibida en el Festival de cine de Cannes de ese mismo año. Guleserian ha colaborado con varios actores que también se convirtieron en directores de cine como Chris Evans, Jeff Probst y más recientemente, Clea Duvall.

Algunos de sus créditos más destacados en televisión incluyen la exitosa serie de Amazon Transparent; Casual de Hulu; y la serie de Netflix Friends from College, creada por Nick Stoller.

Estuvo muy ocupado con la filmación de las películas Love, Simon de Greg Berlanti; Trial by Fire de Ed Zwick; An American Pickle, la primera película que estrenó HBO Max; Happiest Season de Clea Duvall;y He’s All That de Mark Waters. Guleserian se encuentra trabajando en la producción de Cocaine Bear, película que dirige Elizabeth Banks.

CARA BROWER (diseñadora de producción) aprendió su oficio empezando desde abajo y ocupando todos los puestos que existen en el departamento de arte. Cuando fue directora de arte tuvo el honor de trabajar con algunos de sus héroes de la cinematografía —David Lynch (Twin Peaks, The Return); Joel y Ethan Coen (Hail Caesar!); y con David Fincher en tres diferentes proyectos (House of Cards, Gone Girl y el video musical Suit & Tie de Justin Timberlake, en el que presenta a Jay Z). En 2018 fue la directora de arte en la cinta Us que también dirigió Jordan Peele. La pasión que ambos comparten por las imágenes visuales realzadas y la estética elevada le brindó la oportunidad de trabajar como diseñadora de producción de Candyman para Monkeypaw Productions y la directora DaCosta.

Brower sigue colaborando con DaCosta como la diseñadora de producción en la muy esperada película de Marvel titulada The Marvels, la secuela de Captain Marvel.

Después de conocer a Nia DaCosta cuando estudiaban en la Universidad de Nueva York, CATRIN HEDSTRÖM (editora) ha tenido el privilegio de editar todos los trabajos de DaCosta incluyendo Little Woods, un proyecto de Sundance lab que fue distribuido en cines por A24; y episodios de la serie Top Boy de Netflix.

A principios de este año Hedström editó la cinta Sharp Stick que dirigió Lena Dunham que protagonizan Jennifer Jason Leigh, Jon Bernthal, Taylor Paige y Kristine Froseth. 

Ya se encuentra editando The Marvels, película que también dirige DaCosta. 

ROBERT AIKI AUBREY LOWE (Música) es un artista, curador y compositor musical que trabaja principalmente —pero no se limita— con la voz y el sintetizador modular para generar el sonido en el ámbito de la música espontánea. Con los trabajos de síntesis de video analógico ha presentado una propuesta audiovisual que ha sido esencial para las presentaciones en vivo y en la instalaciones o exposiciones.

La unión de la síntesis y la voz ha permitido una mayor fisicalidad al igual que la música extática tanto en vivo como la que está grabada. La sensibilidad de la síntesis modular analógica se hace eco de la naturaleza orgánica de la expresión vocal que, en este caso, está destinada a crear un estado de trance. Las obras que escribe Lowe están dirigidas a las relaciones humanas con el mundo natural y mágico y a la repetición de temas.

Últimamente Lowe también se ha enfocado en la composición de música para películas, tanto en solitario como en colaboración.

Ha trabajado en colaboración con los artistas y cantantes Ben Russell, Ben Rivers, Sabrina Ratté, Rose Lazar, Nicolas Becker, Jóhann Jóhannsson, Tarek Atoui, Philippe Parreno, Evan Calder Williams, Ariel Kalma, Susie Ibarra, YoshimiO, Alexandra Wolkowicz, Biba Bell, ADULT., Hildur Guđnadóttir y Rose Kallal, entre muchos otros.

LIZZIE COOK (diseñadora de vestuario) recientemente creó el vestuario del drama de CBS-TV titulado The 4400, de las productoras Janice Cooke y Ariana Jackson.

La diseñadora nativa Michigan ha pasado la mayor parte de sus dos décadas de carrera en Chicago trabajando en todos los puestos que abarca el departamento de vestuario (ayudante de diseño, envejecimiento de vestuario, teñido de telas, compras, encargada y supervisora de vestuario en el set) antes de recibir sus primeros créditos de diseño de vestuario en tres películas independientes: Cup of My Blood (2005); Street Thief y Dirty Work, estas dos últimas en el 2006.

Regresó a su estado natal para diseñar la película independiente de horror Playback (en 2012, protagonizada por Christian Slater) antes de empezar a trabajar en la miniserie de MTV Underemployed ese mismo año. También diseñó el vestuario de la comedia independiente Warren (2014); de otra cinta independiente de horror titulada Dig Two Graves (2014. El crítico de cine Roger Ebert la calificó como “extraordinariamente inteligente y hacer las cosas bien”); y en 2016 de la comedia My Friend’s Rubber Ducky, película que recibió varias nominaciones a premios en el Festival de cine independiente  de la zona oeste. Su último trabajo fue en el aclamado drama situado en los barrios bajos The Chi de la cadena Showtime; y la serie dramática de CBS-TV titulada The 4400.

En una variedad de roles dentro del departamento de vestuario, los créditos de Cook también incluyen ER, Empire, Prison Break, Lake House, 8 Mile, Spider-Man 2, The Weather Man, Roll Bounce, Fred Claus, Stranger Than Fiction, The Express, The Unborn, el remake de 2009 de A Nightmare on Elm Street, Jupiter Ascending de las hermanas Wachowski, Shameless de Showtime, Chicago Med, Exorcist y la película Instant Family. Cook trabaja con frecuencia en el ámbito de los comerciales y los impresos y ofrece sus servicios a clientes tales como Kmart, Walmart, Budweiser, Empress Casino, Walgreens, Kelloggs, Sprint, The Hartford, Sears, Rivers Casino, Brazilian Peel/HSN, Best Buy/Samsung/NFL y Nevin’s Bar and Grill, entre muchos otros. Y en 2015 creó su propia marca de diseño de trajes de baño: Fenton Fox Swimwear.