Stranger Things 2: ¿Es esta segunda temporada lo que todos estábamos esperando?
¡Stranger Things está de regreso!
Con esta segunda temporada vuelven nuestros personajes favoritos, Dustin (Gaten Matarazzo), Mike (Finn Wolfhard), Once (Millie Bobby Brown), Lucas (Caleb McLaughlin), Will (Noah Schnapp), Jim (David Harbour), Jonathan (Charlie Heaton), Steve (Joe Keery) y Nancy (Natalia Dyer), y junto a ellos llegan nuevos personajes que se hacen querer y odiar en unos pocos capítulos. Pero, ¿es realmente esta segunda temporada lo que todos estábamos esperando? Hablemos de eso un poco, a continuación, expongo mi opinión acerca de Stranger Things 2. Advertencia de spoilers de la serie a partir de aquí en adelante.
La respuesta a la pregunta “¿es lo que esperábamos?”, resulta ser un poco ambigua a mi criterio, porque en gran parte esta segunda temporada es efectivamente lo que todos esperábamos y hasta un poco más, ya que tenemos a nuestros niños preferidos de vuelta metidos en una nueva aventura con el “otro mundo”, vemos atacar una jauría de demogorgones o demodogs (como los bautizó Dustin) un poco más cachorros en esta ocasión, también tenemos nuevos integrantes al elenco, Dacre Montgomery como Billy y Sean Astin como Bob, que son excelentes actores, y un nuevo monstruo amenazante (que supera en poder al Demogorgón adulto presentado en la primera temporada), un “desuellamentes” con el poder de controlar una colmena de criaturas y personas que posea para dominarlas a su antojo como una conciencia colectiva para sus fines malignos.
Hasta allí vamos muy bien con Stranger Thing 2, la cuestión es que por otra parte el ambiente que había creado la primera temporada se pierde un poco: en la primera entrega desde el primer episodio tenías esa sensación de que estabas viendo una película de Stephen King o de Steven Spielberg, pero ahora ya no es así, o por lo menos no se siente tan a flor de piel. Quizá mucho tiene que ver con el hecho de que ya no nos sorprenden con el estilo de la historia y la dirección artística para contarla como la primera vez, sin embargo, hay elementos que flaquean y que podrían ser los principales responsables de que no experimentemos esa sensación plenamente que nos enamoró de Stranger Things.
En primer lugar, aunque el “desuellamentes” es evidentemente una criatura mucho más poderosa que un demogorgón o demodog, no termina causando el mismo terror que generaba un demogorgón adulto, cazador y sanguinario, como el de la primera temporada, que básicamente parecía un “tiburón” al acecho, esperando que cualquiera cayera por error en las profundidades del “otro mundo” para comérselo.
El desuellamentes implica una amenaza mucho más grande para el mundo, pero que no termina de infundarnos el terror suficiente en sus escenas protagónicas.
Podríamos pensar: bueno eso lo resuelven con una jauría de demodogs en esta temporada… pero el resultado no es el mismo. A pesar que ahora son varios demodogs, parece menos letales. Esto podría explicarse con el hecho que se trata de demodogs aún jóvenes que no se han desarrollado por completo, pero para los efectos de la trama la hace más blanda, la tensión se disipa entre una jauría que uno nunca sabe de dónde salieron y dónde estuvieron todo ese tiempo considerando que crecen tan rápido como lo mostraron con el pequeño Dart. Lo lógico es que si se desarrollan tan rápidamente ya algunos fuesen adultos a estas alturas. También al ver una jauría de demodogs en esta temporada te hace pensar: ¿en dónde estaban todos metidos en la temporada anterior?
Hagámos un lado los aspectos anteriores. Después de todo, podría decirse que estaríamos siendo demasiado exigentes en los detalles y hay que entender que sencillamente no sabían qué harían una segunda temporada de Stranger Things y tuvieron que inventar cosas aunque no tuvieran mucha coherencia en la historia. Estos aspectos podrían dejase pasar sin problema, sin embargo, cuando te das cuenta que un personaje como Once es desperdiciado casi la mitad de la temporada, ya comienzas a sentir cierta calentura. Once es el epicentro de la primera historia, el enigma mayor, y de pronto en esta historia la dejan encerrada la mitad de la temporada en una casa… Luego sale a tener una aventura con unos chicos rebeldes y regresa para salvar el día.
Esto de Once se siente como si quisieron deshacerse del personaje por un buen tiempo para poder meter en problemas a los demás, porque Once está demasiado poderosa y podría neutralizar cualquier amenaza muy fácilmente. Por ese lado la trama también te deja un poco decepcionado.
En esta ocasión la historia se centra más en el Will que estuvo perdido casi toda la temporada pasada, pero es que su personaje e incluso el actor no le hace justicia a la calidad de los demás personajes. El niño es poseído, pero resulta ser una posesión demasiado pasiva… más bien es como un “espía”, como bien lo dijo Mike en la serie. Así que no desarrolla poderes, ni significa mayor amenaza para el resto. Con ponerlo a dormir es suficiente para que estén todos tranquilos.
Quizá debieron en algún punto de la historia hacer que el desuellamentes poseyera a Once. Eso sí hubiese sido algo muy terrorífico. Once poseída por una fuerza maligna que puede hacer uso a gusto de su poder en contra de sus amigos y del mundo… Definitivamente, una amenaza más temible en comparación con el “espía” Will que ponen a dormir a cada rato que se pone a gritar.
En cuanto a los nuevos personajes, me parecieron excelentes. Billy se roba el show. Porque es un villano humano que sí llega a representar una amenaza para los muchachos y su comportamiento errático te hace tenerle desconfianza y temor en todo momento. Muy buena elección de casting con Dacre Montgomery y un background del personaje bastante acertado para darle credibilidad con un padre maltratador. Billy llega para robarse el papel que inicialmente tenía Steve en la primera temporada.
Hubiese sido interesante ver a Steve coquetear con su lado oscuro luego de su decepción amorosa con Nancy y enfretarse mano a mano con Billy. Pero los directores quisieron ser fieles al giro que dieron al personaje al final de la primera temporada y no darle más giros en esta.
Con respecto a los niños no hay mucho que decir, todos son excelentes. Puede que el más débil de los personajes sea Will, pero los demás logran llevar de la mano el resto de la trama cada vez que les toca. Es algo lamentable ver un poco desplazado a Mike en el rol protagónico, pero se agradece ver más a Dustin en acción.
Max (la nueva niña interpretada por Sadie Sink) cala muy bien en la historia. Le da una competencia femenina a Once dentro del grupo y será interesante verlas tener disputas y celos entre ellas en una próxima temporada.
En conclusión, diría que Stranger Things 2 logra atrapar a los que vimos y disfrutamos al máximo la primera temporada, pero nos deja un poco temerosos que los puntos débiles de esta entrega se repitan o empeoren en una tercera temporada.
Ojalá los hermanos Matt y Ross Duffer se sienten bien a definir ideas y no hagan una tercera temporada por hacerla, reposando todavía en el éxito de la primera. Hay mucha tela que cortar en esta historia, sobretodo con el hilo que deja abierto con Ocho, la “hermana” de Once que puede crear ilusiones en las mentes de las personas. Por dar una idea, si el desuellamente llegara a poseer a Ocho en una tercera temporada… ¡Todos estarían en problemas! Porque podría ponerlos a vivir su peor pesadilla utilizando el gran poder de Ocho.
Ya veremos lo que nos traerán los hermanos Duffer en una tercera temporada de Stranger Things por Netflix. Por lo pronto, déjanos en los comentarios qué te pareció a ti esta segunda temporada y qué esperarías ver en una tercera.