“El Exorcista: Creyentes” estrena este 5 de octubre (notas de la producción)

Este otoño, hace exactamente 50 años, la película de terror más aterradora de la historia llegó a las pantallas de cine conmocionando al público de todo el mundo. Ahora comienza un nuevo capítulo: de Blumhouse y del director DAVID GORDON GREEN, que rompieron el statu quo con su resurrección de la franquicia de Halloween, llega El Exorcista: Creyentes.

Desde la muerte de su esposa embarazada en un terremoto en Haití hace 13 años, Víctor Fielding (el actor ganador del Tony y nominado al Óscar, LESLIE ODOM, JR.; One Night in Miami, Hamilton) ha criado a su hija, Ángela (LIDYA JEWETT, Good Girls) por cuenta propia.

Pero cuando Ángela y su amiga Katherine (la actriz debutante OLIVIA O’NEILL) desaparecen en el bosque y cuando regresan tres días después no pueden recordar lo que les ocurrió, se desata una cadena de acontecimientos que obligará a Víctor a enfrentarse al nadir del mal y, en su terror y desesperación, buscar a la única persona viva que ha presenciado algo parecido antes: Chris MacNeil.

Por primera vez desde la película de 1973, la actriz ganadora del Óscar, ELLEN BURSTYN repite su icónico personaje de Chris MacNeil, una actriz que ha quedado alterada para siempre por lo que le pasó a su hija Regan hace cinco décadas.

En la película también actúa la actriz ganadora del Emmy ANN DOWD (The Handmaid’s Tale, Hereditary) como Ann, la vecina de Víctor y Ángela; y la cantante tres veces ganadora del Grammy JENNIFER NETTLES (Harriet, The Righteous Gemstones) y el actor y cantante dos veces ganador del Tony NORBERT LEO BUTZ (Fosse/Verdon, Bloodline) interpretando a Miranda y a Tony respectivamente, que son los padres de Katherine.

El elenco incluye a RAPHAEL SBARGE (Once Upon a Time) como el pastor Don Revans; a OKWUI OKPOKWASILI (A Midsummer Night’s Dream de la directora Julie Taymor) como la doctora Beehibe; a DANNY McCARTHY (Somebody Somewhere) como Stuart; a E.J. BONILLA (Gemini Man) como el padre Maddox; a TRACEY GRAVES (On Ten) como Sorenne Fielding; y a CELESTE OLIVIA (We Own This City) como la detective Konick.

Cuando la película El Exorcista, basada en el best seller de William Peter Blatty estrenó en los cines, cambió la cultura para siempre, batiendo récords de taquilla y obteniendo 10 nominaciones a los Premios de la Academia y convirtiéndose en la primera película de terror en ser nominada a la mejor película de la historia. 

El Exorcista: Creyentes es dirigida por DAVID GORDON GREEN de un guion de PETER SATTLER (Camp X-Ray) & DAVID GORDON GREEN, de una historia escrita por SCOTT TEEMS (Halloween Kills) & DANNY MCBRIDE (trilogía de Halloween) & DAVID GORDON GREEN.

La película es producida por JASON BLUM p.g.a. de Blumhouse, y por DAVID ROBINSON p.g.a. (All Eyez on Me, 2016 serie The Exorcist) y JAMES G. ROBINSON (All Eyez on Me, serie The Exorcist de 2016), representando a Morgan Creek Entertainment.

Los productores ejecutivos son DAVID GORDON GREEN, DANNY McBRIDE, STEPHANIE ALLAIN, RYAN TUREK, BRIAN ROBINSON, CHRISTOPHER MERRILL, MARK DAVID KATCHUR y ATILLA YÜCER.

El director de fotografía es MICHAEL SIMMONDS (franquicia de Halloween de Blumhouse, The Righteous Gemstones). El diseñador de producción es BRANDON TONNER-CONNOLLY (The Big Sick, Blockers) y el editor es TIM ALVERSON, ace (franquicia de Halloween de Blumhouse, The Forever Purge). Las diseñadoras de vestuario de la película son LIZZ WOLF (Creed III, Pacific Rim: Uprising) y JENNY EAGAN (Knives Out, Glass Onion).

La música la compusieron DAVID WINGO (Barry, Midnight Special) y AMMAN ABBASI (consultora musical de la franquicia de Halloween de Blumhouse), con la supervisión musical de DEVOE YATES (franquicia de Halloween de Blumhouse, Insidious: The Red Door) y de GABE HILFER (The White Lotus, Don’t Look Up). El diseñador de efectos especiales con maquillaje es CHRISTOPHER NELSON (franquicia de Halloween de Blumhouse, Thor: Love and Thunder) y el casting lo realizaron TERRI TAYLOR, csa; SARAH DOMEIER LINDO, csa; y ALLY CONOVER, csa, de Blumhouse Productions.

La historia

Cuando la novela de William Peter Blatty El Exorcista llegó a las librerías en 1971, un público embelesado devoró la historia de una fe quebrantada, un trauma familiar y una posesión demoníaca. Cuando el director William Friedkin llevó la historia —a partir de un guion original de Blatty— a la pantalla en diciembre de 1973, el público de todo el mundo fue testigo de un miedo inimaginable que lo sacudió hasta lo más profundo de su ser. El Exorcista rompió records de taquilla y presentó una música original aparentemente simple, que alimentaba las pesadillas. La película, protagonizada por Ellen Burstyn, Max von Sydow y la joven debutante Linda Blair, marcó un hito en el cine de terror y cambió para siempre el género y la forma de ver cine.

Ahora, a casi 50 años del estreno en el cine de este blockbuster, El Exorcista: Creyentes marca un nuevo comienzo que lleva al público al corazón más oscuro del mal inexplicable. “La película original de El Exorcista fue innovadora para su época y queríamos rendirle homenaje con esta continuación”, expresa el productor Jason Blum. “Han pasado 50 años y se han estrenado miles de películas de terror desde El Exorcista, así que, para nosotros, se trataba de intentar volver a una historia inquietante y original. Se trataba de intentar transmitir el horror que puede sentir un padre cuando su mundo, su única hija, se ve amenazada, y de tratar de aceptar cómo tus creencias podrían tener que evolucionar cuando estás guiando a alguien a través de este mundo extraño”.

Los directores de la productora Morgan Creek, James G. Robinson y David Robinson, compraron los derechos de El Exorcista al creador Blatty hace aproximadamente 25 años, y el padre e hijo cineastas estaban esperando el momento perfecto y el equipo perfecto para relanzarla. Después de ver lo que Blum y el guionista y director David Gordon Green habían conseguido con las películas de Halloween, se pusieron en contacto con Blum para iniciar un nuevo capítulo de la emblemática película. “Contar con socios como Jason y David ha sido increíble”, afirma David Robinson. “Su meticulosa atención al detalle y su habilidad creativa han dado innegablemente forma al proyecto para convertirlo en una película más escalofriante de lo que cualquiera de nosotros podría haber imaginado”.

Green, quien primero trabajó con Scott Teems y Danny McBride para desarrollar la historia y después con el guionista Peter Sattler en el libreto, dio forma a la historia de Víctor Fielding, un fotógrafo afligido que ha perdido a su esposa en un terremoto en Haití años antes. Justo cuando él y su hija Ángela empiezan a superarlo, una presencia demoníaca se introduce en la familia —poseyendo a Ángela y a su mejor amiga.

Ese escalofriante suceso obligará al solitario Víctor a depender de otras personas en busca de apoyo y orientación y, en última instancia, lo conducirá hacia la legendaria superviviente de un exorcismo, Chris MacNeil. “La película explora temas sobre la unidad y cómo las personas superan las dificultades en comunidad”, dice Green. “La posesión demoníaca es una forma en que las personas pueden explorar ideas sobre tipos de posesión más cercanos: las luchas internas que todos tenemos. Es un subgénero del terror que me atrae porque explora preguntas tales como: ‘¿Quién soy? ¿Quién está dentro de mí? ¿Hay cosas en mí que mi comunidad podría considerar cuestionables? Y de ser así, ¿pueden sacar algo de mí a través de las relaciones, el amor, la intervención?’. Todas estas ideas me parecen realmente intrigantes”.

Al igual que el enfoque que adoptaron Green y Blumhouse con la franquicia de Halloween, El Exorcista: Creyentes sólo considera a la película de 1973 como un modelo. Aunque El Exorcista de 1973 tuvo secuelas en las décadas siguientes, desde el punto de vista de la narrativa de esta película, las otras películas no existieron. “Al igual que con nuestra versión del 2018 de Halloween, hay una generación de fans que quizá no conozcan la película original de El Exorcista”, explica Blum. “El Exorcista: Creyentes es una toma contemporánea que es una instantánea de nuestros tiempos: un padre soltero que se enfrenta a la crianza de una hija adolescente por sí solo y a aceptar una comunidad en la que, francamente, nunca pensó que necesitaría confiar. Esta historia reúne los personajes y elementos de la versión original tan queridos por los fanáticos del terror”.

A Green, la película también le permitió investigar y contemplar un interés que tenía desde hacía mucho tiempo. “Crecí con una fascinación por las religiones de todo tipo”, dice Green. “Cuando veo una película que tiene un tema religioso, suelo leer más o investigar más sobre ella”. Aunque la película de 1973 se basaba principalmente en una interpretación católica de la posesión, El Exorcista: Creyentes la examina desde la perspectiva de múltiples credos. “Esta fue una oportunidad para tomar muchas perspectivas diferentes de la posesión y explorarla a través de una variedad de personajes y sus perspectivas de la religión”, anota Green. Sin embargo, desde el punto de vista dramático y emocional, Green quería centrarse en cómo estos sucesos inexplicables afectan a las personas que protagonizan la historia. “Siempre busco raíces dramáticas y personajes con los que me pueda identificar”, explica Green. “Busco situaciones en la Tierra con las que pueda identificarme. En esta película exploramos lo espectacular, pero siempre tratamos de mantener un pie en la tierra sobre cómo estos acontecimientos podrían explicarse y entenderse”.

El resultado es una película, dice Blum, que es “fascinante, dramática, oscura y espeluznante”. Para Green, resultó ser una experiencia cinematográfica como ninguna otra. “La verdadera montaña rusa de esta producción fue ser capaz de encontrar la alegría en la oscuridad, la comunidad en la soledad, y encontrar una película que tiene una calidad humana arraigada en la experiencia de hacerla para que el público, con suerte, pueda apreciarla cuando la vea”, dice Green.

Nota editorial: Todas las entrevistas a los actores a continuación se realizaron antes del inicio de la huelga laboral SAG-AFTRA.

Los personajes

Víctor Fielding (Leslie Odom, Jr.)

Hace trece años, cuando Sorenne (Tracey Graves), la amada esposa del fotógrafo Víctor Fielding, quedó atrapada tras un terremoto en Haití, los doctores sólo pudieron salvar a la hija que llevaba en su vientre, a quien llamaron Ángela (Lidya Jewett). Víctor se siente culpable de haber sobrevivido y ha hecho todo lo posible por crear un hogar acogedor, pero cuando el inocente “día de saltarse las clases” de su hija se convierte en una búsqueda de tres días por el bosque en busca de Ángela y su mejor amiga Katherine (Olivia O’Neill), Víctor se pregunta si la maldición que cayó sobre él en el extranjero las ha seguido hasta los Estados Unidos.

Leslie Odom, Jr., conocido por su actuación ganadora del Tony en el musical Hamilton y en películas tales como One Night in Miami y Harriet, fue seleccionado para interpretar a Víctor. Odom encarnaba al hombre común que haría cualquier cosa —incluso atravesar el infierno— para recuperar a su hija. “Víctor es un artista que se enfrenta a todas estas dificultades”, afirma el director David Gordon Green. “Como fotógrafo de retratos en un centro comercial, mostramos el lado de un hombre que lucha por expresarse y encontrar un lugar creativo donde concentrar sus pensamientos. Ángela lo es todo para Víctor, y él vive una vida solitaria. No conecta muy bien con su comunidad ni con sus vecinos, y ha dejado atrás la iglesia y la fe. En su lugar, pone todo lo que tiene en la relación protectora y en el mundo de su hija. Los acontecimientos de esta historia desafían su visión del mundo en un nivel fundamental. Este personaje aislado queda expuesto a la comunidad, a otras formas de ver el mundo y a otras maneras de proporcionar libertad y expresión a su hija”. 

Mientras Green y su compañero guionista Peter Sattler escribían la historia de la película, pensaron en Odom para este papel. “Hace tiempo que admiro la simpatía y calidez, pero también la intensidad que tiene Leslie”, expresa Green. “Su reputación es que se dedica de lleno a cada papel. Su talento es muy versátil y su energía es ilimitada. También me encantó la idea de trabajar con alguien que —incluso después de haber realizado una gran cantidad de trabajos— es joven y está siendo descubierto en el cine… aún está naciendo como artista”.

Para Odom, interpretar a Víctor fue una oportunidad única en la vida. “Soy uno de los grandes fans de El Exorcista que se puedan encontrar”, dice Odom. “Fue el carácter específico de las relaciones en El Exorcista —la verdad, la humanidad y la desesperación— lo que aportaron esos actores. Cuando supe que David Gordon Green estaba haciendo esta película, le mandé un correo electrónico a mi agente diciéndole que ese era mi proyecto soñado. Siete u ocho meses después, me llamaron para unirme a David en esta aventura. Quería asegurarme de que las emociones que los actores expresaron en la película original también fueran evidentes en la nuestra”.

Odom quedó particularmente impresionado por la actuación de Ellen Burstyn en la película de 1973. “Era un adolescente cuando vi por primera vez El Exorcista y me conmovió mucho el trabajo de Ellen”, señala Odom. “Es encantadora en su humanidad y honestidad. Estaba nervioso de trabajar con ella, pero en nuestro primer minuto me dio un abrazo enorme y acogedor. Luego nos pusimos a trabajar y empezamos a hacer preguntas y a sondear el material. Ella nos dio un gran regalo con su presencia y su bendición”.

Burstyn quedó igualmente cautivada por él. “Me he enamorado de Leslie”, dice Burstyn. “Tenemos una diferencia de edad que probablemente hace imposible albergar esperanzas; aun así, estoy enamorada. Es un actor, artista y ser humano maravilloso. Le ofrecí mi cien por ciento a todos los niveles. No hay experiencia más enriquecedora en mi vida que ser creativa y trabajar con alguien que es igual que yo. Él y yo estábamos juntos en esto. Éramos buenos compañeros que nos divertíamos con este material tan difícil”.

Chris MacNeil (Ellen Burstyn)

Por primera vez en cinco décadas, la actriz ganadora del Óscar, Ellen Burstyn vuelve a interpretar el papel de Chris MacNeil, la mujer que movió cielo y tierra para salvar a su hija Regan (Linda Blair) de un mal impensable en la película de 1973. El papel de Burstyn en El Exorcista: Creyentes establece un nuevo récord para el binomio actriz-personaje de acción real más larga de la historia del cine. “No tendríamos película sin Ellen”, dice el productor David Robinson. “Ella es una actriz extraordinaria y sabíamos lo que podía aportar a esta película y al resto del elenco; ella es el centro de la historia. No sólo es una actriz increíble, sino que cuando el público vea la relación que tiene con Leslie y las niñas, quedará impresionado”. El productor Jason Blum añade: “Tener a Ellen Burstyn vincula el ADN de esta película con la original. Para todos los fans —especialmente para mí— eso es muy satisfactorio”.

El director David Gordon Green había estado buscando la participación de Burstyn durante algún tiempo. “Hace varios años, me puse en contacto con Ellen para decirle: ‘Estoy trabajando en un proyecto. ¿Le gustaría participar?’”, relata Green. “Aquellas conversaciones empezaron con cierta renuencia de ambos lados, intentando averiguar si era algo que queríamos desarrollar juntos. Cuando tuve un guion para compartir con ella, me fui a Nueva York a conocerla. Ella tenía muchas preguntas e ideas. Rápidamente nos dimos cuenta de que ella tenía entusiasmo, energía y posibilidades para un personaje que creó hace 50 años, así como para nuestros temas de cómo las personas superan las dificultades con el apoyo de su comunidad. Ella ha respondido a esos temas en su propia vida”.

Juntos, Green y Burstyn imaginaron el viaje que Chris MacNeil iniciaría después del brutal exorcismo de su hija Regan en 1973. Desde los sucesos de la primera película, Chris ha dedicado su vida a ayudar a los demás a entender el fenómeno de la posesión —especialmente a otros padres que han pasado por el sufrimiento de lo inexplicable. Ahora Chris es una exitosa escritora que se dedicó a este trabajo por amor a su hija, y entra en la órbita de Víctor a través de una introducción a sus escritos de parte de la vecina de Víctor, Ann (Ann Dowd). “Chris ha vivido 50 años”, dice Burstyn, “y pensé: ‘¿En quién se ha convertido? ¿Cuáles son las experiencias que le han ocurrido en esos 50 años y cómo afectan a la persona que ella es ahora?’. Eso me interesó a nivel creativo. Somos, en cualquier momento del tiempo, la suma total de todo lo que nos ha sucedido y cómo eso se ha convertido en parte de nuestro carácter. Fue un reto interesante de explorar”.

Burstyn también vio al papel y a la remuneración por su trabajo en la película como una oportunidad para ayudar a las nuevas generaciones de actores, en las próximas décadas, a través de una organización a la que ha dedicado la mayor parte de su carrera: The Actors Studio. “Este papel me dio la oportunidad de hacer algo que llevaba mucho tiempo intentando: crear un programa de becas para artistas con talento que no pueden permitirse pagar The Actors Studio”, dice Burstyn, quien es copresidenta del mismo. “Lo había estado deseando, y me di cuenta de que esta era la respuesta a ese problema”.

Ann (Ann Dowd)

Desde que se mudaron al barrio, Víctor y Ángela han considerado a Ann, su vecina de al lado, como alguien entrometida y molesta. Parecía que Ann, una enfermera local, sólo estaba interesada en estar vigilante del buen uso de los botes de la basura. Pero a medida que la posesión de Ángela se apodera de su cuerpo y de su mente, Víctor se entera de que Ann alguna vez fue aspirante a monja, y que su conocimiento de lo oculto podría ser una de las pocas gracias salvadoras para Ángela.

Para llevar a este personaje a la vida, el director David Gordon Green recurrió a su antigua colaboradora Ann Dowd, cuya célebre carrera abarca actuaciones en Philadelphia y Compliance, hasta The Handmaid’s Tale. Dowd actuó en la cinta de Green Our Brand Is Crisis, y desde entonces habían querido volver a trabajar juntos. “Yo quiero a David como amigo y como ser humano”, dice Dowd. “Me encanta su energía y su locura —su deseo de experimentar, de encontrar alegría, de tomar riesgos. Trabajar con David es como viajar a otro planeta —uno que no sabías que existía y al que no estás segura de querer ir. Le das todo lo que tienes porque confías en él, y al final terminas pasándola genial”.       

Dowd también tenía un recuerdo imborrable de cuando vio la película de 1973. “Era un adolescente cuando la vi”, señala Dowd. “Me asustó muchísimo, y lo que más llama la atención es que mi padre también la vio; él es un católico devoto y se asustó mucho, así que tengo recuerdos de miedo. No tenía ningún interés en seguir hablando del tema ni de mencionarlo en la mesa”. Ella aportó esos recuerdos de terror a su papel de una mujer que lucha contra sus propios demonios. “Ann tiene un pasado difícil de dejar atrás, de superar”, dice Dowd. “Se dedicó a la enfermería, a ser una persona de servicio. Sigue siendo una católica devota, y está a punto de comprender mucho más sobre su fe, su conciencia de la conexión y las pequeñas posesiones que recibimos cada día”.

A la actriz le encantó cómo su personaje reveló sus fortalezas ocultas. “No creo que Ann supiera que llevaba todo esto dentro”, dice Dowd. “Es una persona muy reservada que no ha superado las primeras decepciones de su vida. Estaba preparada para servir al Señor y convertirse en monja, pero eso se vino abajo debido a sus acciones. No sé si fue capaz y estuvo dispuesta a perdonarse a sí misma o a llegar a comprender lo que significa su fe a un nivel muy personal”.

Miranda y Tony (Jennifer Nettles y Norbert Leo Butz)

Miranda es una madre y esposa profundamente férrea que es un pilar en su pueblo y en su iglesia. El personaje, al que da vida la polifacética actriz Jennifer Nettles, tiene una fe inquebrantable en Dios, que define su existencia. Cuando su hija Katherine (Olivia O’Neill), es poseída, Miranda se apoya en la comunidad de su iglesia para erradicar el mal que ha blasfemado su pueblo. “Formar parte de una reimaginación y una revitalización de una historia tan icónica fue apasionante”, dice Nettles. “Me encantó la forma en que el guion honraba y rendía homenaje a la historia original, pero también le daba una perspectiva nueva y fresca. Habla de la manera en que todos somos diferentes en términos de nuestras creencias y religiones, pero de cómo somos más fuertes cuando nos unimos”.

Miranda es altamente confiable en su iglesia y en su hogar, pero está abierta a lo no convencional y a lo desconocido. “Ella es la alfa de la familia, la que mantiene todo en marcha, sano y salvo —hasta que sucede esta tragedia”, dice Nettles. “Miranda es la primera que llama a esto una posesión. También es la única madre representada en esta historia. Tener esa sensación de impotencia por su hija —que nadie me va a creer y que no tengo ni idea de cómo ayudarla— fue emocionalmente intenso”.

Tony, el firme marido de Miranda, es su segundo al mando en su primera congregación bautista. Además de ayudar a criar a Katherine —junto con el hermano de Katherine, Tyler (RORY GROSS) y su hermana Hannah (NORAH ELIN MURPHY)— Tony descubre que su fe se desmorona cuando su hija es poseída. Interpretado por dos veces ganador del premio Tony Norbert Leo Butz, Tony intenta aportar toda su fe para salvar a Katherine y Ángela de la condenación eterna… mientras intenta superar la tentación de salvar sólo a su hija.

Ángela Fielding y Katherine (Lidya Jewett y Olivia O’Neill)

Ángela, interpretada por Lidya Jewett, y su mejor amiga Katherine, interpretada por Olivia O’Neill, sólo tenían un plan el día que desaparecieron: saltarse las clases y pasar unas horas en el bosque. Sin embargo, tras perderse de camino a casa, siguieron caminando. Cuando las encontraron temblando juntas en el rincón de un granero —a 48 kilómetros de casa— no tenían idea de que habían pasado tres días. Lo que trajeron consigo cambiará sus vidas, las de sus familias y su comunidad, para siempre.  

El proceso de audición para encontrar al dúo perfecto —dos chicas que pudieran interpretar tanto a inocentes como a poseídas— fue exhaustivo. “Como puedes imaginar, encontrar a dos chicas jóvenes que siguieran los pasos de Linda Blair fue una búsqueda extraordinaria”, dice el director David Gordon Green. “Quería que las actrices fueran relativamente nuevos descubrimientos porque no buscaba la sensibilidad obvia de un actor infantil de Hollywood. Buscaba naturalismo; algo distintivo, que se saliera del centro. Y entonces conocí a Olivia y luego a Lidya”.

Los cineastas se esforzaron mucho para asegurarse de que las jóvenes actrices pudieran manejar el material de la película, a menudo perturbador, así como los rigores de ser personajes centrales en una gran producción cinematográfica. “Hay que asegurarse de que se sientan cómodas con un viaje emocionalmente complejo, porque estos personajes van a lugares muy difíciles”, señala Green. “Queríamos asegurarnos de que hubiera un entorno sano para ellas, tanto dentro como fuera del set. Eso comienza con familias excelentes y un gran apoyo de los padres, y después también incorporamos a psicólogos y educadores. Todo eso fue de vital importancia porque estas jóvenes no sólo tienen que memorizar diálogos y actuar como si estuvieran poseídas por un demonio, sino que también deben sentarse en una silla de maquillaje durante dos horas y media cada día, ir a la escuela y lidiar con un grupo de locos de un equipo de filmación que intenta hacer una película. Por lo tanto, es un reto psicológico tremendo para cualquier actriz joven”.  

Tanto Jewett y O’Neill y sus familias excedieron las expectativas de Green. “Olivia y Lidya hacían de cada día un verdadero placer”, relata Green. “Cuando entraban en el set, estaban preparadas y se enfrentaban a todos los retos como unas campeonas”.

Las jóvenes actrices también tuvieron que avanzar a través de múltiples niveles de posesión, a medida que el demonio iba tomando mayor control sobre ellas. Trabajaron en estrecha colaboración con Green para que sus interpretaciones estuvieran sincronizadas entre sí, y con la narrativa de la película. “David nos enseñó lo que pensaba para las fases y los niveles de posesión”, comenta Jewett. “Me decía los porcentajes de cuánta locura quería para una escena. Eso nos ayudaba a visualizar. Algunas escenas, me hacía hacerlas de una manera estoica. Un día, me hacía hacer la escena como la dulce Ángela, y otros días como una versión súper agresiva de ella”.

Green animó a las jóvenes actrices a hacer todo lo posible. “Cuando vi la película original, pensé: ‘esto es una locura’”, relata Jewett. “Era la primera vez que veía algo así. Cuando estaba frente al espejo practicando mis líneas, me sentía rara porque sólo era yo. Pero cuando me maquillaron como un demonio, me convertí en el personaje. Con nuestra iluminación y estando atadas a la silla, parecía natural. Yo la encarnaba —mental, verbal y físicamente. El maquillaje y la iluminación hicieron la mitad del trabajo. No teníamos que ser tan espeluznantes como si no nos hubieran maquillado. La iluminación y el maquillaje desde distintos ángulos daban más miedo… sin que yo dijera nada”.

Las actrices tuvieron que descubrir quiénes eran sus personajes antes y después de la posesión. “Tenía que saber quién era Katherine, quién era la Katherine demoníaca y todo lo que había entre ellas dos”, dice O’Neill. “Quería asegurarme de que el público pudiera ver claramente dónde estaban esas fases, pero también mezclarlas cuando Katherine está poseída. Mi historial de búsquedas en YouTube está lleno de videos raros de poseídas…”

O’Neill incluso hizo un documento en Google de easter eggs en la película y elementos que ella notó sobre los personajes de la película de 1973. “Estoy muy emocionada de que los espectadores vean todos los guiños y referencias de la original en nuestra película”, explica O’Neill. “Porque muchos de ellos no están a la vista —hay que mirar y escuchar atentamente para encontrarlos”.

La coprotagonista Ann Dowd quedó fascinada por el talento de Jewett y O’Neill durante el rodaje. “Lidya y Olivia fueron excepcionales de principio a fin”, dice Dowd. “Son actrices y seres humanos excepcionales. Fue un privilegio trabajar con ellas”.

Ellen Burstyn se identificó con las arduas tareas de las jóvenes intérpretes. Pocos en la historia del cine podrían identificarse más con lo que las actrices intentaban encarnar. “Es aterrador pensar que una fuerza interior pueda apoderarse de ti”, afirma Burstyn. “Una cosa es que alguien entre en tu habitación y te secuestre, ¿pero la idea de que una fuerza pueda apoderarse de ti y tú no puedas controlarla? No creo que haya nada más aterrador”.

La espiritualidad y la demonología

“El rito del exorcismo es uno de los rituales humanos más antiguos. Todas las culturas, en todos los países desde que se tiene registro de la historia, tienen una ceremonia para disipar las energías negativas y encaminarse hacia la curación. Desde los ritos musulmanes, hasta los dybbuks judíos y los textos zoroastrianos. Porque incluso hay varios conjuros de exorcismo en los Manuscritos del Mar Muerto”. – Chris MacNeil, en El Exorcista: Creyentes.

Mientras que la película de 1973 exploraba la posesión demoníaca desde una perspectiva predominantemente católica, El Exorcista: Creyentes incorpora múltiples credos en la lucha por salvar a dos niñas. “Mis esfuerzos en esta película fueron convertirla en un diálogo sobre lo desconocido”, afirma el director David Gordon Green. “Esta película trata sobre la vulnerabilidad de la paternidad cuando tienes un hijo con una enfermedad inexplicable. Cómo afrontar una crisis de este tipo depende del sistema de creencias de cada uno: si se trata de una familia bautista devota o de una familia que no cree en Dios, o de una familia que mira hacia el mundo médico con gran esperanza o con gran desconfianza. La película entabla esa conversación sobre ciencia y espiritualidad”.  

Green supo desde el principio del proceso de desarrollo de la historia que quería que esta película incorporara múltiples perspectivas religiosas y no religiosas. “Cuando era niño yo iba a la iglesia todos los domingos, pero también era ese niño molesto que hacía preguntas y desafiaba un poco a la institución y se preguntaba qué había más allá”, relata Green. “A medida que crecía, iba conociendo más culturas, diversas perspectivas religiosas y me hice amigo cercano de personas que creían de forma muy diferente a lo que me habían enseñado a creer. Entonces, mi investigación para la película empezó como una curiosidad ingenua, preguntándome por las distintas perspectivas religiosas sobre la posesión y por los diversos rituales y ceremonias paralelos al universo demoníaco que estábamos explorando. En ese proceso tuve la oportunidad de hablar con académicos y líderes religiosos de todo tipo, que a menudo me recomendaban que leyera algunos libros”.

Gran parte de esa investigación llegó a la pantalla de diversas formas, y se contrató a expertos espirituales de todas las religiones a las que se hace referencia en El Exorcista: Creyentes para asesorar a los realizadores y a los actores. En la película, la misión de salvar a Ángela y Katherine incluye a cuatro líderes religiosos principales de la comunidad: el sacerdote católico, el padre Maddox (E.J. Bonilla); Stuart (Danny McCarthy), el amigo de Víctor, un predicador pentecostal; el doctor Beehibe (Okwui Okpokwasili), un curandero que usa hierbas y raíces; y el pastor Don Revans, un predicador bautista (Raphael Sbarge).

Como coordinadora espiritual de la producción, CARLA DUREN veló por la seguridad espiritual del elenco y el equipo de producción —incluido su bienestar mental y emocional. Los rituales relacionados con el exorcismo y la demonología son variados, fascinantes y a menudo misteriosos.

  • Según Carla Duren, muchas de las prácticas rituales y hechizos que se ven y escuchan en la película proceden de exorcismos reales, rituales y prácticas incluidas algunas prácticas del doctor Beehibe, que se basan en métodos espirituales y curativos que tienen origen en diversas partes de África.
  • El consultor de la producción GAMAL J. PALMER fue contratado para considerar momentos culturalmente importantes que requerían una profunda sensibilidad. “Hicimos esto para asegurarnos de ser precisos en términos de un proceso de inclusión o con diversidad”, dice Palmer. “Queríamos asegurarnos de representar a todas las personas de forma auténtica y sin perpetuar estereotipos”.
  • Dentro de la iglesia católica, el exorcismo sigue manteniendo un aire de secretismo. De acuerdo con el PADRE JOSEPH MORRIS —sacerdote de la arquidiócesis de Atlanta— nadie en la diócesis sabe quién es el verdadero exorcista. Para la protección del exorcista, así como para la seguridad de aquellos a quienes está ordenado ayudar, es imperativo que permanezca en el anonimato.
  • Según el doctor DAVID BELL, consultor del proyecto y profesor en la Universidad Estatal de Georgia que se especializa en la psicología de la religión, las religiones de gente acomodada, por lo general, no tienen tantos demonios furiosos. Pero cuando la vida es dura, cuando no se cumplen los requisitos mínimos vitales en el nivel socioeconómico más bajo, tiende a haber más demonología.
  • Bell afirma que en general, las comunidades ricas de Estados Unidos son menos propensas a creer en demonios y ángeles que las más pobres. La iglesia negra, históricamente, tiene una creencia mucho más tangible en estas figuras —al igual que las iglesias pentecostales y las comunidades religiosas que se encuentran en zonas más rurales de los Estados Unidos.
  • El demonio que posee a las niñas en El Exorcista: Creyentes es una figura mesopotámica llamada Lamashtu —mítica para los pueblos antiguos que la describían como un súcubo sediento de sangre que se ha convertido en una ladrona hambrienta de recién nacidos. El Boletín de la Biblioteca de Harvard menciona: “En el primer milenio a.C., Lamashtu era representada con cabeza de león y cuerpo de mujer, aunque conservaba el rasgo de las garras de un ave en lugar de pies”.
  • Lamashtu es un demonio diferente al de la novela original y la película de 1973. Ese demonio era Pazuzu. Según el sitio web del Museo Metropolitano de Arte, “Pazuzu, como demonio poderoso que con frecuencia se erigía como escudo contra otro terror sobrenatural: Lamashtu, un demonio femenino con amplios poderes destructivos, especialmente temido por las mujeres embarazadas y los recién nacidos, que eran sus víctimas favoritas (pero no las únicas)”.
  • El diseñador de efectos especiales con maquillaje Christopher Nelson y el director David Gordon Green se inspiraron en esta figura para crear el terrorífico demonio de la película. “Llegamos a un término medio entre lo sobrenatural y la realidad para Lamashtu”, dice Nelson.
  • Les llevó seis meses diseñar, moldear en tamaño real y esculpir a Lamashtu. Lamashtu es interpretada por LIZE JOHNSTON (Cabinet of Curiosities, creada por Guillermo del Toro).
  • Antes de que empezara la producción, la madre de Olivia O’Neill la llevó a una iglesia para que recibiera una bendición (por si acaso). Allí conoció al legendario actor Martin Sheen, que le regaló a O’Neill su rosario personal, para que la protegiera durante el rodaje.

El Maquillaje

Para adentrar al público en el corazón de las tinieblas, David Gordon Green y el diseñador de maquillaje Christopher Nelson, ganador de un Óscar® en la categoría de efectos especiales, diseñaron la película de modo que las chicas demonio pasaran por cuatro fases de maquillaje de posesión: de la fase 1 a la fase 3. Originalmente, había cuatro fases. “A la fase 1 la llamamos ‘traviesa’, seguida de ‘desagradable’ y ‘retorcida’”, dice Green. “La fase 4 se convirtió en ‘nunca más’, porque ni siquiera íbamos a filmarla. Llevamos a las chicas a maquillaje y decíamos: ‘no, nunca jamás haremos esto’”. El maquillaje a menudo requería que las artistas se comprometieran a maquillarse durante horas cada mañana.

  • La fase 1, también conocida como “traviesa”, sólo crea la sensación de que algo no está bien con las chicas. “Simplemente se sienten algo ‘fuera de lugar’”, dice Green. “Puede ser un enrojecimiento de los ojos, algunos rasguños, una cara pálida, una ligera entrada del cuero cabelludo”.
  • En la fase 2, alias “desagradable”, aumenta la violencia. “Las chicas pueden cortarse y arañarse.
  • La fase 3, “retorcida”, es la etapa final. “En el clímax de la película, estos personajes no se han bañado, no han comido alimentos saludables y han tenido rabietas violentas”, explica Green. “Las frustraciones físicas extremas se manifiestan en estas chicas, y entonces es cuando pasamos a las prótesis completas y donde el maquillaje se volvió muy intenso, y los atributos se volvieron horribles”.
  • La parte favorita de Olivia O’Neill de la “fase 3” de Katherine fue encontrar momentos con su coprotagonista Lydia Jewett que tipificaran la calma antes de la tormenta. “Lidya y yo trabajamos juntas”, dice O’Neill. “Estábamos espalda contra espalda en las sillas y nos inventábamos cosas diferentes. No había dos tomas iguales, sobre todo en la fase 3. Me encanta interpretarla porque esta era la fase 1 con esteroides, y pude crear esos momentos”.

Locaciones, diseño de producción y efectos especiales

  • En noviembre de 2021, varios meses antes de que iniciara la fotografía principal, el equipo de producción se reunió durante una semana en Savannah, Georgia, para filmar todas las escenas con Ellen Burstyn.
  • El exorcismo final se filmó en Atlanta, antes de que las escenas iniciales de la película se rodaran en la República Dominicana (que hacía las veces de Haití).
  • En sus conversaciones sobre el diseño del color, Green y el diseñador de producción Brandon Tonner-Connolly hablaron de películas de referencia, como el exuberante clásico romántico de Wong Kar-Wai In the Mood for Love —del cual decidieron reflejar colores brillantes.
  • Para inspirarse en las imágenes icónicas de El Exorcista —y desafiar a su equipo para estar a la altura de la leyenda— Tonner-Connolly imprimió 50 fotogramas de la obra maestra de 1973 y los colocó en la pared de su oficina de producción.
  • Para las escenas en Haití donde se representan la muerte de Sorenne, la esposa de Víctor en el terremoto, los cineastas identificaron el “verde caribeño” como un color que representa peligro y urgencia. El tono está pensado para inquietar cuando reaparece en una institución psiquiátrica… y de nuevo en la casa de Katherine y en la de Víctor y Ángela.
  • Para una escena crucial en Haití, el departamento de efectos especiales construyó una curiosa escalera. Cada escalón tenía pequeñas inclinaciones diferentes, en las que un doble de acción podía bajar y pisar diferentes escalones. De este modo, se emulaban los escalones que se derrumban durante un terremoto. Cuando se produce el terremoto, según la coordinadora de dobles de acción ASHLEY RAE RIDDICK, los suelos se mueven en forma de acordeón y las escaleras se desmoronan.
  • Para el aspecto profundamente perturbador de las escenas ambientadas en una institución psiquiátrica, los cineastas se inspiraron en Children of Darkness, un documental de 1983 nominado al Óscar que presenta historias impensables de niños y jóvenes adultos con problemas mentales y emocionales. El dolor de las familias de los protagonistas se reflejaba en el dolor de los padres de ficción de El Exorcista: Creyentes.