La verdad acerca del cigarrillo electrónico o vapeadores en la actualidad
Se ha publicado un estudio completo acerca del cigarro electrónico de parte de la American Heart Association. A continuación algunos de los aspectos más importantes a conocer acerca del cigarrillo electrónico.
Estos dispositivos vaporizan un líquido que contiene glicerol, propilenglicol, nicotina, y por ciertos extractos de hierbas o elementos alimentarios que le dan diferentes sabores.
El usuario de los cigarros electrónicos aspira el vapor que emula la sensación de fumar un cigarrillo tradicional. Esto ha dado el nombre a los cigarrillos electrónicos como: vapeadores.
Los vapeadores se inventaron desde el 2004, cuando el chino Hon Lik comercializó el primero de ellos llamado Ruyan. Desde entonces han crecido en popularidad internacionalmente.
Hoy en día grandes industrias tabaqueras muestrán gran interés por los cigarros eléctricos o vapeadores. Incluso Marlboro ya lanzó al mercado su propio vapeador.
La idea de la American Heart Association es evaluar la consecuencia de la exposición de los elementos que pueden ser tóxicos de estos vapeadores, sus riesgos y efectos en la salud a largo plazo. Así como también las consecuencias para los vapeadores pasivos.
La neumonía lipoidea es, según los datos que se tienen, el riesgo que pueden enfrentar los vapeadores… aunque en realidad han habido muy pocos casos confirmados. En uno de los casos qe se presentó en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, España, los médicos atribuyeron los nódulos adiposos en los pulmones del paciente a la glicerina vegetal vaporizada en el líquido del cigarrillo electrónico, aunque quizá el cigarrillo eléctrico no era el único causante del problema, también por ejemplo, efectaba el ácido oleico que una señora ingería como parte de su tratamiento del asma.
La American Heart Association agrupa los estudios realizados hasta el momento, los investigadores afirmaron que de los 151 estudios realizados sólo 70 eran relevantes.
Los estudios aceptados se añadieron a otros informes técnicos provenientes de organizaciones de salud como la OMS Tobacco Freen Initiative, haciendo que el número de estudios llegara a 82.
En el informe final se consideran aspectos como las técnicas de mercadeo que se utilizan para colocar estos productos. Los cigarrillos electrónicos o vapeadores se promocionan como más saludables, limpios y económicos. Además de como un instrumento innovador para la terapia de sustitución de nicotina y dejar el hábito de fumar cigarrillos.
El estudio contempla la citotoxicidad, evaluando el comportamiento de los fluidos vaporizados ante tres tipos de células: los fibroblastos de los pulmones en humanos, las células madres de los embriones humanos, y las células madre del sistema neural en los ratones.
Concluyendo que la nicotina no causó citotoxicidad, y que ciertos productos fueron no citotóxicos en los fibroblastos pulmonares, pero sí en células madre. Sin embargo esta citotoxididad estaba relacionada a la concentración y número de aromatizantes utilizados.
Por lo pronto lo mejor es que las mujeres embarazadas se abstengan de utilizar cigarrillos electrónicos o vapeadores.
Un estudio reciente muestra que absorción de nicotina en los líquidos que la contienen era similar a la del cigarrillo.
Basicamente existe la necesidad de la regulación de los productos para vapear en términos del suministro de la droga, sus efectos, y dispositivos.
Según el estudio las toxinas en el aerosol del cigarrillo electrónico se encontraron en niveles mucho más bajos que las emisiones de cigarrillos convencionales. Lo que quiere decir que los “vapeadores pasivos” no salen tan afectados como con el humo del cigarro convencional, aunque quiza no lo suficiente como para descartar por completo un riesgo para la salud a largo plazo.
El aerosol que se exhala de los cigarrillos electrónicos no es meramente vapor de agua, como se afirma en el marketing de estos productos. Las pruebas en vapeadores muestran niveles mucho más bajos en la mayoría de tóxicos que en el caso de los cigarrillos convencionales, pero no en el nivel de partículas.
Los niveles de la toxicidad humana para los tóxicos potenciales en el vapor de los cigarrillos electrónicos no se conocen, y la posibilidad de que haya riesgos para la salud en usuarios primarios de estos productos y en aquellos que se exponen de forma pasiva a sus emisiones debe ser considerada y estudiada.
Los estudios no arrojaron datos concluyentes sobre los efectos en la salud en la exposición al aerosol de los cigarrillos electrónicos. “Los efectos biológicos a largo plazo son desconocidos ya que los vapeadores no se han utilizado de forma masiva el tiempo suficiente como para realizar una evaluación real”.
Los estudios basados en la población reflejan que el uso de los cigarrillos electrónicos no está asociado con dejar de fumar de forma exitosa.
Las personas que deseen utilizar el cigarrillo electrónico para dejar de fumar deben ser informados que el aerosol de estos dispositivos es probablemente mucho menos tóxico que el humo del cigarrillo convencional, pero que los productos para vapear no están bien regulados, por lo que pueden contener sustancias químicas tóxicas. Además que no se ha demostrado su efectividad como dispositivos para dejar de fumar.
