Reseña de Zoopocalipsis

Zoopocalipsis relata el desconcierto y caos que surge en el zoológico Colepepper cuando un meteorito se estrella y libera un virus que transforma a los animales en criaturas zombificadas. La joven loba Gracie con el apoyo del puma Dan, lideran a un grupo de sobrevivientes con el objetivo de frenar el contagio y recuperar el orden.

Este concepto nació de una idea original remodelada de Clive Barker, su propuesta combina la estética del cine de zombis con la animación familiar, lo que la convierte en un intento híbrido de terror para niños o una aventura ligeramente inquietante.

La dirección de Rodrigo Perez‑Castro y Ricardo Curtis apuesta por una animación que enlaza acción, tensión y humor. Visualmente, la obra destaca por su uso de luces de neón, niebla y ciertas texturas para dar un ambiente “apocalíptico” menos sombrío que el terror para adultos.

El diseño de personajes y la incidencia de la luz sobre las criaturas zombificadas busca transmitir inquietud sin caer en lo grotesco extremo.

El tono narrativo oscila eficazmente entre el relato de supervivencia clásico y la comedia de personajes, contando con un lemur cinéfilo, una capibara y un avestruz exaltados, un hipopótamo bebé muy tierno, que no hacen otra cosa más que ayudar a aliviar la tensión. Esta combinación consigue varios aciertos: mantiene la atención, introduce el “miedo controlado” para audiencias más jóvenes y ofrece referencias a los aficionados del género. Sin embargo, también presenta debilidades: los personajes secundarios carecen de desarrollo profundo y la trama se mueve con predictibilidad.

La película pueda parecer solamente un espectáculo de zombis animales, pero hay elementos de subtexto que merecen atención:

Colectividad vs individualismo: la loba Gracie representa el deseo de permanecer en grupo y proteger a los suyos; el puma Dan, por otro lado, aspira a la libertad salvaje, lo que genera un conflicto muy humano bajo la piel de animal animado.

Miedo al confinamiento: el zoológico, un espacio diseñado para la exhibición y el control animal, se transforma en cárcel y campo de batalla, la ruptura del orden es, por ende, literal y simbólica.

Introducción al cine de terror: el filme funciona como un “terror de iniciación” para el público infantil, con sustos moderados y valores familiares tales como el trabajo en equipo, el coraje, entre otros.

La película parece estar orientada a un público que ronda los 8 años en adelante, manteniendo un equilibrio entre lo justamente ligero para no traumatizar y lo adecuadamente “oscuro” para generar emoción. La fórmula puede funcionar como entretenimiento familiar, pero no necesariamente como “gran cine animado” para adultos.

En cuanto a sus limitaciones, cabe destacar dos puntos esenciales:

  • La previsibilidad del arco narrativo: la estructura es reminiscente de muchas películas de “apocalipsis + grupo superviviente”.
  • Profundidad de personajes: salvo Gracie y quizás Dan, el resto del elenco se percibe más arquetípico que como personajes plenamente realizados.

Zoopocalipsis es una propuesta valiente, anima un escenario tradicionalmente violento (el “zombie outbreak”) para un público más joven, sin renunciar por completo al susto y a la adrenalina. Si bien no revolucionará la rueda del cine animado, ni del género del terror, sí ofrece lo que promete: entretenimiento accesible, un toque de tensión y una animación con estilo, además de un trasfondo simbólico que se aprecia si prestamos atención.

Para padres, educadores o aficionados que quieran explorar cómo se puede “suavizar” el terror para una tierna audiencia, este filme cumple. Para los amantes del cine de terror animado o adulto, será más secundario, es más una película recomendada para los fans de la animación hecha por computadora, que para los entusiastas del cine de terror. En definitiva, una velada divertida con el adecuado grado de “película de zoo llena de monstruos”, sin ser un clásico instantáneo, pero sí una experiencia curiosa e interesante.