Novocaine Sin Dolor: Una comedia de acción hilarante

“Novocaine: Sin Dolor” es una comedia de acción que nos introduce a Nathan Caine (Jack Quaid), un subgerente de banco en San Diego que padece una extraña condición genética que le impide sentir dolor. Su vida transcurre con extrema precaución hasta que su compañera Sherry (Amber Midthunder), de quien está enamorado, es secuestrada durante un atraco en Nochebuena. Decidido a salvarla, Nate se verá obligado a transformar su aparente debilidad en su mayor fortaleza para enfrentarse a los criminales.

La dirección de Dan Berk y Robert Olsen trata de equilibrar el humor negro con secuencias de acción intensas, ofreciendo una propuesta diferente dentro del género. Sin embargo, a medida que avanza la historia, la premisa de un protagonista incapaz de sentir dolor tiende a desgastarse, y la repetición de ciertas escenas de acción va inevitablemente restando un poco de impacto a la narrativa.

Jack Quaid ofrece una interpretación divertida y convincente de un hombre común que, sin experiencia en combate, se ve forzado a convertirse en héroe. Su carisma y la vulnerabilidad que imprime al personaje logran sostener gran parte de la película. Amber Midthunder también cumple con su papel, aunque su personaje no tiene el desarrollo suficiente para destacar más allá de ser el motor que desencadena la historia.
El guion de Lars Jacobson intenta subvertir el cine de acción al presentar a un protagonista que transforma su discapacidad en una ventaja. No obstante, la ejecución tiene inconsistencias tonales, oscilando entre la comedia y la violencia gráfica sin lograr una cohesión totalmente efectiva, como ya hemos visto funcionar en producciones como The Boys, que también es protagonizada por Jack Quaid.

A pesar de sus altibajos, “Novocaine: Sin Dolor” es una propuesta entretenida para quienes buscan una mezcla de humor negro y adrenalina. Si bien no reinventa el género, su enfoque original y la entrega de su protagonista la convierten en una opción interesante dentro del cine de comedia de acción reciente.

La realidad de la insensibilidad congénita al dolor
La insensibilidad congénita al dolor (CIP, por sus siglas en inglés) es una condición genética extremadamente rara en la cual una persona no puede percibir el dolor físico desde su nacimiento. Esta anomalía puede llevar a lesiones graves, como fracturas óseas, quemaduras y otras heridas que pasan desapercibidas debido a la ausencia de dolor.
Existen diversas variantes de esta condición, entre las que destaca la insensibilidad congénita al dolor con anhidrosis (CIPA), caracterizada además por la incapacidad de sudar, lo que puede provocar dificultades en la regulación de la temperatura corporal.
Las personas con CIP suelen presentar mutaciones en genes específicos, como SCN9A, NTRK1, PRDM12, CLTCL1, NGF o SCN11A. La herencia de esta condición es generalmente autosómica recesiva, lo que implica que ambos padres deben ser portadores del gen mutado para que su descendencia manifieste la enfermedad.
Debido a la ausencia de dolor, quienes padecen CIP deben ser monitoreados constantemente para evitar lesiones inadvertidas y recibir tratamiento adecuado para cualquier herida o infección que puedan sufrir.
Fuentes de la información acerca de la insensibilidad congénita al dolor