Reseña de “Observados”, la primera cinta de Ishana Night Shyamalan
Ishana Night Shyamalan debuta como directora en este thriller de terror psicológico, “Observados”, titulado en inglés como “The Watchers”. Ishana como es de esperarse se inicia en el cine con el género favorito de su padre Night Shyamalan, y la verdad es que no decepciona para nada. A continuación, mis impresiones del film (advertencia de spoilers).
La fórmula Shyamalan
Se puede sentir el trabajo de producción de la mano de Night Shyamalan en esta película dirigida por su hija. La trama inicia mostrándonos a un hombre perdido en un busque quien por más que lo intenta, siempre termina en el mismo punto, hasta que es atrapado por algunas criaturas misteriosas al caer la noche. Una manera particular de la fórmula Shyamalan para dar inicio al suspenso desde los primeros minutos.
La historia no tarda en embarcarnos en la aventura de Mina (Dakota Fanning) en quedar atrapada en el mismo bosque mientras buscada una dirección para entregar un Loro entrenado. Es así como sin muchas explicaciones se conocen los protagonistas de esta película quienes son observados todas las noches por seres misteriosos.
El terror fantástico
A la familia Night Shyamalan les encantan las historias de terror, pero con un toque fantástico con criaturas mitológicas o fuera de este mundo. En esta ocasión es el turno de las hadas, criatutas mitológicas con un origen complejo y multifacético, influenciado por las tradiciones celtas y germánicas, la literatura medieval y renacentista, y el folclore europeo. A lo largo del tiempo, las hadas han evolucionado para convertirse en un símbolo duradero de la magia y la fantasía en la cultura popular.
Sin embargo, la versión de las Hadas de Ishana Night Shyamalan en esta película tiene un giro mucho más oscuro que el que le atribuye la cultura pop. En esta historia las Hadas se mezclaban con la civilización, tomando la forma y aspecto de cualquier humano de su elección e incluso llegando a reproducirse con los humanos para dar vida a una especie mestiza.
Con el tiempo, los humanos repudiaron el poderío de las Hadas dentro de la sociedad y las condenaron a ser prisioneras bajo tierra. Lugar en el que evolucionaron a ser unos monstruos resentidos con los humanos, perdiendo con los años su característica típica: sus alas.
Un giro que se deja ver
En el último tercio de la película ya podemos descubrir cómo este lugar en el que los protagonistas estaban encerrados no era más que un lugar de experimentación para conocer a esta especie mágica y peligrosa. Luego que todo se sale de control, los protagonistas descubren el plan de escape del Profesor que creó todo este sistema científico de observación y se ponen manos a la obra.
Lo que podría ser la falla del guion a esta altura, es que de alguna manera empodera demasiado al personaje de Madeline (Olwen Fouéré), quien demuestra tener demasiado conocimiento teórico y práctico de este lugar en el que se encuentran y de las mismas criaturas que los acechan. Es cuestión de tiempo para que la audiencia comience a tener sospechas de que Madeline podría estar ocultando algo… y esto no es una cosa buena para el giro final de la película en el que se revela que Madeline es una Hada mestiza que adoptó la forma de la difunta esposa del Profesor, posiblemente a petición de él mismo como un intento de traer a la vida a su amada.
Haciendo a un lado lo predecible que puede llegar a ser el giro final de la película, podemos decir que Ishana Night Shyamalan logra tener un debut sólido, con una película bastante disfrutable en términos generales y con una historia que no sólo te atrapa, sino que está muy bien actuada por todo su elenco.
En conclusión, “Observados” no será la obra maestra de Ishana con seguridad, pero es un primer paso que no la deja mal ante los zapatos que debía llenar con el legado de su padre. Ambos suelen tener ese problema con cierres en ocasiones un tanto predecibles en las historias que adaptan, pero cuando la fórmula Shyamalan funciona sin dejar tantas pistas a la audiencia, se pegan thrillers de culto que pasan a la historia como lo fue “Sexto Sentido” de 1999. Esperemos que más adelante podamos ver con otras películas de Ishana cuál será el estilo o toque particular que la diferencie del trabajo de su padre.