Reseña de “La Sra. Harris va a París”

La Sra. Harris va a Paris es una historia muy fresca, entretenida y que ofrece una perspectiva distinta sobre como es la vida cuando uno actúa bien. Esta trama inicia en 1957 cuando Ada Harris recibe un paquete de su amado esposo Eddie, del cual desconocía su paradero después de la guerra, pero siempre manteniendo la confianza de que él regresaría. Sin embargo, su esperanza se va cuando descubre que este contiene la noticia de que su cónyuge había fallecido hace 7 años, siendo este el momento donde comienza su aventura.

Ada es una mujer humilde, que trabaja como ama de llaves para distintas personas de alta sociedad, descubriendo en la casa de una de sus empleadoras, la señora Dant, un hermoso vestido Dior, el cual le dio ánimos para reinventarse y plantearse un nuevo sueño: ir a París a comprar un vestido de Christian Dior.

En el proceso para llegar a París ocurren muchas situaciones en las que Harris siente que Eddie desde el cielo la está guiando y cuidando para lograr sus objetivos. No obstante, una mala decisión por creer en las “señales” que este le enviaba terminó perdiendo casi todo lo que tenía ahorrado para su traje, generando un gran retraso en su objetivo.

Este es el punto en el que el espectador se encuentra con uno de los principales temas tratados en esta producción cinematográfica: ¿A las personas buenas siempre le ocurrirán cosas buenas?, o ¿la amabilidad realmente no trae siempre consigo mejores situaciones para tu vida?

La Señora Harris gracias a buenas amistades como Vi y Archie, más la compensación por la muerte de su marido, logra llegar a París, pero lo que no se esperaba eran las discriminaciones que recibiría por parte de la alta sociedad parisina al fijarse que, a pesar de tener el dinero, no cumplía el perfil convencional de alguien que adquiriría un vestido de alta costura.

Gracias al Marqués de Chassagne, Natasha y André que aunque no la conocían, decidieron ayudarla en su travesía por París, Harris logra encaminarse a cumplir su más grande sueño.

La dulzura, amabilidad, carácter y determinación de Harris logró darle un cambio a la vida de todos aquellos que entablaron relación con ella en su viaje por la ciudad del amor, al igual que logró cambiar la perspectiva de los creadores de la alta costura, demostrándoles que su dinero valía tanto como el de alguien del más grande estrato social.

Al momento de obtener su vestido y regresar a Inglaterra, otra vez Ada fue demasiado buena, confiando y ayudando a los demás prestó su vestido a alguien que no supo valorar el gesto, destruyendo el mismo y junto a ello, matando el sueño que creía cumplido.

Lo que no se imaginaba es que la noticia llegaría a los oídos de sus amigos en París quienes le dieron un regalo que terminó siendo mucho mejor de lo que ella podría imaginarse, dándole a “Tentación”, el vestido que ella quiso inicialmente, pero por la malicia de los demás le había sido negado.

La película es fresca, si bien tiene una trama muy sencilla, los actores hacen que te adentres en la historia, realizando una conexión con la Sra. Harris que te permite vivir los sentimientos en cada momento, demostrando que siempre van a haber obstáculos en el camino a nuestros sueños, lo importante es no desistir ante las adversidades y no perder nuestra esencia.

La Sra. Harris va a Paris es dirigida y producida por Anthony Fabian, a partir de un guion de Fabian, Carroll Cartwright, Keith Thompson y Olivia Hetreed. La historia es basada en la novela homónima de Paul Gallico. La cinta es protagonizada por Lesley Manville, Isabelle Huppert, Jason Isaacs, Lambert Wilson, Alba Baptista, Lucas Bravo y Rose Williams.