¿Cómo organizarte mejor para ser más productivo desde casa?

Ahora que una gran parte de las personas se encuentran laborando remotamente desde sus casas, es muy común encontrarlos con el gran dilema acerca de cuándo es el momento ideal para trabajar, cómo hacerlo, cómo organizarse mejor entre las tareas del hogar en compañía de la familia y las actividades del trabajo o negocio que deseas sacar adelante. Es por ello que hoy te traemos una serie de prácticas sencillas, pero que te resultarán súmamente útiles para poder maximizar tu productividad organizando mejor tu tiempo y apoyándote en varias herramientas.

Aumentar la productividad en tus emprendimientos o teletrabajos

Sentirse inspirado

Este es quizá el aspecto más importante e indispensable a la hora de aumentar tu productividad. Porque la energía que se desprende de una persona inspirada es algo que se transmite en todo lo que hace y se contagia además a las personas de su entorno.

Para lograr sentirte inspirado para trabajar, debes tratar de tener satisfechas todas tus necesidades primarias:

No debes sentirte agotado o con sueño (incorpora una rutina de actividad física en tu vida)

Debes procurar dormir entre unas 6 a 8 horas mínimo si eres adulto. Si te cuesta conciliar el sueño, es importante que incluyas en tu vida una rutina de ejercicios de al menos 1 hora al día, o por lo menos 3 a 4 veces por semana.

No debes estar hambriento

Lo básico es hacer tus tres comidas al día: desayuno, almuerzo y cena. Adicionalmente, entre comidas incluye un pequeña merienda, que te ayudará a mantenerte activo durante más tiempo al día. Obviamente, tus comidas deberían ser balanceadas para que obtengas los mejores beneficios de tu plan de alimentación.

Debes sentirte cómodo, preferiblemente recién bañado y con tus necesidades de ir al baño satisfechas.

El aseo personal es fundamental para sentirse en buenas condiciones, con energías y disposición de hacer cualquier cosa. Si comienzas tu jornada laboral sudado, con mal aliento y ganas de ir al baño, créeme que no resultará en nada productivo ese día. Así que mantén un adecuado aseo personal y atiende tus necesidades de ir al baño a tiempo para que no nublen tu mente en pleno proceso productivo. Además, el momento de ir al baño es considerado por muchos como uno de los instantes del día en los que aflora la creatividad del pensamiento.

No traer problemas personales al momento de trabajar

Antes de sentarse a trabajar o dedicarse a hacer cualquier cosa que requiera tu atención, es preferible tener la mente libre de preocupaciones personales. Es por ello que si tienes algún problema familiar o de parece que atender, en la medida de lo posible convérsalo con los implicados y llega a las conclusiones o decisiones necesarias para aliviar la tensión mental respecto a este tema. Si el algo que no puedes atender de momento, habla con las personas involucradas y llega al acuerdo de una cita para resolver ese altercado. De esta manera, una vez que le hayas dado bien sea una solución a esos problemas o una fecha y hora en tu calendario para atenderlos, podrás despejar tu mente. La idea es librarte de la mayor cantidad de situaciones que te generen incertidumbre, para traer paz a tu mente.

Debes disminuir los factores de estrés

Se dice fácil, pero definitivamente no lo es. Disminuir el estrés actualmente es uno de los problemas comunes de la población mundial. Para lograr esto es necesario antes que nada cubrir todas las otras recomendaciones de esta lista. Posteriormente, mi sugerencia personal es poner en práctica cada día la filosofía de vida descrita brevemente en la célebre “oración de la serenidad”, unas líneas que comenzaron a hacer historia desde el año 1941 cuando fueron escritas en la página de obituarios de una edición a comienzos de junio del New York Herald Tribune. La oración decía:

“Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para reconocer la
diferencia”
.

Agendar citas contigo mismo para tus sesiones de trabajo

Programa tu horario como quieras en la semana con un espacio dedicado al trabajo con intervalos de mínimo dos horas separados por un receso de 20 minutos. Así podrían tener dos recesos si tu jornada laboral resulta de seis horas o tres recesos si tu jornada es de ocho horas.

Recuerda que jornadas laborales más largas no significa un incremento en la productividad. Así que trabajar durante 12 ó 16 horas en un día no va a traerte nada más que agotamiento físico y mental que se irá además acumulando durante la semana.

Lo importante es que sea cual sea tu horario de trabajo, respetes esas citas contigo mismo como si fuera con cualquier otra persona para hacer un negocio.

Si tu agenda no es apretada, no te sientas culpable por ello. En tu tiempo libre dedícate a entretenerte y compartir con tus familiares y amigos. Una mente sana es más productiva.

Una tarea hecha no tiene que ser perfecta

Esto va para los que les cuestra iniciar cualquier tarea o culminarla porque están esperando hacerla a la perfección o que se den todas las circunstancias ideales para realizar la tarea.

Mantén tus expectativas más bajas, recodando que un objetivo siempre está mejor cuando está completado aunque no sea perfecto. Con esto no quiero decir que tus niveles de calidad se vuelvan mediocres, esa no es la idea. La intención es evitar la procrastinación y tener un nivel de aceptación de actividades con cierta flexibilidad y realismo, que te permita poder obtener resultados tangibles y te aleje de la posibilidad de convertirte en una de esas personas que se encuentran siempre persiguiendo un unicornio azul entre sus objetivos.

Además, una vez que una tarea está hecha, es más fácil mejorarla en una próxima sesión de trabajo en caso de ser necesario.

Divide y vencerás

La metodología de dividir la solución de problemas complejos y subtareas más sencillas siempre trae buenos resultados. El término “divide y vencerás” hace referencia al paradigma de diseño algorítmico basado en la resolución de un problema dividiéndolo en varios problemas más pequeños, tantas veces sea necesario hasta que lleguen a ser tareas súper sencillas de resolver. Por último, tras ir resolviendo esas pequeñas unidades del problema, se termina por encontrar la solución completa para el problema original.

Aplicado en la vida diaria, esta filosofía es muy efectiva, ya que te permite enfocar tu atención en pequeñas tareas que al culminarlas exitosamente te acercarán a tu objetivo final. El mejor ejemplo de esto, eres tú llegando a este artículo en búsqueda de una forma de organizarte para ser más productivo, y eventualmente dividiendo el problema en la serie de prácticas y recomendaciones que te hemos dado a seguir que te ayudarán a lograr maximizar tu productividad y alcanzar tus objetivos.

Apóyate en aplicaciones móviles

Sea cual sea tu trabajo a estas alturas estoy seguro que habrá un montón de aplicaciones móviles que te resultarán útiles para mantenerte disponible en línea y realizar cualquier tarea rápida donde quiera que te encuentres.

Para ello, puedes por ejemplo contar (desde lo más básico) con toda la gama de aplicaciones de Google Drive, con las que podrás revisar o editar cualquier documento u hoja de calculo desde tu dispositivo móvil.

En caso que tu trabajo esté relacionado con la creación de contenidos gráficos, tienes a tu disposición en el mercado aplicaciones como Pixlr o Canva que te ayudarán a salir de cualquier apuro.

Así mismo puedes utilizar el calendario de tu móvil para programar las alarmas de tus entregas más importantes y tener los recordatorios de inicio y fin del horario laboral que te has programado.

Recuerda mantener una comunicación por email efectiva con tus compañeros de trabajo, cuidando la ortografía y la redacción, poniendo gran atención a los detalles que quizá te parezcan irrelevantes, como por ejemplo el simple hecho de saber despedirse adecuadamente en un correo.

Si vas a hacer uso de aplicaciones de llamadas en conferencia en grupo para trabajar, recuerda mostrarte como un profesional presentable a la cita con una vestimenta al menos de nivel casual, cualquiera que posiblemente utilizarías asistiendo un viernes a una oficina. Considera también tener un fondo de pantalla para la videoconferencia si el ambiente en el que puedes atender la llamada se encuentra un poco desorganizado.

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