J.J. Abrams hizo lo que pudo… Reseña de “Star Wars: El Ascenso de Skywalker”

Finalmente Disney ha estrenado el episodio IX, “Star Wars: El Ascenso de Skywalker”, de la mano de J.J. Abrams, quien lo escribió y dirigió al igual que el episodio VII, “El Despertar de la Fuerza”. La película desde sus primeras proyecciones ha estado recibiendo críticas variadas, hay a quienes les parece un cúmulo de fan service sin relevancia, y otros tantos que consideran que Abrams hizo todo lo posible por reparar el desastre que hizo Rian Johnson en la historia en el episodio VIII, “Los Últimos Jedi”. Lo mejor es ver la cinta y crearte tu propio criterio. A continuación, comparto mis impresiones de esta última entrega de la saga Skywalker (advertencia de spoilers).

Desde el inicio puedes notar que Abrams está al mando. Te presentan una Rey (Daisy Ridley) más humilde en la pantalla, aún tratando de entrenar y mejorar sus técnicas y su manejo de la fuerza. Un detalle que se agradece.

En ese mismo afán, Abrams va punto por punto enderezando todo lo que Johnson destruyó de la historia en el episodio VIII, reviviendo de nuevo la intriga acerca de la identidad de los padres de Rey, el verdadero origen de Snoke, la máscara reconstruida de Kylo Ren (Adam Driver), y el regreso de los caballeros de Ren.

Muchos pensamos que posiblemente Abrams no se tomaría esa molestia, pero luego de ver los resultados, la verdad yo se lo agradezco. Porque aunque no sea una trama perfecta, es muchísimo más entretenida que la del episodio anterior y se siente más perteneciente a la saga de Star Wars.

En ese sentido, “El Ascenso de Skywalker”, puede sentirse como un gran fan service, porque nos comienzan a dar precisamente aquello que estábamos esperando. Incluso, se revela en la trama como la Princesa Leia llegó a recibir entrenamiento Jedi, pero lo abandonó para convertirse en General de la resistencia tras las visiones recurrentes acerca del futuro de su hijo Ben Solo.

Ver también: Walt Disney Television nos sorprendió con el especial tras escenas “Star Wars: El Final”

Haciendo a un lado el tiempo que toma la reconstrucción de la trama con los restos del episodio anterior, la historia toma el rumbo de la búsqueda de la ubicación de Palpatine (Ian McDiarmid). Quien sin mucha explicación parece haber sobrevivido teniendo clones de su cuerpo. Un argumento que también Abrams empleó para explicar el origen de Snoke, un cuerpo creado por Palpatine para manipularlo y manejar las cuerdas de la Primera Orden tras el escenario.

A pesar que Palpatine no queda como un antagonista fuera de lugar en esta entrega, sí se puede sentir el vacío de una buena justificación de su ausencia en todos los demás episodios.

Ahora, lo que nadie se esperaba realmente fue el giro de la trama acerca del linaje de Rey, quien resulta ser la nieta de Palpatine, justificando Abrams con este argumento de alguna forma el origen de la facilidad y gran poder de Rey para manipular la fuerza prácticamente sin entrenamiento previo.

Aún después de tal sorpresa, algunos quedamos algo inconformes con esa justificación del poder desmedido de Rey, ya que Anakin Skywalker era un elegido, hijo de la fuerza misma, y aún así, incluso él necesito un duro entrenamiento para convertirse en Jedi y más tarde en el implacable Sith, Dark Vader.

La imagen de Rey como Sith terminó siendo una especie de “alucinación” del lado oscuro de la fuerza combatiendo contra ella misma. Uan forma de representar la dualidad del personaje ante la revelación de su vínculo consanguíneo con el Emperador.

En cuanto a la evolución del personaje de Kylo Ren, tenemos que en esta película obtiene una especie de redención. Algo que en mi opinión se siente un poco forzado, ya que no parecen decisiones propias de la naturaleza del personaje que nos presentaron en los dos episodios anteriores. Aún así, posiblemente lo mejor de las escenas de acción de la cinta son las peleas entre Rey y Kylo Ren. Haciendo mención especial en su batalla sobre los restos de la estrella de la muerte, una batalla icónica y explosiva entre ambos protagonistas, en donde básicamente al final Rey es derrotada, pero es salvada por Leia, quien utiliza todo lo que le queda de fuerza para llamar la atención de su hijo, dándole la ventaja suficiente a Rey para herirlo de muerte.

En mi opinión, ese hubiese sido un final digno para Kylo Ren. Muriendo a manos de Rey, tras escuchar el llamado de su madre moribunda. Quizá algún intercambio sabio de palabras entre ambos habría terminado de darle un cierre clásico y majestuoso al personaje. Pero en lugar de eso, Abrams hace que Rey salve a Kylo, posiblemente sólo por respeto a su madre que acababa de morir.

De esa forma el personaje de Leia tuvo finalmente su tributo a la muerte de la actriz Carrie Fisher en diciembre de 2016.

Por su parte Poe y Finn logran tener cada uno sus momentos para brillar, pero sin participaciones de peso en el guión. Es posible que salgas del cine preguntándote: “¿qué demonios le iba a decir Finn a Rey mientras se hundían en la arena?”… Pues, nunca lo sabremos. Pareciera que el guión hubiese llegado a un callejón sin salida y tuvieron que ignorar ese hecho de allí en adelante.

Ver también: Samsung lanza Edición Especial de Star Wars de su Galaxy Note 10+

El regreso de Lando Calrissian (Billy Dee Williams) es apreciado por todos los fanáticos, sobre todo su química junto a Chewie pilotando el Halcón Milenario. Sin embargo, la sorpresa mayo fue el cameo de Harrison Ford, regresando en un recuerdo de Ben conversando con su padre, Han Solo.

Como ven, la película está repleta de fan service por todas partes y la trama parece más bien una secuela directa de “El Despertar de la Fuerza”.

Por último, la batalla final se las arregla para ser “impresionante” en dimensiones. Aunque frente a su resolución no pude evitar recordar la batalla final de Avengers: Endgame contra Thanos, donde aparece un ejército inmenso al rescate. Análogamente, Abrams trae un ejército inconmensurable que llegan volando a hipervelocidad y no desde portales.

¡Ah, pero un momento! Justo en el momento cumbre del enfrentamiento entre Rey y Palpatine, podemos ver a Darth Sidious diciéndole a su nieta: “Yo soy todos los Sith”. A lo que ella responde con una pausa que me trajo un dejavu: “¡Y yo soy… todos los Jedi!”. Por un momento pensé que Rey iba a chasquear los dedos tras esa frase e iba a desvanecer a Palpatine y todo su ejército de la Orden Final.

De verdad no puedo creer que ese diálogo no se le haya hecho un poco familiar a Abrams. Quizá, Disney sólo quizo apostar a una fórmula “segura”.

En conslusión, “Star Wars: El Ascenso de Skywalker” es una película que se siente dentro de la saga, y más importante aún, logra rescatar todo lo que destruyó Johnson, tanto así que pareciera que ignoraran por completo esos sucesos del episodio VII en el canon. En cuanto a Rey, logramos verla convertirse en la heroína que esperábamos, Chewie finalmente obtiene su medalla, Poe (Oscar Isaac) y Finn (John Boyega) vuelven a funcionar como un duo dinámico, Leia recibe su tributo, incluso vemos a Luke (Mark Hamill) una vez más como espectro… pero Kylo Ren, tuvo un descenso como personaje. La figura antagonista de esta última trilogía se vuelve débil de caracter súbitamente porque el guión lo demandaba y eso se siente forzado. De hecho, una de las escenas más polémicas de la película es el beso entre Kylo Ren y Rey, justo luego que Ben la revive utilizando lo que le queda de fuerza. Ninguno vio venir eso, ¿o sí? La verdad es que siempre habían sido grandes rivales, tan habilidosos que cada quizá cada uno podía llegar a sentir cierta admiración por el poder del otro. Pero de allí a convertir eso en un beso… quizá sí fue demasiado.

Ver también: Disney libera el emotivo avance final de “Star Wars: El Ascenso de Skywalker”

Lo importante es que ames u odies esta película, no podrás evitar hablar de ella. Hay mucha madera que cortar. Así que seas un fanático o no de la saga, no te dejes impregnar con críticas ajenas, ve a ver la película y crea tu propia opinión de este legendario cierre de un arco de nueve capítulos.

Por último, como detalle curioso les comento que la voz del nuevo pequeño droide D.O. es interpretada por el mismo Abrams.