Así fue como sonó el Big Bang (audio)
Todo empezó con un gan bajo. Así dice el físico John Cramer, quien no sólo ha encontrado evidencia del sonido creado por el Big Bang al inicio de todo el universo, sino que ha recreado una simulación del ruido que se describe como un bajo profundo.
Después del Big Bang, el universo se expandió tan rápidamente que la materia misma hizo resonancia creando sonidos graves profundos, y las ondas de este sonido se fueron estirado y deformado. “A medida que el universo primitivo se expandió, las ondas de sonido propagadas viajaron a través del medio denso que se cerró sobre sí mismo, de modo que la hiperesfera del universo sonó como una campana”, explicó Cramer, profesor de física en la Universidad de Washington.
El efecto habría sido similar a la de un terremoto de magnitud 9 circulando todo el planeta, dijo Cramer. Sin embargo, en este caso, el terremoro cubriría a todo el universo.
Ese sonido es cosa del pasado, por supuesto, pero dejó su huella en el fondo cósmico de microondas, que es un eco térmico de la energía liberada durante el Big Bang.
En 2003, el satélite de la NASA, Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) dio a los científicos una visión sin precedentes del fondo de microondas cósmico. En un artículo para la revista de ciencia ficción Analog Science Fiction and Fact, Cramer escribió cómo esta data térmica puede extrapolarse en longitudes de ondas de sonido.
En otras palabras, el fondo cósmico de microondas del universo es algo así como una grabación de los latidos del Big Bang.
Dos años después de Cramer publicó sus hallazgos. La madre de un estudiante de 11 años de edad escribió a Cramer, preguntando si había una grabación real del sonido que su hijo podría utilizar para su escuela, para exponerlo en la feria de proyectos de ciencia. Cramer respondió que no había, pero podría haber.
Para recrear el sonido del Big Bang, Cramer convierte datos de WMAP de la longitud de onda en sonido utilizando un programa computacional llamado Mathematica.
Recientemente, los datos más exactos del telescopio Planck de la Agencia Espacial Europea le ha permitido Cramer crear un perfil de sonido aún más preciso, que ha exportado como archivos de audio. Los archivos son, por supuesto, una simulación: el verdadero sonido es tan profundo que Cramer tuvo que elevar la frecuencia unas 100 septillón de veces para ponerlo dentro del rango del oído humano.
Los sonidos están disponibles en el sitio web de Cramer de la Universidad de Washington.